_
_
_
_
_

Feria en Ceuta con el alma en vilo

Interior blinda las fiestas tras la detención de presuntos yihadistas y las amenazas de un imán

Policías de uniforme y de paisano patrullan el recinto ferial donde se celebran las fiestas.
Policías de uniforme y de paisano patrullan el recinto ferial donde se celebran las fiestas.joaquín sánchez

El helicóptero de la policía que sobrevuela cada noche el recinto ferial de Ceuta inquieta, y mucho, a la población. Su presencia esta semana en la ciudad es una de las medidas del dispositivo de seguridad extraordinario desplegado por la Delegación del Gobierno durante los festejos patronales de agosto, por el aumento de la actividad islamista de los últimos meses.

Al aparato que sobrevuela desde el jueves el parque Juan Carlos I, donde se celebran las verbenas, se suma un refuerzo no cuantificado agentes —incluidos efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), especializada en el control de masas—, unidades caninas antiexplosivos y la instalación de inhibidores de frecuencia que impiden la utilización de teléfonos móviles no solo en la feria, sino en gran parte del centro de la ciudad.

El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, avisó el jueves de que el despliegue iba a ser este año muy superior a lo habitual, porque “los últimos acontecimientos así lo requieren”. Se refería probablemente a las palabras del imán marroquí de la mezquita Ibn Rochd de Benzú, Tarik Hammudi, que instó a castigar a “los opresores” que detuvieron el pasado junio a ocho vecinos sospechosos de pertenecer a una red de captación de yihadistas a Siria. “Oh, Alá, te pedimos que atemorices a los policías”, pregonaba. Desde entonces, la presencia policial en la ciudad se ha disparado.

Más información
“Oh, Alá te pedimos atemorizar a los policías”
El ‘efecto llamada’ de los yihadistas de Ceuta
Ocho detenidos en Ceuta por tratar de reclutar yihadistas para Siria

Lejos de reconfortar a los ceutíes, el despliegue ha sembrado el miedo no solo entre las 15.000 y 20.000 personas que acuden cada noche a las 43 casetas y casi un centenar de atracciones, tómbolas y tenderetes, sino en toda la población.

“Como la seguridad está por encima de cualquier otra cosa en la ciudad, y después de los últimos acontecimientos, entenderán que seamos mucho más escrupulosos”, subraya González, que ya anticipaba que estas medidas “implementadas” sobre las que se diseñaban para años anteriores iban a generar “molestias” a los ciudadanos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Se han multiplicado en las redes sociales las alusiones a este dispositivo desde que la primera noche el helicóptero rondara sobre las casetas hasta las cuatro de la madrugada y enfocara las zonas oscuras con un cañón de luz. También se realizan controles aleatorios de documentación, registros con perros y espejos bajo los coches aparcados o se restringe el estacionamiento y el tráfico en las inmediaciones del recinto ferial. La Delegación del Gobierno se defiende con un mensaje tranquilizador: “No hay ninguna alarma o alerta especial, es solo una medida de prevención, una precaución que nunca está de más”.

El Gobierno local anima a los ciudadanos a visitar la feria que, de momento, no acoge un lleno absoluto. Este año se esperaba una afluencia mucho mayor de los vecinos marroquíes, ya que coincide con el final del Ramadán, aunque las restricciones en la frontera del Tarajal tampoco ayudan.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_