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El Gobierno balear ve peligro de ‘cubanización’ por el uso de banderas

El PP de Bauzá critica que las escuelas cuelguen en sus paredes banderas catalanas

El Gobierno de Baleares, del PP, sostiene que existe una amenaza de "adoctrinamiento" político en las escuelas públicas por el uso de banderas catalanas. Así lo subrayó este martes en el Parlamento el vicepresidente Antonio Gómez, motor de dos nuevas leyes ad hoc: una que delimita el papel y la autoridad de los profesores en las aulas y otra que sanciona, con hasta 10.000 euros, el uso de símbolos no oficiales en las fachadas de los colegios. Es la ley antiseñera catalana.

En el pleno del Parlamento, la exhibición de una bandera de las cuatro barras, en manos del diputado nacionalista de Menorca Nel Martí, en la tribuna y los escaños de su grupo, Més, provocó un ruidoso incidente al ordenar su retirada la presidenta de la Cámara balear, Margalida Durán, del PP. Por este acto, el PSOE acusó a Durán de atentar contra la libertad de expresión, extremo que negó la presidente del Parlamento balear tras aludir a un artículo del reglamento sobre alterar el orden. El ujier mayordomo de la cámara intentó retirar -sin éxito- la bandera que usó como bufanda la diputada econacionalista Fina Santiago.

La ley de símbolos ha sido creada para vetar el uso de las cuatro barras catalanas en las fachadas de las escuelas, bandera genérica, asumida como afirmación de una identidad cultural y de protección del uso de la lengua catalana. El catalán, según el Estatuto de Autonomía de Baleares, es el idioma propio y cooficial con el castellano. En lazos y dibujos la bandera cuatribarrada es, además, código de rechazo a la política de vuelco cultural y lingüístico del PP, con mayoría absoluta desde 2011.

El portavoz parlamentario de la derecha, Miguel Jérez, subrayó que los colegios no están para "reclutar" ni para "adoctrinar" a los alumnos. Advirtió que se actúa con nuevas normas para “no tolerar la cubanización de nuestra escuela”. Aludió a la minoría de jóvenes independentistas insulares que usan la bandera estelada de los secesionistas de Cataluña, que en su origen cien años atrás, incorporaba la estrella y el triángulo azul de la enseña de Cuba.

Los lazos cuatribarrados y las camisetas verdes son, además, enseñas de la protesta de la ‘marea verde’ balear, contra los recortes y la merma del uso del catalán en las escuelas a favor del trilingüismo. Los profesores baleares en huelga durante tres semanas, con apoyo de los familias y alumnos, movilizaron al 10% de la población el 29 de setiembre (110.000 personas sobre 1,1 millones).

El PP ve "confrontación y fractura social" en la "calle y en las aulas". Los portavoces de la izquierda, el PSOE y Més, Francina Armengol, Biel Barceló y Toni Alorda, hablaron de “censura” “retorno a la dictadura”, de “odio del PP a la lengua catalana”.

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El Gobierno balear de José Ramón Bauzá rechaza las acusaciones de censura previa ante su exigencia de autorizar la presencia de cualquier símbolo en las escuelas. Las cuatro barras se ven en las calles, en el pecho o solapa de los ciudadanos y, especialmente, en las fachadas de los colegios y de centros municipales y ayuntamientos de la oposición. Los promotores de este gesto extendido son ciudadanos, plataformas y partidos autonomistas, socialistas y nacionalistas.

Desde el siglo XIII, con la conquista de las islas por el rey Jaume I y su incorporación a la Corona de Aragón, las cuatro barras son comunes en escudos, banderas y monumentos locales e insulares. Las banderas y escudos de los consejos insulares y el Gobierno balear, creadas en los años 80, asumen la base de esta enseña cuatribarrada histórica, con motivos propios y distinciones en cada isla o pueblo.

El diputado Miquel Jérez dice que en Baleares el PP y el Gobierno actúan contra “el fanatismo y la exaltación de aquellos que pretenden imponer otros símbolos distintos, que pertenecen a identidades contrapuestas, que confunden, que no representan a nuestro sentimiento colectivo, que dividen”. Jérez remachó: “La libertad de expresión ni se coarta, ni se secuestra, ni se interrumpe por proteger nuestros símbolos”.

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