La soprano de la trama de corrupción del ‘caso Scala’ da su versión a la Audiencia
Isabel Rosselló fue testaferro y cómplice de su esposa, la líder de la organización
La Audiencia de Palma ha escuchado hoy la versión de la cantante de ópera Isabel Rosselló sobre su protagonismo como testaferro en la trama de corrupción en el Gobierno del PP de Jaume Matas, el caso Scala que la Policía bautizó por su implicación.
La soprano Rosselló, que cantó en muchos actos oficiales en medio mundo organizados por su trama, tiene una petición de pena de menos de dos años. En el juicio tiene un papel secundario por ser titular de una sociedad pantalla para fabricar facturas adecuadas para la organización. La asociación ilícita la lideró su esposa, la gerente de una empresa autonómica, Antonia Ordinas, junto al director general de Industria de Baleares, Kurt Viaene, y el consejero balear de Comercio, José Juan Cardona.
Anticorrupción cree que se malversaron 8,2 millones de euros entre 2003 y 2007, con comisiones de hasta el 40%, según la acusación asumida por la mayoría de imputados, en su pacto de colaboración con la Justicia y de reparación del daño, con un depósito inicial de más de un millón.
Ordinas, que era la directora gerente del Consorcio de Desarrollo Económico de las islas Baleares CDEIB, tiene una petición del fiscal de cuatro años de cárcel mientras que Viaene afronta una posible pena de cinco años y medio de cárcel. Viane dijo en el juicio que cobró comisiones y que las pagó (cinco veces y en mano hasta 100.000 euros) al consejero Cardona, que se enfrenta a una petición de 21 años de cárcel. Cardona rechaza todos los hechos y cualquier responsabilidad, en especial el cobro de dinero ilegal de las comisiones.
El empresario de publicidad Joan Rosselló ha dado también en el juicio su versión, como acusado en la trama. Durante su comparecencia se esperaba conocer además su relación con el episodio de la supuesta financiación electoral del PP de Ibiza y Formentera. Rosselló fue emplazado por el líder del PP y consejero Cardona a regalar una edición de seis toneladas de folletos municipales y autonómicos para las elecciones de 2007. El transporte de esta partida de publicidad política, urgente y por avión, desde Palma hasta Ibiza, costó 10.000 euros y fue pagado desde las arcas públicas. El PP figura en el juicio como posible responsable civil, para retornar esta partida.
Rosselló fue requerido por Cardona para realizar sin coste para el PP los folletos individualizados por candidaturas locales, contraprestación por el gran monto de contratos oficiales que había logrado de su consejería. En cuatro años, Rosselló obtuvo adjudicaciones por seis millones de euros, sin competencia.
El publicista, que ha confesado su implicación, ha retornado parte de los fondos malversados. Quince de los encausados (todos menos dos) han pactado su implicación en el caso Scala, conocido popularmente como el de las cajas de Cola Cao enterradas con 240.000 euros de dinero sucio de dádivas. Este botín —que fue sacado del banco cuando se inició la investigación— estaba en el jardín de la casa de la gerente Antonia Ordinas y su pareja Isabel Rosselló.
