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Rajoy quiere borrar la página de Bárcenas

Niega que le haya preocupado el chantaje de su extesorero “ni ahora ni nunca” El Gobierno se limitó a respetar la decisión judicial y reclamó celeridad

Buena parte del PP está pendiente de lo que pueda hacer Luis Bárcenas después de entrar en la cárcel. Mariano Rajoy, que ha estado en la cúpula del partido en toda la etapa en que el extesorero controlaba el dinero del PP, y que fue quien le ascendió, también. Sin embargo, el presidente siempre ha presumido de independencia, de no aceptar nunca ningún tipo de presión, y este viernes, a su manera, quiso dejar claro que esta vez tampoco lo hará, que no le preocupa lo que pueda decir Bárcenas. Es más, negó que le haya intentado chantajear alguna vez o que ahora pueda hacerlo desde la cárcel.

El presidente del Gobierno aseguró que no se siente amenazado por la posibilidad de que el ex tesorero tire de la manta. La pregunta era clara:

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—¿Se siente usted amenazado o preocupado por lo que pueda destapar el señor Bárcenas una vez que está en la cárcel?

—Tengo que decir que no, ni ahora ni en ningún otro momento eso se ha producido.

Esta fue la respuesta más redonda de la rueda de prensa en Bruselas tras la cumbre europea. Fue la única cuestión que contestó sobre el escándalo que sacude a su partido. No quiso responder si sigue creyendo en la inocencia de Bárcenas como en 2009 (cuando dijo que “nadie podrá probar que no sea inocente”) y ni siquiera si puede asegurar que el PP no se ha financiado ilegalmente.

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El presidente esquivó todas las preguntas pero sí quiso desactivar la idea más extendida en este momento, tanto fuera como dentro del PP y del Gobierno, esto es que el extesorero no se va a quedar quieto tras la entrada en prisión, lo que él más temía, y que va a empezar a soltar la munición que se supone se llevó de la calle Génova en 2009, cuando presumió ante varios dirigentes de haber sacado nueve cajas con documentos. La idea que más daño hace a la imagen de Rajoy es esa de un presidente chantajeado por su extesorero. Y por eso quiso desactivarla, aunque tan a su manera que ni siquiera citó el nombre de Bárcenas, algo que de nuevo abre el flanco a todas las críticas y las hipótesis. Rajoy pasó de defenderle con firmeza y autorizar que se le pagara un sueldo del PP y pudiera entrar libremente en la sede con despacho propio a obviar y borrar su nombre.

El presidente nunca ha dicho una mala palabra de Bárcenas, nunca ha hablado de la “repugnancia” o del “asco” que le producen las noticias sobre su enriquecimiento, como han hecho otros dirigentes, ni ha planteado nunca una explicación sobre el caso Bárcenas, ni ha dicho que el PP deba pedir perdón, como hizo el gallego Alberto Núñez Feijóo. Obviamente, la indignación del presidente con su extesorero, con el que están rotos todos los puentes, según su entorno, es absoluta. Pero el presidente se niega a decirlo en público. Y la idea de que no lo hace para evitar la ira de Bárcenas está muy extendida en el PP, aunque los suyos insisten en que un presidente no debe bajar a hablar de un personaje así.

Rajoy diseñó este viernes, de nuevo y pese a la gran novedad de Bárcenas en la cárcel, que no solo estaba en todas las primeras páginas españolas sino que era asunto incluso de la prensa internacional, la misma estrategia de siempre. Y también la siguió en Madrid su mano derecha, Soraya Sáenz de Santamaría. Se trata de esquivar todas las preguntas de los periodistas, dar solo las ruedas de prensa imprescindibles y dejar que pase el tiempo para que baje la presión informativa. Si el escándalo no le hubiera sorprendido en Bruselas, donde es obligada al menos una rueda de prensa —todos los demás mandatarios hacen dos, una cada día— el presidente podría haber estado días y días sin aparecer.

Fiel a la estrategia diseñada, que consiste en pasar lo más rápido el trámite y si es posible hacer como si la página de Luis Bárcenas no existiera, Rajoy se limitó realizar una breve declaración, que traía preparada: “Lo único que voy a hacer es respetar las resoluciones judiciales y colaboraremos en todo lo que nos pida la justicia y esperemos que ésta actúe con celeridad. Y no voy a entrar más en este tema y me remito a lo que ha dicho mi partido”, zanjó refiriéndose al comunicado de 17 palabras que difundió el PP el jueves por la noche.

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