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Luis Bárcenas ocultó una fortuna de 47 millones en cuentas en Suiza

Las autoridades helvéticas envían información sobre las cuentas del extesorero en el Lombard Odier En total, Bárcenas llegó a tener 47 millones en Suiza, nueve más de los que reconoció

Para la banca privada Lombard Odier, un negocio familiar de siete generaciones fundado en 1796 en Ginebra (Suiza), Luis Bárcenas, era un cliente de “primer orden” al que había que cuidar “muy particularmente”. Quizá esta relación de privilegio explique la tardanza de la entidad en poner a disposición del juez español Pablo Ruz los datos de la cuenta que el extesorero del PP mantiene allí desde 1999. Finalmente la insistencia del magistrado de la Audiencia Nacional ha dado su fruto y ha permitido conocer que Bárcenas llegó a disponer en esa entidad de 25,5 millones de euros ocultos al fisco, la mayoría en acciones de empresas del Ibex 35.

La justicia ya sabía por las autoridades suizas que el hombre que controló las finanzas del PP durante el aznarismo y hasta el año 2010 llegó a tener otros 22 millones de euros opacos, también en 2007, en otra entidad suiza: el Dresdner Bank de Zurich. La cifra conjunta custodiada en ambos bancos —47 millones de euros— está muy por encima de los 38 millones que el propio Bárcenas confesó ante el juez Ruz en su última declaración, el pasado 25 de febrero.

El magistrado recibió este viernes los datos de la comisión rogatoria —procedimiento de auxilio judicial entre distintos estados— de Suiza. Los tres tomos detallan los manejos de Bárcenas en otras tantas cuentas en Lombard Odier. Aunque esta entidad está especializada en la gestión de activos financieros, el extesorero popular administraba personalmente su cartera de inversión y solo buscaba un “depositario” de sus fondos que le diera rentabilidad.

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La primera cuenta de Bárcenas, denominada Novis, estuvo operativa desde junio de 1999 hasta julio de 2005. El rendimiento de las acciones, las transferencias de efectivo desde otras cuentas vinculadas a Bárcenas en la misma entidad —una bautizada como Obispado, otra como Ranke y una tercera de su esposa— y los depósitos de efectivo hicieron que los fondos crecieran de 3,38 millones en diciembre de 1999 a 13,6 en julio de 2005.

En ese mes, el extesorero popular clausuró Novis y abrió otra cuenta con el nombre Fundación Sinequanon. Bárcenas aprovechaba sus viajes de esquí y montaña a estaciones alpinas como Zermatt, Tignes o Avoriaz para despachar en el banco con su broker de confianza, Frederic Mentha. En esta segunda cuenta, la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, disponía de tarjeta de crédito y poderes para realizar diversas gestiones.

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Bárcenas era un cliente tan simpático como exigente: llegó a amenazar educadamente a Mentha —con quien en alguna ocasión se citó para esquiar— con cerrar la cuenta Sinequanon si no le reducían las comisiones y gastos de gestión. Tras resolver algunas discrepancias con Lombard Odier, el extesorero manifestó en varias ocasiones al empleado bancario la intención de transferir a esa entidad los fondos que conservaba en el Dresdner Bank. Las suspicacias de esta otra entidad suiza sobre el origen de la fortuna de Bárcenas, situado bajo vigilancia interna por su condición de “persona políticamente expuesta” habían molestado en gran medida al exempleado del PP.

Lombard Odier no parecía tan escrupuloso como el Dresdner en cuanto a la procedencia de los fondos de Bárcenas. Este se había presentado ante la entidad como un economista “concentrado con sus socios en la promoción inmobiliaria”. Bárcenas valoraba la confidencialidad hasta el punto de que, el 6 de diciembre de 2006, tras esquiar en Val D'Isère con su hijo y un amigo de este, hizo esperar a los acompañantes en el coche. Según dejó escrito Frederic Mentha en la reseña de la visita, Bárcenas “no quiere que el amigo de su hijo sepa que tiene una cuenta en Suiza”.

En el verano de 2007, el agente bancario acudió al apartamento (“de lujo”, según él) de Bárcenas en Marbella. Allí, el extesorero le confesó que no estaba “para nada temeroso” de la crisis que comenzaba a cernirse sobre España. “Conozco el mercado y se generarán oportunidades”, le manifestó.

Una fecha llama la atención del juez Ruz: el 12 de febrero de 2009, seis días después de que estallase el caso Gürtel de corrupción en el entorno del PP, Bárcenas dio una orden telefónica a Mentha. El extesorero, a la vista de las “disensiones” en el seno del PP, otorgó un poder a su testaferro Iván Yáñez para gestionar sus activos. Al mismo tiempo, solicitó que los fondos que su esposa tenía en una cuenta a su nombre fueran traspasados a la cuenta Obispado, también vinculada a él, y pidió al broker que preparara la documentación para “una nueva fundación” a la que traspasar los activos de Sinequanon.

En octubre de 2009 deja de estar operativa esta cuenta y Bárcenas traspasa los fondos a otra cuenta Tesedul, que había abierto dos meses antes. Esta cuenta fue menguando año tras año, con salidas de fondos, entre ellos 1,2 millones de euros con los que Bárcenas regularizó su situación con Hacienda en 2012. El 31 de enero, de 2013 la cuenta Tesedul ocultaba 9,6 millones de euros.

Con la nueva información, el juez Ruz ha pedido a la policía y a la Agencia Tributaria que antes del próximo 25 de junio le envíen un informe con su valoración del descubrimiento. Dos días después, Bárcenas y su esposa están citados para declarar.

Las pesquisas sobre los fondos de Bárcenas en Suiza no han concluido: el juez ha pedido a Suiza que le envíe toda la información bancaria de las cuentas Obispado, Ranke y la tercera vinculada a Rosalía Iglesias que nutrían las cuentas del extesorero en el exclusivo Lombard Odier.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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