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Dos policías ayudan a dar a luz a una mujer en una calle de Melilla

Los transeúntes alertaron a los agentes al ver a la embarazada sentada en el suelo

Los agentes Salvador Guerrero y Mari Carmen Castro, junto a la mujer a la que ayudaron a dar a luz.
Los agentes Salvador Guerrero y Mari Carmen Castro, junto a la mujer a la que ayudaron a dar a luz.FOTOGRAFÍA FACILITADA POR LA POLICÍA

Nerviosos, con miedo, emocionados y felices. Así se sintieron dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, en minutos que les parecieron “interminables”, cuando el pasado jueves ayudaron a dar a luz a una mujer marroquí en plena calle, en Melilla.

Hacia las 17.30, varios transeúntes que caminaban por General Astilleros observaron a una mujer de origen marroquí, sentada en el suelo, en avanzado estado de gestación. La mujer, de 31 años, se disponía a dar a luz en una de las vías más transitadas de la ciudad autónoma por conducir al paso fronterizo internacional de Beni-Enzar y a varias playas.

Fue entonces cuando, alertados por varios testigos, dos policías nacionales, Salvador Guerrero y Mari Carmen Castro, que patrullaban la zona, llegaron hasta el lugar. Sin tiempo para pedir auxilio, corrieron a ayudar a la mujer, que ya estaba dando a luz. “La cabeza del bebé ya asomaba”, asegura Guerrero.

El agente, con conocimientos de primeros auxilios, tumbó a la mujer en la acera e intentó “ponerla lo más recta posible”. Mientras tanto, su compañera buscó en una lavandería cercana unas pinzas para atar el cordón umbilical por los dos lados. “El bebé no lloraba en un primer momento y, con los dedos, le saqué el líquido amniótico”, narra Guerrero, que reconoce haber sentido miedo porque el bebé, una niña, no respiraba. Pero puso de lado a la recién nacida y “comenzó a respirar”, continúa aliviado.

Con unas toallas que había conseguido, Castro se ocupó de que el parto, aunque en la calle, se produjera con la máxima higiene posible. “Me ocupé de limpiar a la madre y a la niña”, explica. Inmediatamente después, un equipo sanitario llegó al lugar. Tanto la madre como la hija se encuentran en perfecto estado.

Guerrero, visiblemente conmovido, asegura que ha sido una “vivencia que no tiene comparación con ninguna otra”. “Cuando me vi ayudando al bebé y que este empezaba a llorar, supe que se trataba de una experiencia única que nunca olvidaré”, añade.

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“Los ciudadanos saben que tienen a sus policías muy cercanos, que la acción de la policía es cumplir con el ordenamiento jurídico, velar por la seguridad de los ciudadanos, pero también prestar una ayuda humanitaria, que se ejerce a diario y que pasa desapercibida”, ha señalado el delegado de Gobierno de Melilla, Abdelmalik El Barkani.

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