Los barones frenan un conato de ‘rebelión’ de Tomás Gómez
El líder madrileño no sumó ningún apoyo para forzar las primarias del PSOE en febrero de 2014 Intentó el sábado una conferencia paralela con los demás secretarios regionales del partido
Tomás Gómez, el líder de los socialistas madrileños, fracasó en su intento de forzar el pasado sábado una votación para anticipar y fijar la fecha de las primarias para el candidato del PSOE a las elecciones generales en febrero de 2014. Lo intentó hasta última hora y no sumó ningún apoyo.
La Conferencia Política del PSOE para revisar su proyecto ideológico se celebró este pasado fin de semana en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, pero justo enfrente, en un Novotel, se convocó lo que entre los socialistas se denomina como una conferencia paralela. La pergeñó Gómez, el líder del Partido Socialista de Madrid, que la empezó a preparar durante las últimas semanas y que usó su móvil para citar de urgencia en la tarde del sábado a sus homólogos secretarios regionales de las demás federaciones. Muchos no acudieron, porque no pudieron o porque improvisaron disculpas. Otros sí fueron, como el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, el único que también defiende, como Gómez en público, que las primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno deben anticiparse a febrero de 2014. Incluso Page le volvió a explicar a Gómez que intentar precipitar un voto sobre la fecha de las primarias durante la Conferencia Política no procedía.
Tomás Gómez no suele esconderse ni ocultar sus ideas. No lo hace durante los comités federales, los cónclaves ni los congresos del PSOE, en los que suele ser una de las pocas voces críticas, ni tampoco en sus encuentros más privados con los miembros de la dirección del partido. Sus relaciones con el aparato federal del PSOE no son buenas, ni con el líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, y él tampoco lo disimula. Hace ya varios meses tuvieron una conversación para pactar una tregua, para darse un respiro. Y ambos bandos cumplieron el acuerdo. Hasta que este otoño, con motivo de la preparación de la Conferencia, se ha vuelto a poner en discusión si era procedente incluir en el orden del día de la cita un debate sobre la mejor fecha para las primarias.
Gómez no es el único barón o dirigente territorial del PSOE que no comulga con la idea extendida en el aparato central de que las primarias deben dejarse para el final del mandato, cuanto más cerca de las elecciones mejor, para no quemar al aspirante.
Gómez y García Page están en la tesis contraria. Por distintas razones, pero sobre todo porque creen que la solución cuanto antes a la incógnita del liderazgo les podría ayudar en sus respectivos territorios en las elecciones autonómicas de 2015 e incluso como revulsivo para las europeas de mayo. Pero Gómez y Page siguieron estrategias muy diferentes.
Page comió con Susana Díaz el martes en Madrid. Todos los dirigentes emergentes o establecidos del PSOE quieren y buscan tener encuentros con Díaz, el valor en alza del partido y el respaldo necesario para sacar adelante cualquier propuesta por la importancia de la federación andaluza. Díaz y Page acordaron que, al margen de divergencias sobre la mejor fecha para las primarias, lo que no procedía era provocar esa discusión en plena Conferencia Política. Esa idea ha cuajado estos últimos días en las citas entre los principales barones del partido.
Page también habló de ello la semana pasada con Gómez en el Senado, donde ambos tienen escaño. Gómez no cedió. El viernes recibió en su despacho de la sede del PSM a la presidenta de la Junta de Andalucía. Gómez le trasladó su opinión favorable a las primarias en febrero de 2014. Díaz le respondió que por su propio calendario prefería que fueran en octubre de 2014, después de las europeas y del verano. Ambos contactaron en las siguientes horas con los demás barones.
Gómez aprovechó incluso en la tarde del sábado, cuando las primarias abiertas se iban a aprobar en la comisión del cónclave, para intentar una especie de conferencia paralela a la oficial en un hotel frente al Palacio de Congresos. Citó a otros secretarios regionales, como el responsable de Castilla y León, Julio Villarrubia, e insistió con las primarias en febrero. Con Patxi López, responsable del PSE y posible aspirante, se reunió a la hora de comer en la cafetería del propio palacio. A Guillermo Fernández Vara, líder del PSOE de Extremadura, le vio en la planta segunda del recinto tras rechazar este encontrarse en un hotel. Gómez intentó convencerle diciéndole que él cedía a la fecha de febrero si se cerraba entre todos que fueran en junio. Vara solo se comprometió a hablarlo con sus delegados. Pero casi al mismo tiempo Maru Menéndez, la número dos de Gómez, planteó en la comisión hasta tres veces que se debatiera la fecha de febrero. No cosechó adhesiones. Se votó y casi 200 delegados lo rechazaron, frente a ocho votos a favor.
El único consenso que los barones alcanzaron fue el de fijar un comité federal (diciembre-enero) que cerrará la fecha final de las primarias. Una concesión de la que Gómez se atribuye el mérito, aunque Díaz la negoció y cerró ese sábado también con Rubalcaba. La mayoría de los barones apuestan ahora porque las primarias generales (a las que creen que no concurrirá Rubalcaba) sean tras las europeas, aunque otros especulan con el otoño (con las primarias autonómicas).
Fuentes próximas a Gómez explican que mantuvo la enmienda por coherencia con sus posiciones previas y para situar las primarias en el foco de la conferencia. Es decir, que se da por satisfecho con el resultado por entender que la fecha de febrero de 2014 era un programa de máximos para forzar la conclusión alcanzada.
