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Cospedal tilda los escraches de “nazismo puro” propio de antes de la Guerra Civil

La secretaria general del PP nombra a Bárcenas y asegura que es “la primera indignada” por la actuación del extesorero

María Dolores de Cospedal aprovechó este sábado un acto del PP organizado para conectar con los ciudadanos y recuperar el prestigio de la política para arremeter, sin término medio, contra uno de los efectos de la presión social. La número dosde los populares tildó los escraches de las víctimas de los desahucios de “nazismo puro” y reflejo de “un espíritu totalitario y sectario” propio de los años treinta.

Al finalizar una mesa redonda sobre la pérdida de confianza y el desapego ciudadano a la clase política que certifican todas las encuestas, la secretaria general del PP consideró que las polémicas protestas frente a los domicilios de dirigentes y parlamentarios de la formación suponen un intento de “tratar de violentar el voto” y las reglas de la representatividad democrática. Así, en su opinión, “por muy loable y defendible” que sea la causa de los afectados por las ejecuciones hipotecarias, “todo pierde el sentido cuando se ejerce la violencia para conseguirlo”.

Cospedal, que argumenta que se está persiguiendo a los políticos que “hacen algo ahora, pero no se persiguió a los que antes no hicieron nada”, se remontó además a la década de los treinta y a los años previos a la Guerra Civil, cuando, dijo, se iba a señalar a las casas de ciertas personas por su pertenencia a determinados grupos.

En el PP, sin embargo, insisten en que “por primera vez en la historia de España, el Gobierno se está ocupando de los desahucios”. Lo señaló Cospedal, que pretendía reivindicar la política y el sentido de los partidos en un acto moderado por Esteban González Pons y en el que participó el ministro de Industria, José Manuel Soria. “Sin políticos no hay política y sin política no hay democracia... Jugar a que la diana sea el político es ir contra la democracia”, reiteró la secretaria general.

No nombró siquiera la palabra escrache —no le gusta, apuntó—. En cambio, la máxima responsable del partido después de Mariano Rajoy se decidió a mencionar directamente al extesorero Luis Bárcenas tras evitar hacerlo incluso en la última Junta Directiva Nacional del PP. “No voy a evitar el nombre”, enfatizó. “El señor Bárcenas, el que fue hasta hace tres años tesorero del PP, está inmerso en dos o en tres procedimientos judiciales iniciados algunos antes de que gobernara el PP, pero continuados con el Gobierno del PP”. Esta circunstancia, según Cospedal, demuestra la independencia de jueces y fiscales y es “un reflejo de calidad democrática”. La dirigente popular, además, fue más allá al declararse como “la primera indignada” tras conocer “lo que hacía y lo que tenía el tesorero”. No obstante, quiso zanjar marcando distancias: “Pero serán los tribunales, si queremos vivir en un país habitable, los que tengan que decidir”.

Antes de la intervención de Cospedal, Pons moderó una mesa redonda, celebrada en una cafetería del madrileño barrio de Salamanca, a la que asistieron varios diputados del PP, miembros del Comité Ejecutivo Nacional y la presidenta del partido en la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En ella intervinieron el empresario y expolítico Rodolfo Martín Villa, que animó a buscar la “complicidad” entre los principales partidos y contextualizó la Transición frente a la etapa actual; el sociólogo Narciso Michavila, quien recordó  que el problema no son las protestas por los desahucios sino los desahucios en sí; y la periodista Isabel Durán.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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