El Gobierno, el PP y los empresarios escenifican el respaldo a Cospedal

A Mariano Rajoy no le gusta hablar muy claro sobre los temas internos, así que los rajoyólogos se concentran en interpretar sus gestos. Todo el PP habla de tres cosas: el escándalo de Luis Bárcenas, la división interna y el cuestionamiento de María Dolores de Cospedal. El presidente no se refirió a ninguna de las tres, pero todo en el acto de ayer, un desayuno con casi 1.000 personas y máxima expectación en el que Rajoy presentó a la número dosdel PP, estaba pensando para lanzar un mensaje: ella tiene todo su apoyo, no va a haber cambios y de Bárcenas él sigue sin querer hablar. “Cospedal ennoblece la vocación de servicio público”, llegó a decir. “Siempre me he sentido muy apoyada”, remató ella.

El encuentro, celebrado en un hotel de Madrid convertido ayer en un búnker de policías y coches oficiales de políticos, empresarios y embajadores —hasta 90 delegaciones—, era un auténtico monumento a las apariencias. El PP está dividido y preocupado, pero allí estaban los dirigentes más escépticos aplaudiendo como el que más a Cospedal. El Gobierno se queja en privado de que el PP no le protege lo suficiente, pero allí estaban seis ministros entusiastas con las loas de Rajoy a Cospedal.

Los empresarios también critican en privado la situación política, pero allí estaban algunos de los más importantes mostrando su apoyo a la secretaria general del PP, entre ellos José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Baldomero Falcones (FCC). Y muchos en el partido ven el caso Bankia como eje de los males del Gobierno, pero allí estaba Rodrigo Rato en el desayuno departiendo con sus compañeros del PP.

Tanto Rajoy como Cospedal hablaron de “ejemplaridad” y de abrirse a la sociedad, aunque la presión por la corrupción y la crisis es de tal calibre que el PP solo puede organizar actos en lugares cerrados por temor a las protestas, y aun así se rodea de policía, como ayer, aunque en realidad solo hubiera unas 40 personas con carteles contra los desahucios y exigiendo soluciones a las preferentes. Dos mundos, el oficial y el oficioso, que pocas veces como ayer estuvieron tan lejos.

Los máximos responsables del PP escenificaron unidad en el primer acto público multitudinario desde la cumbre intermunicipal celebrada en enero. Rajoy se deshizo en elogios. “Cospedal es la persona que nunca me dijo que no”, aseguró antes de citarla como “ejemplo a seguir en un tiempo en el que son necesarias conductas y actuaciones eficaces y ejemplares”.

Tampoco la secretaria general de los populares nombró al extesorero, aunque sí presumió de estar respaldada dentro del partido, rechazando las críticas que se escuchan en privado por su gestión del caso Bárcenas. “Yo siempre me he sentido apoyada por quien me tenía que sentir apoyada, que es por mi partido, por mis compañeros de partido y por mi presidente. Y no digo apoyada sino muy apoyada”, enfatizó. Ante la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, al vicesecretario del PP Javier Arenas, dos de los dirigentes últimamente más distanciados de la secretaria general, Cospedal trató de minimizar el escándalo evitando las alusiones explícitas, censurando “los comportamientos ilícitos e indignos” y centrando la intervención en su gestión en Castilla-La Mancha.

Cospedal aseguró que no sabe “de dónde viene” la cifra del 80% de votantes del PP que, según un sondeo de Metroscopia, creen que Bárcenas está chantajeando al partido. “No me planteo si pasa o no pasa factura”, agregó. “Hay asuntos que hoy están judicializados y me alegro mucho de que lo estén”, se limitó a asegurar antes de insistir, delante de Esperanza Aguirre e Ignacio González, en que el PP está unido. “A la hora de abordar las cosas tenemos bien claro lo que hay que hacer”.<TB>Mientras Rajoy y Cospedal evitaban citar a Bárcenas, poco después llegaban en La Moncloa frases mucho más claras de Alberto Núñez Feijóo, presidente gallego. Los barones regionales están lanzando mensajes más contundentes que la dirección. Feijóo fue tajante después de verse con Rajoy: “No quiero hablar de ese personaje. Bárcenas se ha apropiado del buen nombre del PP para enriquecerse. Y estoy convencido de que pagará por lo que ha hecho. Yo de Bárcenas no me creo nada, pero la agenda de España no la puede marcar este señor”.