El PSOE propone una intervención masiva del Estado contra la crisis

El PSOE ha puesto este domingo sobre la mesa un plan para combatir en el corto y medio plazo la sangría del paro (6,2 millones de personas sin un puesto de trabajo). El proyecto de los socialistas, articulado en seis ejes, plantea una fuerte intervención del Estado para reanimar la economía, reducir el paro —y salvar a los trabajadores de los despidos por causas económicas— e impedir que quienes se vean alcanzados por el desempleo y no puedan pagar la hipoteca sean expulsados de sus casas. El plan, cuyas líneas maestras han sido presentadas por Alfredo Pérez Rubalcaba, supone echar mano para vivificar la economía de 30.000 millones de la línea de crédito de 100.000 millones que el MEDE (fondo de rescate de la eurozona) puso a disposición de España para salvar a la banca, de los que quedan 60.000 sin utilizar.

Los socialistas proponen una política de estímulos a corto plazo para sacar a la economía de la catatonia. Entre estas medidas se encontraría la creación de un fondo público de 20.000 millones para la financiación de empresas a las que no les llega el crédito y sobreviven a duras penas. Y reclama a Bruselas que la parte de ese dinero que sea destinado a inversión productiva, I+D y educación no se contabilice como déficit público. Además, Rubalcaba quiere que el Estado bonifique de aquí a 2015 a aquellas empresas que no despidan trabajadores y opten por reducir jornadas y sueldos. El coste de los puestos salvados sería sufragado en un 50% por el Estado. El tercer pilar del plan es el llamado “fondo para reestructurar la deuda de los hogares”, dotado con 10.000 millones para facilitar plazos más largos y quitas en hipotecas para la compra de viviendas habituales en riesgo de impago.

Bruselas, hasta ahora, ha rechazado que el fondo de 100.000 millones se destine a otra cosa que no sea el rescate bancario.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha presentado el plan tras reunirse en la sede del PSOE, en la calle de Ferraz de Madrid, con su equipo económico y las direcciones del Grupo Socialista en el Congreso, Senado y Parlamento Europeo. Las principales medidas que contempla el plan, que será estudiado a partir de esta semana en la Comisión Permanente de la Ejecutiva del PSOE, son las siguientes:

» Dinero para regar la economía real. Bajo este epígrafe Rubalcaba ha englobado este domingo la necesidad de que “llegue a corto plazo el crédito para quien lo necesita”. Las pequeñas y medianas empresas se quejan de que nos les llega el dinero y que sus líneas de crédito están cortocircuitadas. Por ello el PSOE plantea crear un fondo público de 20.000 millones de euros “para la financiación de las empresas (inversión y liquidez), el fomento del autoempleo, la iniciativa emprendedora y la internacionalización de las empresas”.

» Moratoria de tres años en los despidos. El PSOE parte de la base de que lo primero que hay que hacer es impedir que se destruya más empleo y para ello propone una medida a la alemana que se aplicaría hasta 2015: bonificar a las empresas en dificultades que se comprometan a no despedir acogiéndose a las causas económicas. Para ello, plantean, el trabajador debería aceptar un recorte de jornada y una reducción de sueldo proporcional. “El coste del puesto de trabajo que se mantuviese correría a cargo del empresario y del Estado, a partes iguales. En el caso de trabajadores mayores de 50 años, la aportación del Estado alcanzaría el 60%”, puede leerse en el documento del PSOE. Para las compañías de menos de 50 trabajadores, la propuesta consiste en incentivar las nuevas contrataciones que aumenten la plantilla. ¿Cómo? Mediante una “bonificación extraordinaria y decreciente durante tres años del 100% de las cotizaciones sociales el primer año, el 75% el segundo y el 50% el tercero”.

» Impedir que el paro lleve al desahucio. La llegada del paro a una familia está suponiendo que esta no pueda pagar la mensualidad de la casa en la que se cobija y se vea inmersa en un proceso de desahucio. El PSOE propone que se cree un “fondo para reestructurar la deuda de los hogares dotado con 10.000 millones”, que se destinaría a aquellas familias que no puedan pagar el préstamo por “causas sobrevenidas por la crisis”. Para acudir al fondo habría que renegociar la hipoteca en su totalidad y, si hubiera pérdidas (por quitas, por ejemplo), Estado y prestamistas las asumirían a medias.