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Gallardón asegura que no será sucesor y abandonará la política al dejar Justicia

Wert ya anunció hace dos semanas que el de ministro sería su último cargo público

Carlos E. Cué

Sigue el goteo de ministros de Mariano Rajoy que prometen que esta será su última aventura política. Y cada uno de ellos, con sus palabras, reanima las especulaciones sobre un posible cambio de Gobierno. Lo hizo hace poco José Ignacio Wert, ministro de Educación, quien aseguró que dejaría la política tras acabar este mandato en su ministerio. Entonces se especuló con la idea de que Rajoy dejara caer el lastre de imagen que supone ese ministro. Pero el entorno del presidente —aunque de esto él no habla con nadie— insistió en que no tiene sentido que caiga, al menos hasta que termine de aprobar su reforma educativa, y para eso quedan meses de tramitación parlamentaria. También se especuló hace meses con la salida de Luis de Guindos, siempre enfrentado a Cristóbal Montoro. Ayer le llegó el turno a Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia y ahora en plena polémica por la ley del aborto —que ha vuelto a prometer reformar antes de navidades— y también porque algunos en el PP le acusan en privado de haber dejado hacer a la justicia —precisamente de lo que él presume— y no haber logrado controlar el caso Gürtel.

Gallardón reiteró ayer que el cargo que ostenta ahora será su “última responsabilidad política”, y se descartó como sucesor de Rajoy. Recordó que el presidente le convocó al Gobierno cuando había ganado por mayoría absoluta la alcaldía de Madrid, y remató: “Ya no seré en la vida política cosa distinta que ministro de Justicia. Este es mi último puesto de responsabilidad”.

No es la primera vez que Gallardón dice cosas similares, a veces incumplidas. Sin embargo, ahora cualquier movimiento desata especulaciones. En el PP hay casi un deseo en muchos dirigentes de que haya un cambio de Gobierno ya, coincidiendo con la comparecencia en el Congreso para dar un nuevo impulso. Nadie sabe en realidad lo que quiere hacer el presidente, pero la mayoría de las fuentes del Gobierno y del PP consultadas creen que antes del verano y en pleno escándalo es poco probable el cambio. Si no sucede, después de agosto volverán las especulaciones.

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