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Un centenar de personas repudia en Madrid el ataque ultra por la Diada

“Quiero creer que la agresión ha sido un hecho marginal y no un síntoma de algo más grave”, dice el delegado catalán. IU y Equo piden la investigación e ilegalización de la extrema derecha

Anabel Díez
Acto contra el ataque fascista frente a la librería Blanquerna.
Acto contra el ataque fascista frente a la librería Blanquerna.KIKE PARA

Ha sido una convocatoria rápida para mostrar el rechazo a la violencia que el día anterior un grupo de ultraderechistas perpetró en la sede de la Generalitat de Catalunya en Madrid. Llamados a través de las redes sociales por Equo, algo más de un centenar de personas se han arremolinado en la puerta de Blanquerna, la librería que hace de sede de esa institución, y que fue el lugar donde los ultras entraron para boicotear la celebración de la Diada de Cataluña. El delegado del Gobierno catalán, Josep María Bosch, a quien los ultra se dirigieron para quitarle los papeles e incluso arrancar el micrófono con el que iba a hablar, se ha mostrado emocionado por las muestras de solidaridad que ha recibido en Madrid. Se la han expresado decenas de personas y, entre ellas, varios políticos de la Izquierda, PSC, CiU y Equo, como Inés Sabanés y Ramón Linaza. Este último ha pedido sin ambages la ilegalización “de los partidos de extrema derecha”.

Izquierda Plural, a través del diputado Gaspar Llamazares, había presentado por la mañana una pregunta al Gobierno para que la fiscalía intervenga y constate que puede haber motivo para ilegalizar a alguno de los partidos cuyos miembros participaron en la agresión. “No pasarán, no pasarán”, ha sido coreado por muchas de las personas presentes en la calle Alcalá de Madrid, donde está la librería Blanquerna, al escuchar al representante de Equo exigir la ilegalización de estos grupos. Tan solo habló el representante de Equo y un dirigente de IU de Madrid, ya que el resto de los políticos presentes, diputados del Congreso, solo quisieron arropar con su presencia al delegado. En esa actitud ha estado Cayo Lara, coordinador general de IU, los diputados de CiU Pere Macias, Carles Campuzano y Montserrat Surroca y el coordinador de los diputados del PSC Francesc Vallés.

La solidaridad y el apoyo de todos los representantes de la soberanía popular se había producido por la mañana cuando todos los portavoces, de todos los partidos, además de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y varios ministros, expresaron su absoluta repulsa a este hecho violento. Además, hubo una declaración institucional de rechazo leída por el presidente del Congreso, Jesús Posada.

La detención inmediata de una docena de los agresores ha hecho que de momento la decisión de presentar iniciativas parlamentarias se esté meditando mucho. “Quiero creer que lo que ha ocurrido es un hecho aislado, marginal, y no un síntoma de algo más grave”, ha dicho el delegado de la Generalitat. “No es posible que vuelvan los tiempos en que se ejerza la violencia por no compartir ideas políticas”, ha subrayado. La satisfacción de Bosch está en que a pesar de los violentos “la Diada de Catalunya se celebró porque la gente no se fue, se quedó”. Cuando los agresores se marcharon, y los heridos leves fueron evacuados, los asistentes se trasladaron a un pequeño jardín que hay detrás de la librería en el que el delegado improvisó un discurso que finalizó con el canto de Els Segadors.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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