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Munar seguirá presa por riesgo de fuga, según la Audiencia de Palma de Mallorca

El tribunal rechaza el recurso de súplica La sala teme que tenga "dinero sucio" en manos de testaferros

María Antonia Munar, en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, el 24 de julio.
María Antonia Munar, en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, el 24 de julio.Tolo Ramon

La política que fue la pieza clave en el sistema de poder de Baleares, Maria Antònia Munar, seguirá en prisión incondicional y sin fianza porque los jueces consideran que hay riesgo de fuga. La Audiencia de Palma rechazó ayer el recurso de súplica interpuesto por la defensa de la exlíder de Unió Mallorquina (UM) que fue presidenta del Parlamento balear, presidenta del Consell de Mallorca, alcaldesa de Costitx y consejera insular y balear de Cultura.

Munar ingresó en la cárcel de Palma el pasado día 24 de julio, tras recibir una nueva condena por corrupción de seis años de cárcel. La expresidenta balear carga con otra pena de cinco años y medio. Ambas sentencias están recurridas al Tribunal Supremo. En el centro penitenciario de Palma coinciden once políticos presos por corrupción (seis del PP y cinco de UM) y uno más en la cárcel de Ibiza.

La Fiscalía Anticorrupción instó el ingreso en prisión de Munar en el momento de conocerse la nueva pena impuesta y resaltó que acumula más de media docena de juicios pendientes. Los magistrados reconocieron que dejarla en libertad les “genera elevada desconfianza“ porque “razonablemente” Munar “podría tener oculto dinero en el extranjero“.

En el último juicio ante la Audiencia, por el caso de la venta amañada del solar público de can Domenge, un reo corrupto y arrepentido, Tomeu Vicens, con tres años en prisión, expolítico de UM, confesó haber pagado a Munar 2,6 millones de un soborno que se repartieron en la cúpula de UM. Vicens tiene fondos ocultos en Andorra. En este caso del soborno –de 4 millones en total- se ha abstenido el juez instructor Pedro Barceló al confesar amistad manifiesta con la exlíder.

La Fiscalía reclamó la reclusión de Munar para “garantizar y asegurar que la condena impuesta pueda ser ejecutada”. La expresidenta negó verosimilitud a las sospechas de fuga. Apeló al necesario cuidado que ttiene sobre su madre de 85 años y a las revisiones de control por el cáncer que padeció. Tiene impuesta una fianza penal de 350.000 euros y su patrimonio embargado por una fianza civil de dos millones. La Audiencia supone que no puede recibir una caución mayor, por falta de patrimonio que trabar o no disponer de fondos.

El tribunal que le juzgó señaló que la eventual fuga podría estar motivada por el "desalentador” y “desolador” panorama judicial, “un negativo horizonte", de Munar, abogada y empresaria de 58 años. La sala recalcó que posee “dinero sucio” de actos corruptos, que se “hallaría oculto y con seguridad en poder de posibles testaferros“.

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Su abogado, en un alegato jurídico y emocional sobre la libertad, dijo que su cliente se ofrecía a portar, en su casa, una pulsera o tobillera de geolocación telemática. Los magistrados argumentaron, además, que el ingreso reciente en prisión de otros tres compañeros (Miquel Nadal, Xisco Buils y Antoni Rebassa) podría llevar a Munar a “reconsiderar seriamente la posibilidad de eludir la acción de la justicia”.

Ayer por la tarde un colectivo independentista con un mensaje de tono radical convocó un acto de apoyo a Munar ante las puertas de la cárcel de Palma, con escaso eco popular. Los medios digitales del entorno de la exlíder y empresaria afirman que es víctima de una persecución política de jueces y fiscales.

En un mensaje en su muro de Facebook que dictó a su hijo Julià, Maria Antònia Munar se dijo fuerte, en circunstancias muy duras, agravadas especialmente por compartir módulo con presas con delitos de sangre y narcotráfico. En los últimos días su soledad se habrá visto mitigada por la entrada de Antònia Ordinas, ex alto cargo del PP, corrupta con tres años y ocho meses de pena aceptada en el caso Scala. Ordinas, 'arrepentida', escritora y cronista local, dijo que escribía un libro sobre el escándalo su vida carcelaria.

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