El Gobierno recurrirá todos los pasos hacia la consulta independentista

El Gobierno dejó claro ayer que actuará con todos los mecanismos legales a su alcance para frenar la ofensiva soberanista de la Generalitat de Cataluña. Pero el mensaje de mano dura no lo lanzó Mariano Rajoy, quien ayer coincidió con Artur Mas en un acto con empresarios en Barcelona, sino la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, al término del Consejo de Ministros. Mientras Rajoy se limitaba desde Barcelona y en presencia del presidente catalán a loar las ventajas para la economía de una España “grande” y “unida”, Santamaría aclaraba en conferencia de prensa que el Gobierno recurrirá ante el Tribunal Constitucional todos los pasos del Gabinete de Mas en la línea del derecho a decidir. Incluso dejó claro que La Moncloa estudia recurrir la constitución de la comisión parlamentaria nacida a tal efecto el pasado miércoles en la Cámara catalana.

El encuentro de Rajoy y Mas en Barcelona no invitaba a mostrar disensiones en público. La cita se produjo durante un almuerzo con empresarios, muchos de ellos extranjeros, del sector automovilístico con motivo de la inauguración Salón del Automóvil de Barcelona. No era el mejor escenario para mostrar tensiones. Rajoy y Mas se sentaron en la misma mesa y posteriormente se reunieron 20 minutos. Fue su primer encuentro tras su cita privada de hace dos meses. En sus parlamentos, los dos pusieron el acento en demostrar su respaldo incondicional a uno de los principales sectores industriales de España. Los dos destinaron sus discursos a destacar la competitividad de las empresas automovilísticas radicadas en España. Rajoy puso énfasis en las ventajas que ha aportado a esta industria la reforma laboral y destacó los mil millones de inversión que las principales marcas con fábrica en España harán los próximos meses.

La decisión del Constitucional de suspender la resolución soberanista aprobada por el Parlamento autonómico que declaraba a Cataluña “sujeto soberano y político” planeó sobre la cita. Rajoy, sin embargo, evitó valorarla —hizo un discurso que se pudo seguir a través de una pantalla— y solo hizo referencias muy vagas. Primero, recordó la gran cantidad de ciudadanos del resto de España que se afincaron en Cataluña para trabajar en el sector automovilístico. Y, después, utilizando una metáfora futbolística, reivindicó ante Mas las ventajas de mantener las cosas como están. “España es un gran equipo plural, trabajador, abierto y solidario. No podemos aspirar a nada grande si no somos grandes”. Y añadió: “Cuanto más grande sea este equipo y más capaz sea de fijar los objetivos, más capaces seremos”.

El tono conciliador de Rajoy contrastó, sin embargo, con el contundente mensaje lanzado casi a la misma hora por la vicepresidenta del Gobierno. Fue, de alguna forma, la respuesta a la postura que defendió el miércoles Mas, que avisó de que el proceso soberanista “no se congelará”. Tras la celebración del Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría anunció que ya se ha encargado a la Abogacía del Estado que estudie la comisión creada en el Parlamento de Cataluña para aplicar el “derecho a decidir”. El objetivo es incorporar la creación de ese organismo al procedimiento admitido a trámite por el Constitucional. De hecho, la propia vicepresidenta ya apuntó hace semanas que estudiaría incorporar a la causa la creación del Consejo de Transición Nacional creado por la Generalitat para imaginar cómo sería un Estado catalán.

“Muchos decían que el recurso no se admitiría a trámite, y a pesar de todo esto el Constitucional lo ha admitido. Esto abre la vía para poder impugnar, recurrir o incorporar al recurso cualquier futura actuación de la Generalitat y del Parlamento catalán”, alegó la vicepresidenta, advirtiendo de que el Gobierno obstaculizará todas y cada una de las decisiones que pueda impulsar el Ejecutivo de Mas con vistas a la celebración de la consulta.

La Abogacía, según el Gobierno, deberá explicar si esta comisión parlamentaria es consecuencia de la resolución y si, en tanto que impugnada, todo lo que pueda depender de ella puede o no quedar en la ilegalidad. De hecho, esa fue la postura que defendieron los 19 diputados populares del Parlamento autonómico que se negaron a participar en el debate sobre la constitución de la comisión, al considerar que queda fuera del marco jurídico actual.

Aparcando el problema soberanista, Rajoy intentó convencer a los empresarios de las mejoras que apunta la economía pese a los seis millones de parados. “Hay realidades positivas que han vuelto a nuestra economía y datos que dicen que vamos por el buen camino”, defendió, enumerando sus logros. “Hemos corregido desequilibrios; puesto freno al déficit público; mejora la balanza comercial, vuelve la inversión extranjera y hemos frenado el aumento de la prima de riesgo”, dijo para anunciar la próxima aprobación de la Ley de Unidad de Mercado.