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Los gibraltareños creen que el Gobierno usa el conflicto para tapar sus problemas

“Gibraltar es el pegamento de España”, afirma un historiador del Peñón

Peatones y coches cruzan ayer hacia el Peñón a través de la pista del aeropuerto.
Peatones y coches cruzan ayer hacia el Peñón a través de la pista del aeropuerto.JON NAZCA (REUTERS)

Gibraltar presentaba ayer la misma imagen que cualquier otro domingo de agosto. Calles vacías, solo algunos bares y restaurantes abiertos, y el trasiego de quienes se disponían a disfrutar de un caluroso día de playa. Eso sí, en La Caleta, en el mismo Peñón. Solo los más atrevidos se lanzaban a cruzar la Verja hacia España, ante la posibilidad de padecer las colas provocadas por los controles de los últimos días.

La novedad, sin embargo, era el anuncio del Gobierno español de que adoptará medidas contra el fraude fiscal, el contrabando y la protección medioambiental. Eran pocos los que ayer, en el Peñón, no conocían aspectos del plan y la mayoría coinciden en que "es una cortina de humo de Madrid para tapar los problemas económicos y de corrupción".

Una gran parte de la economía de Gibraltar depende del comercio. Gemma Arias, la presidenta de la federación del pequeño comercio, que aglutina a 220 pequeños empresarios de la colonia, considera que, "desafortunadamente para La Línea, las medidas adoptadas hasta ahora han perjudicado más a los negocios de allí que a los de aquí".

Y agrega: "Las colas han servido para que muchos gibraltareños vuelvan, lo que ha encarecido la vivienda en Gibraltar, pero también ha beneficiado al comercio y la hostelería, cuyos ingresos se han incrementado". La portavoz de los empresarios admite también que el sector turístico se "está resintiendo, porque son muchas las personas que, ante las colas, deciden marcharse hacia la Costa del Sol". Pero no se muestra sorprendida: "Nada más llegar al poder el PP, su ministro de Exteriores le dijo al del Reino Unido: '¡Gibraltar, español!', lo que pone de manifiesto cuál iba a ser su política". Y avisa: "Le recuerdo al Gobierno de Rajoy que aquí hay miles de españoles que vienen a diario a trabajar".

Esta es una de las cuestiones por las que en Gibraltar no se entiende la agresiva política española respecto a la colonia. Así la define, al menos, Tito Vallejo, historiador y guía turístico muy reconocido en la zona, que compara la política de Margallo con la del ministro de Franco Fernando María Castiella. "Gibraltar es el pegamento mágico que mantiene a España unida", afirma el historiador. "Cada vez que hay problemas en España, se usa el conflicto con el Peñón para taparlos".

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Vallejo sostiene que las medidas no van a lograr nada: "En Gibraltar estamos acostumbrados a la presión de España".

Michael Netto, secretario general de United, el sindicato mayoritario del Peñón, asegura que las medidas "solo perjudican a los trabajadores de aquí y de allí". Por eso no descarta contactos con CC OO y UGT, para defender, incluso con movilizaciones, a los trabajadores de ambos lados. El sindicalista, que califica de "franquista" la política del PP respecto a Gibraltar, no cree que vaya a haber represalias del Gobierno de Fabián Picardo hacia los españoles que trabajan en Gibraltar..

Mientras tanto, al otro lado de la Verja, la alcaldesa de La Línea de la Concepción (Cádiz), la socialista Gemma Araujo, convocaba, con carácter de urgencia, la Mesa de Gibraltar, en la que se sientan los sectores afectados: pescadores, trabajadores españoles en Gibraltar, comerciantes y federaciones vecinales, para analizar las repercusiones del plan.

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