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Rubalcaba y Tomás Gómez prosiguen su luna de miel

Los dos dirigentes, enfrentados abiertamente durante meses, se conjuran para mantener la paz

Tomás Gómez -un hombre promovido por José Luis Rodríguez Zapatero al frente de los socialistas de Madrid pero después enfrentado al aparato de Ferraz- ha sido durante meses el principal opositor interno a Alfredo Pérez Rubalcaba en el PSOE. Hasta el punto de que el pasado diciembre pidió directamente la dimisión del secretario general, durante una reunión de todos los barones territoriales del partido.

La situación ha sido, sin embargo, reconducida en los últimos meses, y el pasado mayo ambos escenificaron la paz interna presentando al alimón ante el Tribunal Constitucional un recurso de amparo contra una medida disciplinaria del Parlamento madrileño contra la número dos de Gómez, Maru Menéndez. Fuentes de la ejecutiva federal aseguran que Rubalcaba y Gómez se han conjurado para aparcar sus diferencias al menos hasta que pase la fase más dura de la crisis, para evitar dar la imagen de que el PSOE está más centrado en sus problemas internos que en hacer propuestas. Y para tratar de aprovechar las posibilidades que, por primera vez desde hace muchos años, parece tener el Partido Socialista de Madrid de volver al poder.

En ese cambio de actitud hacia el exterior, Rubalcaba y Gómez se han cubierto de piropos hoy en sus respectivos discursos, durante la clausura de la II Convención de la Ciudad de Madrid. Gómez: "Te agradezco de corazón que estés aquí, Alfredo. Por el esfuerzo y por lo que significa: sabemos que contamos contigo para recuperar Madrid para la izquierda. Gracias. De corazón, Alfredo". Rubalcaba: "Gracias, Tomás. Tu discurso ha sido excelente. Salvo en el traje, hoy nos hemos puesto de acuerdo en todo. Esta foto los madrileños la van a ver muchas veces de aquí a dentro de dos años, cuando Tomás tome posesión de la presidencia de la Comunidad de Madrid". El candidato socialista a esas elecciones será elegido en primarias.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital, Jaime Lissavetzky -muy cercano a Rubalcaba- ha abogado también expresamente por la colaboración entre la ejecutiva regional (Gómez) y la federal (Rubalcaba), con la mirada puesta en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. "Es el momento de dejar atrás cualquier tipo de diferencias, no porque no queramos el debate sino porque lo que queremos es ganar", ha subrayado.

Rubalcaba ha piropeado asimismo a Lissavetzky, del que ha aplaudido la "pasión" volcada en su discurso; porque en política, ha dicho, "si uno no cree lo que dice, la gente al final lo nota".

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