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El problema de la vivienda persiste pese al freno a los nuevos desahucios

Los activistas buscan soluciones para los ciudadanos que ya perdieron sus casas

Pilar Álvarez
Una mujer, junto a su hija y otra niña, en uno de los pisos del bloque ocupado de Salt (Girona).
Una mujer, junto a su hija y otra niña, en uno de los pisos del bloque ocupado de Salt (Girona).Pablo Blázquez Domínguez (Getty)
  • La cifra desciende. Los últimos datos del CGPJ señalan que los lanzamientos (desahucios) por impago de hipotecas y de alquiler han caído un 23% en el segundo trimestre de 2013, con 10.683 casos. El dato marca una tendencia, pero tiene lagunas. Incluye distintos tipos de inmuebles (viviendas familiares, garajes, segundas residencias...). y se elabora con datos de los servicio comunes de notificaciones y embargos que no existen en todos los partidos judiciales. El órgano de los jueces añade que las ejecuciones hipotecarias se han reducido un 12,9% y señala que “puede tener como una de sus causas” la publicación de la nueva ley. El PP destaca que, desde que se aprobó, se han producido 1.400 reestructuraciones bancarias de deuda -—familias que renegocian a la baja su hipoteca— y se han producido más de 400 daciones en pago. “Hicimos la ley para proteger al 3% de ciudadanos con dificultades para pagar la hipoteca, pero también para que no se altere el mercado hipotecario del 97% que sí la paga”, señala Teodoro García, diputado del PP. La parálisis es casi total en las empresas públicas de viviendas, según fuentes judiciales. Prácticamente han frenado todos los procesos nuevos de desahucios, igual que ha ocurrido con los bancos. En ambos casos muestran “especial sensibilidad” con las familias con hijos menores. “Nos inquieta la gente absolutamente olvidada y sacrificada por los poderes públicos, los que han sufrido ya todo el procedimiento y se han quedado fuera”, añade Colau. Solo en 2012, la banca se quedó con 30.034 primeras viviendas por impago de créditos, según un estudio del Colegio de Registradores de España.

A por los pisos del "banco malo"

P. A.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha ocupado 15 edificios en España con unas 700 personas, según sus propias estimaciones. Es su última estrategia tras las actuaciones para frenar desahucios o la polémica campaña de los escraches —protestas a las puertas de las casas de los diputados del PP—. La iniciativa, que surgió en Barcelona en 2011, ha tomado fuerza después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos aplazara esta semana el desalojo previsto en uno de estos bloques ocupado por 16 familias en Salt (Girona). Los llaman "recuperaciones colectivas" o "bloques liberados" y se lo han encargado a una sección de la plataforma con un nombre un tanto irónico, "la obra social de la PAH", en referencia a la actividad que antes hacían las cajas de ahorro.

Los dos últimos han sido ocupados en Valencia y en Madrid. La estadística oficiosa de la PAH no incluye iniciativas similares como las de las corralas andaluzas ocupadas. El bloque de la capital, situado en un edificio del castizo barrio de Carabanchel, ha organizado hoy una jornada de “puertas abiertas” para mostrar el bloque a los vecinos.

La Sareb, la sociedad conocida como banco malo, se quedó con 76.357 viviendas vacías procedentes de la banca nacionalizada. Ahora la PAH va a por ellas y ha elaborado incluso un manual con consejos sobre cómo ocupar un edificio vacío: desconecten teléfonos móviles, no den detalles del lugar elegido, es preferible un bloque de obra nueva y vacío que sea propiedad de un banco rescatado... "Este movimiento se va adaptando y crece para solucionar necesidades reales de las familias", señala Guillermo Domingo, coordinador de la Obra Social.

A la espera de lo que ocurra en Salt, los dos grandes partidos políticos marcan sus diferencias. “No entro a valorar la ocupación, porque limita el derecho a la propiedad privada frente al derecho a la vivienda, pero lo que queda claro es que la gente reacciona como puede cuando las Administraciones no hacen su trabajo ni dan una alternativa real de vivienda social”, considera la diputada socialista Leire Iglesias. “Atacar la propiedad privada no soluciona el problema”, resume Teodoro García, diputado del PP. Esgrime que con la nueva ley de desahucios se liberó un fondo social de 6.000 viviendas que gestionan los bancos, de las que “solo” se han ocupado un 10%, según sus estimaciones. “Pedimos a los vecinos que soliciten casa en ese fondo”, afirma.

Más de 200 activistas y simpatizantes de la PAH se reúnen este fin de semana en una asamblea general en Málaga. Otro de los asuntos que quieren tratar es la creación de plataformas por la vivienda pública y social, como la que han puesto en marcha en Madrid en respuesta a la venta de pisos protegidos a fondos de inversión por parte del Ivima, el instituto de la vivienda dependiente de la Comunidad de Madrid, y de la EMVS, la entidad similar del Ayuntamiento de Madrid.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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