_
_
_
_
_

Mariano Rajoy: “Mi relación con Aznar es muy buena”

El presidente evita destapar en público esa gran tensión que se vive en privado entre ellos

CARLOS E. CUÉ | ENVIADO ESPECIAL

El propio José María Aznar desveló con claridad hace unos meses cuál es su relación real con Mariano Rajoy, el hombre al que él eligió como sucesor. En los casi dos años en La Moncloa, Aznar y Rajoy han tenido una sola conversación larga y en serio sobre asuntos políticos. Solo una. En los entornos de ambos se señala que la relación está absolutamente rota y va a peor con cada ataque de Aznar. Sin embargo, el presidente trató este martes de guardar las formas y evitar destapar en público esa gran tensión que se vive en privado entre ellos y sobre todo entre sus fieles, aznaristas y marianistas, cada vez más distanciados. “Tampoco uno puede salir al paso de todas las cosas que se van publicando. Mi relación con el expresidente Aznar es muy buena”, aseguró Rajoy.

El presidente hablaba en el patio del Palacio del Elíseo, en París, al que había acudido para participar en una cumbre sobre el desempleo juvenil, la segunda de este tipo que se organiza en pocos meses, la primera fue en julio en Berlín. Rajoy no quiere ahondar así en esa división interna que fractura al PP y en especial a sus militantes y votantes.

Aznar ya no cuenta con muchos fieles en la dirección porque Rajoy lleva 10 años al frente del PP y ha ido cambiando a dirigentes, sobre todo regionales, y además ha ido convirtiendo en marianistas a personas que antes fueron fieles a Aznar como lo fue él. Desde el congreso de Valencia en 2008, que marcó la ruptura de Rajoy con el aznarismo, el distanciamiento se ha ido consolidando. Sin embargo, nunca se había llegado tan lejos como la semana pasada.

Rajoy acudió hace unos meses a la presentación del primer tomo de las memoria de Aznar, a pesar de que en ellas se dejaba claro que la primera opción como sucesor era Rodrigo Rato. Rajoy pasó ese mal trago en primera fila y vio cómo Aznar le daba allí mismo consejos. Después, incluso tras la durísima entrevista en Antena 3, Soraya Sáenz de Santamaría acudió a un discurso de Aznar en Club Siglo XXI. Todo eran gestos para evitar la ruptura total. Pero el jueves pasado, ni Rajoy ni Sáenz de Santamaría ni nadie de la cúpula del PP acudió a la presentación del segundo tomo de las memorias de Aznar, un gesto claro de hostilidad. “Si querían lanzar un mensaje de ruptura, tomo nota”, avisó el expresidente.

En público, tanto Sáenz de Santamaría y ahora Rajoy aseguran que no hay ruptura. Pero en privado nadie la niega: Aznar se ha convertido en un problema para el Gobierno porque lanza a una parte del electorado contra Rajoy en cuestiones sensibles como la política antiterrorista.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_