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Fabra se enfrenta a los barones del PP por la financiación autonómica

Alberto Núñez Feijóo pide que el nuevo reparto del déficit se base en criterios “técnicos”

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el el pleno del Parlamento valenciano ayer.
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el el pleno del Parlamento valenciano ayer. Kai Försterling (EFE)

El presidente valenciano, Alberto Fabra, decidió ayer entrar de lleno en la guerra que mantienen los barones del PP por la flexibilización del déficit. Tras una semana de declaraciones en contra de un reparto asimétrico por parte de sus correligionarios de Extremadura, Madrid o Galicia, Fabra estalló y se encaró con ellos. “¿Qué hubiera pasado si las otras autonomías hubiesen recibido la financiación per cápita que ha recibido la Comunidad Valenciana?”, se preguntó Fabra. “Pues el siguiente panorama: Extremadura [que en 2012 tuvo un déficit del 0,7% del PIB] hubiese tenido un déficit del 4,38%”, prosiguió el presidente valenciano, “y Cantabria un déficit del 4,94% [registró un 1,13%], y Galicia un déficit del 3,96% [tuvo un 1,29%]”.

“Son unos déficits superiores a los que obtuvo la Comunidad Valenciana en 2012 [3,45%]”, remachó Fabra, que instó al resto de presidentes autonómicos a realizar “una reflexión muy profunda en los próximos días”. La situación financiera de la Comunidad Valenciana se ha convertido en una pesadilla para Fabra, que desde que asumió el cargo tras la dimisión de Francisco Camps tiene que hacer frente a protestas y plantes diarios por los impagos de la Generalitat.

Con una financiación autonómica y una renta per cápita por debajo de la media estatal y una balanza fiscal negativa, el presidente valenciano confiaba en que nadie cuestionaría que la Comunidad Valenciana necesita un mayor margen de déficit en 2013, a la espera de que se reforme el sistema de financiación autonómica. Sin embargo, el temor a perder pie ante las críticas de las autonomías del PP, contrarias a flexibilizar el objetivo, ha forzado a Fabra a entrar en la batalla. El presidente valenciano, que utilizó las redes sociales para hacer visible su posición, está presionado por las bases de su propio partido, la oposición y prácticamente todos los agentes sociales.

Con esta polémica sobre la mesa, el equipo técnico del Ministerio de Hacienda va a tener que hacer encaje de bolillos para presentar una propuesta que, por lo menos, no disguste a la mayoría de las comunidades. En las antípodas de lo que verbalizó Fabra están varios de sus compañeros de partido al frente de las comunidades que sí han cumplido con el déficit. La mayoría de ellos reiteraron ayer sus argumentos pero el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, introdujo un matiz nuevo al asegurar que la Xunta rechazará un déficit “que no se base en criterios objetivos”. Esto se traduce para él en una apuesta por “criterios económicos y no políticos”. Con ello se abre una vía para que cada barón intente convencer al Gobierno de que introduzca ciertas variables en la fórmula que sirva para calcular el déficit diferenciado. La ecuación técnica puede escorar la balanza según parta del PIB de cada comunidad, los ingresos corrientes, la situación financiera o en una combinación de varios aspectos.

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