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El presidente del Congreso expulsa a tres diputados del pleno por hablar en catalán

Tardá, Bosch y Jordá se justifican en el fallo que dictamina clase en castellano si lo pide un alumno

Foto: atlas | Vídeo: Uly Martin / Video: Atlas
ANABEL DÍEZ | CORRESPONSAL POLÍTICA

Un día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ampare la enseñanza en castellano si lo pide un solo alumno, los diputados de ERC interpretan que, en sentido inverso y como forma de protesta, pueden hablar catalán en Madrid con tal de que uno de ellos lo demande. Se trata solo de eso, de una protesta. Pero como el Reglamento del Congreso lo prohíbe, el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, ha expulsado de la tribuna de oradores a los tres diputados de ERC, que han pretendido hacer sus intervenciones íntegramente en catalán a pesar de los requerimientos en contrario de Posada. Con tres llamadas al orden el diputado es sancionado con la expulsión de la tribuna e incluso del pleno, aunque el presidente, que ha tratado de conducir la situación con el menor estruendo posible, solo les ha pedido que desalojaran la tribuna pero no les ha exigido que abandonaran el hemiciclo como sí lo permite el Reglamento. También la actitud de los expulsados ha sido correcta aunque sin dar un paso atrás en su intención.

Los expulsados han sido Joan Tardá, Alfred Bosch y Teresa Jordà, por este orden, según han subido a la tribuna para fijar su posición sobre asuntos diferentes.

Primero fue Joan Tardá, en torno a las diez y media de la mañana cuando empezó a exponer su posición sobre la reforma de las pensiones. Avisó en castellano de lo que iba a hacer: “Ayer un Tribunal dictó que en Catalunya, un sólo alumno que pide el cambio de lengua al castellano obliga a cambiar de idioma al aula entera. La mayoría del PP siempre ha sostenido que lo que vale en Catalunya vale en toda España. En lógico paralelismo, y en justa correspondencia, entendemos que un sólo diputado que exija en esta cámara un cambio de lengua al catalán obliga a cambiar de idioma a la cámara entera”. Este texto fue leído después por sus dos compañeros luego expulsados.

En tres minutos todo se consumó, tras los tres requerimientos o llamado al orden por tres veces al empeñarse en hablar en catalán. “Le ruego que abandone la tribuna”, le ha pedido el presidente del Congreso, Jesús Posada. Se ha ido. Un incidente que ha durado tres minutos. Poco tiempo pero de máxima tensión ya que por primera vez un tipo de incidentes de esta naturaleza se ha plasmado en la expulsión del parlamentario dado que en otras ocasiones después de varias frases en catalán el diputado, siempre de ERC, volvía al castellano.

“Le llamo al orden por tercera vez, señor Tardá abandone la tribuna”. No hubo problemas, esta vez no, y el diputado de ERC se fue. “Muchas gracias señor Tardá”, zanjó Posada. Le siguió en el uso de la palabra el diputado de Amaiur Sabino Quadra que empezó su intervención en euskera. “¿Señor Quadra quiere usted seguir el mismo camino que el diputado anterior?". Pero solo fueron unas palabras y el diputado vasco se pasó al castellano. Un par de frases en euskera se volvieron a escuchar en el hemiciclo cuando el diputado del PNV Emilio Olabarría subió a la tribuna pero enseguida avisó que su intervención iba a ser en castellano “por la relevancia de la materia”; se refería a la reforma de las pensiones.

Entendemos que con un solo diputado que exija hablar en catalán, se puede hablar en catalán"
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Aún quedaban más muestras de solidaridad con Joan Tardá. El diputado Carles Campuzano de CiU lo hizo por razones de fondo, es decir, en contra de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y su negativa a autorizar enseñanza individualizada en castellano, sino que la solución debe ser colectiva. El apoyo a Tardá lo expresó Campuzano en castellano, todo el tiempo.

El incidente se reanudó tres horas después, con otro debate, sobre pensiones, y con otro diputado de ERC, Alfred Bosch. “Entendemos que con un solo diputado que exija hablar en catalán, se puede hablar en catalán, así que voy a seguir en catalán”, ha dicho. Posada, ya alertado, le pidió “con todo cariño” que lo haga en castellano. No, lo hizo y lo argumentó: “Si a ustedes les parece mal, imagínense que les parece a los alumnos en Cataluña que por uno, les obliguen a estudiar en castellano”, y siguió en catalán. Posada le llamó al orden por segunda vez. El presidente con muy buen tono trató de reconducir una situación que ya era imposible. Incluso pidió el presidente silencio a los diputados del PP que chillaban a Bosch desde la tribuna. Llegó la tercera vez de llamada al orden, y con ella, la petición de expulsión. “Le llamo al orden por tercera vez y le pido que abandone la tribuna”. Bosch,se ha ido.

Y, una vez más se repitió la situación. La diputada de ERC Teresa Jordá, subió a la tribuna para defender la posición de su grupo sobre cooperativas y reprodujo el incidente en los mismos términos y la presidenta del Congreso, en ese momento, la vicepresidenta Celia Villalobos, actuó de la misma manera. Tres llamadas al orden y expulsión de la tribuna. Sin malos modos, por ninguna parte.

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Sobre la firma

ANABEL DÍEZ | CORRESPONSAL POLÍTICA
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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