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Argentina pide la detención de cuatro torturadores del franquismo

Son el exguardia civil Jesús Muñecas Aguilar, el exescolta de Franco Celso Galván Abascal, el excomisario José Ignacio Giralte González y el exinspector apodado Billy El Niño.

Represaliados del franquismo, en noviembre de 2012, tras entregar en la embajada argentina más de 2.000 testimonios de apoyo a la querella.
Represaliados del franquismo, en noviembre de 2012, tras entregar en la embajada argentina más de 2.000 testimonios de apoyo a la querella.SAMUEL SÁNCHEZ

En una resolución considerada histórica por las víctimas del franquismo, la juez argentina María Servini de Cubría decidió este miércoles la imputación y la solicitud de la orden internacional de detención de cuatro acusados por torturas del régimen: el exguardia civil Jesús Muñecas Aguilar, el exescolta de Franco y de la Casa Real Celso Galván Abascal, el excomisario José Ignacio Giralte González y el exinspector José Antonio González Pacheco, alías Billy El Niño.

Ante la falta de progreso de las causas en España, las víctimas del franquismo han llevado en 2010 sus denuncias a Argentina. Allí, la juez Servini las tomó en consideración, teniendo en cuenta el criterio de justicia universal, el mismo por el que el exjuez Baltasar Garzón investigó en España a los criminales de las dictaduras de Argentina (1976-1983) y Chile (1973-1990) en la década de los noventa, cuando en esos países reinaba la impunidad. Servini ha pedido ahora la extradición de Galván, Muñecas Giralte y Billy El Niño para tomarles declaración indagatoria.

No es de esperar que España los detenga ni que los envíe a Argentina. Hace pocos meses, el Gobierno de Mariano Rajoy hizo gestiones para que finalmente se suspendiera una teleconferencia en el consulado argentino en Madrid para que desde allí la juez Servini recogiera el testimonio de querellantes, según han denunciado abogados y familiares de las víctimas. Pero la orden de detención dictada por Servini puede dificultar que los cuatro imputados salgan de España porque corren el riesgo de que en otros países Interpol los detenga.

Galván tiene 78 años y tiene domicilio en Madrid. Ha sido imputado por las torturas infligidas contra José María Galante Serrano en 1969, cuando fue detenido sin proceso ni multa gubernativa alguna por supuestas actividades “subversivas”, y contra Acacio Puig Mediavilla, arrestado en los calabozos de la Dirección General de Seguridad en 1973. Muñecas, de 74 años y residente en Madrid, está imputado por torturas contra Andoni Arrizabalada Basterrechea en 1968. “Esto es lo que ocurre cuando no quieren colaborar”, dijo Muñecas en aquel entonces, según un testigo que vio a Arrizabalada en el cuartel de la Guardia Civil de Zarautzen, ensangrentado e irreconocible, con el rostro y los brazos llenos de moratones, con un imagen que no parecía humana.

Giralte, de 72 años y con domicilio en Tres Cantos, está acusado por los tormentos contra Galante y contra Alfredo Rodríguez Bonilla, en su detención en 1975. “(Giralte y Jesús González Reglero) me decían que bajara la cara, cada vez que lo hacía me golpeaban, por la espalda recibí golpes incluidos los que me propinaban con las propias cadenas con las que fui detenido y patadas en la entrepierna”, atestiguó Rodríguez Bonilla. “Según me iban golpeando, me decían: “Di que tu madre es una puta, di que tu padre es maricón’”, relató el denunciante. Billy El Niño, de 66 años y residente en Madrid, está imputado por torturas contra 13 víctimas. Los querellantes han recordado su frialdad al propinar palizas, sus azotes con la porra y sus explicaciones de que lo hacía porque no le gustaban sus caras.

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