Duran medió para poner en marcha los contactos entre Rajoy y Mas

Antes de las vacaciones de agosto, Josep Antoni Duran Lleida convenció a Mariano Rajoy para que recibiera a Artur Mas. El diputado y portavoz de CiU fue el que le habló al presidente del Gobierno de la necesidad de tender puentes entre el Gobierno central y la Generalitat catalana para intentar buscar una salida al bloqueo por el desafío soberanista.

El líder de Unió nunca ha ocultado públicamente su oposición a una consulta sin respaldo del Gobierno central y que busque la secesión. Ha barajado otras opciones como una consulta legal y pactada con el Ejecutivo Rajoy con tres preguntas referidas al sistema de financiación, a la lengua y a un cambio de estatus legal de Cataluña que le diferencie del resto de comunidades, pero sin llegar de ninguna manera a la independencia. CDC, el otro socio de CiU, no comparte este planteamiento de pregunta múltiple y, obviamente, ERC lo rechaza de plano.

Rubalcaba y Rosa Díez critican que el diálogo se haga en secreto

Duran tiene una larga trayectoria de mediación entre el nacionalismo catalán y La Moncloa, con los últimos tres presidentes del Gobierno, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y ahora Rajoy.

Rajoy accedió a la petición de Duran y su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, contactó con el secretario general de la Presidencia de la Generalitat, Jordi Vilajoana, para cerrar los detalles del encuentro entre el presidente del Gobierno y Mas. La condición del encuentro del 29 de agosto es que debía ser secreto y tenía que ir acompañado de gestos de ambos para intentar rebajar la tensión de cara a la celebración de la Diada. Unos días después, el presidente de la Generalitat hablaba por primera vez de la posibilidad de retrasar a 2016 la consulta y constató que esta debía producirse siempre dentro de la legalidad.

La portavoz del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, celebró ese gesto el pasado viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Y la instrucción desde La Moncloa y la sede de Génova a miembros del Gobierno y dirigentes del PP es intentar evitar el tono de enfrentamiento en la Diada que se da por hecho que será multitudinaria.

En ese encuentro, según fuentes del Gobierno, Rajoy mantuvo su negativa a la consulta y su oferta para buscar un nuevo sistema de financiación. El avance fue que Rajoy y Mas aceptaron tender unos puentes estables en su relación para intentar encontrar la salida.

La función de Vilajoana terminó con el contacto con Moragas para concretar los detalles de la reunión y ya no participará en las próximas conversaciones. Fuentes de CiU y del PP explican que, más bien, serán personas de confianza de ambos pero que no estén en la primera línea de la política, buscando un perfil más técnico o ajeno a las estrategias partidistas. Todo ello sin dar cuenta de las conversaciones, las posiciones de partida y los avances si los hubiera. Esa gestión secreta provocó ayer recelos y críticas del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de la portavoz de UPyD, Rosa Díez.

El Gobierno intentará evitar el tono de enfrentamiento

Así, el socialista avisó de que el problema del malestar de Cataluña “no se resuelve mirando para otro lado ni hablando en secreto mucho tiempo”, sino afrontando la reforma de la Constitución para “perfeccionar” el Estado autonómico. En una entrevista en El Programa de Ana Rosa de Telecinco, Rubalcaba aseguró que Rajoy y Mas pretenden “ganar tiempo” con esas conversaciones secretas. El jefe de la oposición aseguró que le parece bien que Rajoy y Mas hablen, es más, cree que deberían haberlo hecho antes, pero criticó que lo hagan en secreto porque lo que acuerden va a afectar a toda España, en particular si toman decisiones sobre la futura financiación autonómica. “Hay 16 comunidades más”, dijo.

“Qué miedo me da el secretísimo practicado por un presidente que ha demostrado escasa altura de miras y nulo sentido de Estado, solo preocupado por la rentabilidad electoral de cada una de sus jugadas”, aseguró Rosa Díez.

Para la portavoz de UPyD “aguantar a que se canse el otro es lo que practica el secesionismo catalán; en vez de pedagogía democrática, explicando a todos los catalanes y a todos los españoles el coste de la no España, prefiere negociar en secreto con Mas los términos del chantaje que está dispuesto a asumir, lo que el llama ‘razonable’”.

Mañana miércoles, en la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso del curso político, que coincide con la celebración de la Diada, no habrá ninguna pregunta al Ejecutivo de CiU y ERC sobre Cataluña.