El Rey quiere aumentar sus reuniones con agentes sociales y empresarios

El Rey quiere hacer ver que está muy recuperado de su operación de columna del pasado 3 de marzo; que la abdicación nunca ha estado sobre la mesa y que quiere volver a “dar guerra” —como advirtió al poeta Caballero Bonald el pasado 22 de abril en su primera audiencia pública tras la intervención—. Con esa intención, la Casa del Rey permitió, por primera vez en casi 10 años, a las cámaras de TVE entrar en el despacho del Monarca para grabarle planificando su agenda con el jefe de la Casa, Rafael Spottorno. Las imágenes se emitieron en el programa Audiencia Abierta ayer, un día después de que el CIS revelara que los españoles dan a la Corona la nota más baja de su historia: un 3,6 sobre 10.

Esa agenda que el Rey acaba de recuperar tendrá este año menos actividades internacionales. El Monarca desea centrarse en la crisis española y aumentar las reuniones con agentes sociales, ciudadanos y empresarios, según fuentes de La Zarzuela.

Tanto en los despachos semanales que mantiene con el presidente, Mariano Rajoy, —y que no se interrumpieron tras su operación—, como en las habituales reuniones con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, el Rey ha insistido en la necesidad de “consensuar políticas” para crear empleo, según fuentes de La Zarzuela. La palabra “pacto” es “prematura”, afirma un portavoz de la Casa del Rey, pero don Juan Carlos desea reforzar su papel de árbitro e instar a los representantes políticos, como ya hizo en su discurso de la pasada Nochebuena, a practicar “la política con mayúsculas”: “la que sabe renunciar a una porción de lo suyo para ganar algo mayor y mejor para todos; la que busca el entendimiento y el acuerdo para resolver los grandes desafíos colectivos”.

No obstante, advierten desde La Zarzuela, el Rey no puede sobrepasar ese papel de moderador que recoge la Constitución, por lo que las reuniones con los agentes sociales no serán antes de la cita de Mariano Rajoy con los líderes sindicales el próximo 16 de mayo.

Fuera de España, las principales citas en la agenda del Monarca serán la visita a Marruecos por invitación del rey Mohamed VI —que don Juan Carlos aplazó para operarse— y el viaje a Florida y probablemente, según ha sabido EL PAÍS, también a California, para participar, respectivamente, en los actos por el quinto centenario de la llegada del descubridor español Ponce de León y por el 300 aniversario del nacimiento del misionero mallorquín Junípero Serra, fundador de los asentamientos que dieron lugar al Estado de California. Ambos viajes serán previsiblemente tras el verano.

La Casa del Rey dice ser “muy consciente del deterioro de imagen” que muestran no solo encuestas públicas, como la del CIS, sino las que encargan internamente para tantear periódicamente su popularidad. Esa preocupación por la pérdida de prestigio motivó que el Rey adelantara su vuelta tras su operación de marzo, cuando el neurocirujano le auguró un tiempo de recuperación de “entre dos y seis meses”. Don Juan Carlos detesta que se especule sobre su salud. Por eso el pasado martes, el mismo día que los Príncipes asistían a la coronación de los reyes de Holanda, el Monarca decidió personalmente acudir al partido entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund para dejarse ver por primera vez desde su operación fuera de La Zarzuela.