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Baleares subcontrata la gestión de la ‘pirámide’ de Matas para poder reabrirla

El centro de interpretación del Parque Nacional de Cabrera refleja la desmesura del 'boom'

Símbolo de la desmesura económica y de la grandiosidad política en pleno boom, el centro medioambiental de interpretación del parque nacional de Cabrera —la pirámide que Jaume Matas (PP) hizo construir frente a sus apartamentos de veraneo en Sa Colònia de Sant Jordi mientras era ministro de Medio Ambiente— fue cerrada por el Gobierno de José Ramón Bauzá (PP) hace cuatro meses. En su construcción se invirtieron 21 millones, más del doble de lo presupuestado. Y resultaba imposible mantenerla abierta por su altísimo coste.

El Ejecutivo balear ha subcontratado ahora el control y gestión directa del complejo más importante de su red de espacios naturales. Tras resultar desierta la oferta pública para la explotación privada, la empresa semipública estatal Tragsa asumió el 1 de mayo, por delegación, un contrato para mantener su funcionamiento. El Estado retoma así indirectamente el control del centro donde debe mantener las puertas abiertas y los acuarios con vida. Los presupuestos de mantenimiento se rebajan a un tercio del más de un millón anual previsto.

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Jaume Matas quiso que el cercano parque de Cabrera tuviera presencia en Mallorca, ante su balcón de veraneo, en Sa Colònia de Sant Jordi, en el municipio de Ses Salines. Ideó un moderno parque temático con acuarios y escenografía que recrean el ambiente submarino y terrestre del parque nacional. La megaobra, que se inició en tiempos del Gobierno de Aznar bajo la máxima de Matas del “que puedo hacer para que se note que soy ministro” o “qué dinero puedo traer de Madrid a Baleares", no se se concluyó, por su complejidad, hasta el mandato del Gobierno de Zapatero. El museo torre —pirámide de 4.000 metros cuadrados y dos alturas más de las previstas— costó más de 21 millones. Las obras se prolongaron más de cuatro años y no pudo estrenarlas su promotor, ni cuando fue ministro, ni después mientras era presidente de Baleares (2003-2007).

Esa idea de Matas resultó ser la mayor inversión jamás realizada por la sociedad estatal de Parques Nacionales en todo el España, según especificó en su día la que era ministro de Medio Ambiente, Cristina Narbona. De hecho, la importancia de la obra hizo durante la negociación de la transferencia a Baleares de las competencias en Medio Ambiente, la partida de la pirámide atascase la transferencia durante más de dos años.

El centro ha estado paralizado porque el Gobierno balear no podía gastar 5.000 euros en cambiar una lámpara de un proyector de una de las salas multidisciplinares. Numerosos alumnos lo han visitado y tiene un cierto interés para el turismo de la zona. La huella de Matas es notable alrededor de Sa Colònia y en la ruta de acceso en Campos. El ministro invirtió en su paisaje hasta 25 millones, con paseos marítimos, parques de esculturas y un plan de restauración de molinos de viento en Campos que ha sido un fracaso en su vertiente de generación de energía, el motivo que propició su subvención estatal.

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La torre de Sa Colònia tuvo que realzarse dos plantas sobre el proyecto para poder ver Cabrera. La Fiscalía Anticorrupción, en el marco de las indagaciones sobre las denuncias sobre Jaume Matas, reclamó al Ayuntamiento de Ses Salines los expedientes urbanísticos del entorno del edificio acuario y analizó la compra del carísimo solar en el que se alza el centro.

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