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Rajoy arropa a Fabra pero evita hablar de los casos de corrupción del PP valenciano

El presidente promete que abordará el sistema de finaciación autonómica El jefe del Ejecutivo no puede evitar una foto de familia junto a dos imputados

Francesco Manetto
Mariano Rajoy en la convención del PP en Peñíscola. En la misma fila, dos imputados por corrupción: la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el alcalde de Castellón, Alfonso Bataller (en el extremo de la derecha y el tercero desde la derecha).
Mariano Rajoy en la convención del PP en Peñíscola. En la misma fila, dos imputados por corrupción: la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el alcalde de Castellón, Alfonso Bataller (en el extremo de la derecha y el tercero desde la derecha).ÁNGEL SÁNCHEZ

Mariano Rajoy ha demostrado este sábado que en política hay muchas formas distintas de ver las cosas. “Somos un gran partido. Aquí hay gente emprendedora, gente con iniciativa, gente que está esforzándose, buenos trabajadores y gente con ganas y coraje”. Así ve el presidente al PP valenciano. O esta, al menos, fue la imagen que trató de trasladar al clausurar en Peñíscola (Castellón) la convención regional de los populares. Sin mencionar los escándalos que sacuden a la formación presidida por Alberto Fabra ni esbozar una hoja de ruta para su renovación.

El PP valenciano también tiene a nueve diputados autonómicos imputados, lo que supone más del 15% del grupo parlamentario en las Cortes. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el expresidente del Consell Francisco Camps, además, están siendo investigados en el marco del caso Nóos. Pero Rajoy pasó como sobre ascuas y evitó toda referencia a los casos de corrupción o a las conductas impropias. Ni una alusión al pulso entre Fabra y el exconsejero Rafael Blasco, que se negó a dejar su escaño pese al inminente procesamiento por el saqueo de fondos públicos dedicados a la cooperación en 2008, y para quien la propia Generalitat pide 11 años de cárcel.

El jefe del Ejecutivo, que acudía en socorro del presidente autonómico, que vive uno de sus peores momentos, se limitó a apoyar al partido, hundido en las encuestas, y a reiterar el mensaje de optimismo económico de las últimas semanas: “Este año será mejor que el pasado, pero será peor que el que viene. El pesimismo ya está en retirada en nuestro país”. Antes de dirigirse a los más de 1.500 asistentes, saludó desde la tribuna a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y al regidor de Castellón, Alfonso Bataller, sin mencionar sus nombres, pero al final del acto no pudo eludir salir en la foto de familia junto a los dos dirigentes imputados, respectivamente, en el caso Brugal y en una pieza del caso Gürtel. En la sala le escuchaban Barberá, Milagrosa Martínez, expresidenta de las Cortes valencianas conocida como La Perla en el sumario del Gürtel, y Ricardo Costa, ex número dos del PP regional, procesado junto a Camps por la causa de los trajes.

Rajoy, arropado por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y dos miembros de la cúpula nacional —Esteban González Pons y Carlos Floriano—, sorteó las posibles alusiones y los mensajes ejemplares haciendo referencia a otro punto débil de su partido en esa comunidad: la pérdida de la histórica mayoría absoluta que auguran varios sondeos. El PP “seguirá siendo aquí el mejor y el primero”, dijo. “Sé las dificultades de todas las instituciones, la Generalitat, el Gobierno, los Ayuntamientos, porque hay pocos recursos y muchas necesidades”, agregó. No obstante, según Rajoy, “el PP en la Comunidad Valenciana va a seguir contando con la inmensa confianza de todos los ciudadanos”.

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El presidente también hizo una promesa. Frente a las reiteradas reclamaciones de Fabra, que en abierto desafío al Gobierno lleva meses exigiendo mejor financiación, el jefe del Ejecutivo aseguró que el Plan Nacional de Reformas “abordará” también este asunto cuando toque revisar el sistema tributario. “Soy sensible a las reclamaciones sobre financiación autonómica”, concedió. Minutos antes, el presidente valenciano lo había pedido abiertamente: “Para no fallarles a los valencianos, presidente, necesitamos a un Mariano Rajoy más valenciano que nunca”. Ente otras razones, “para lograr un sistema de financiación más equitativo”.

Rajoy, que apenas había pisado la Comunidad Valenciana desde que llegó a La Moncloa, volverá el 17 de junio con ocasión de la inauguración del AVE Madrid-Alicante. El acto estará presidido, entre otros, por Sonia Castedo, alcaldesa y diputada autónomica de un partido que, según manifestó Fabra, culminó una etapa de “renovación” en la convención de este fin de semana. Y que, sin embargo, sigue contando con nueve parlamentarios imputados.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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