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El CNI informará al Congreso sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein

La princesa ha asegurado haber realizado trabajos secretos y clasificados para el Gobierno

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga personal del Rey, no existe para el Gobierno. Ni siquiera el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, pronunció su nombre ayer en el Senado cuando fue preguntado por Iñaki Anasagasti (PNV) directamente sobre ella, con un mecanismo similar al que atenaza por otros motivos a los miembros del Gobierno para mencionar el de Luis Bárcenas y que ayer afectó a Mariano Rajoy y a Fátima Báñez.

Lo que sí hizo Margallo fue negar cualquier relación con la citada Corinna, tal y como ha hecho hasta ahora oficialmente el actual Ejecutivo y el anterior a través de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ella, en distintas entrevistas, ha asegurado que ha realizado trabajos secretos y clasificados para el Gobierno y, por tanto, inconfesables. Por eso, Izquierda Unida ha pedido explicaciones al Ejecutivo y el próximo 19 de marzo acudirá al Congreso el responsable del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, para contar todo lo que sepa sobre los trabajos “delicados” que asegura haber hecho la princesa Corinna por encargo de los Gobiernos de España.

Hace pocos meses la Mesa del Congreso frenó preguntas del diputado de IU Gaspar Llamazares sobre la amiga del Rey y sus supuestos negocios vinculados a concesiones a empresas españolas en otros países. “Nos interesa que se nos informe sobre lo que doña Corinna ha dicho públicamente y es que ha prestado servicios a España”, aseguró el portavoz de IU, José Luis Centella.

El insólito motivo para la comparecencia del responsable de los servicios secretos se completará con su explicación sobre la trama de supuesto espionaje político en Cataluña a petición de CiU. Lo hará dentro de la comisión de gastos reservados, es decir, a puerta cerrada y en teórico secreto. Según la senda marcada por el Gobierno, su versión tendrá que ser necesariamente negar relaciones comerciales o económicas con la relaciones públicas alemana.

El ministro Margallo hizo en su respuesta en el Senado un largo circunloquio sobre la regulación de los lobbies, para dedicar segundos escasos a la autodefinida como princesa alemana. Garantizó que Corinna no realizó ningún trabajo para el Gobierno y que el Ejecutivo no cuenta con ninguna partida presupuestaria para pagos a intermediarios internacionales. Sobre el uso de los gastos reservados, recordó su confidencialidad, pero aseguró que no hay “la menor referencia” relacionada con este asunto.

Para el senador del PNV Iñaki Anasagasti la noble alemana es “muy mentirosa” por hacerse pasar como cooperadora de actividades de España en el exterior. El senador nacionalista ha dicho creer al ministro antes que a la noble alemana, a la que se refirió como intermediaria internacional que ejerce el cargo de “lobbysta” y “se jacta públicamente de ello”. Margallo defendió la actividad legal de los lobbies.

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