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Rajoy sobre Bárcenas: “No lo cité ayer y no lo haré hoy”

El PP negocia con la oposición medidas anticorrupción “Esas personas hace años que no tienen cargos del partido”

Ahora toca traducir en textos concretos la panoplia de medidas contra la corrupción y de regeneración de la vida política que ofreció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el primer día del debate del estado de la nación. Los grupos de la oposición recibirán hoy un texto del Grupo Popular con las propuestas para el acuerdo, que abarcan cambios normativos de diferente rango. Esa será la base de una resolución que los diputados votarán el próximo martes, como culminación del debate. El intento de pacto llegará de la mano del portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, quien reconoció ayer en la tribuna, y para cerrar los dos días de debate, lo que su jefe aún no ha hecho. Es decir, que evidentemente que Bárcenas estuvo años contratado en el PP, y que “faltaron y fallaron controles y se relajó la exigencia ética”.

La sorpresa la proporcionó de nuevo la reacción de Rajoy. El presidente había dado muestras durante el día anterior de que en el diario de sesiones no iba a aparecer con su voz pronunciando los nombres que con fruición repicaban los portavoces de la oposición. Pero al final lo hizo, aunque indirectamente: “No voy a citar a nadie; no lo hice ayer y no lo voy a hacer hoy. Pero las personas que ha citado usted hace ya años que no asumen ningún tipo de responsabilidad en mi partido”.

Se refería al anterior tesorero del PP Luis Bárcenas y a Jesús Sepúlveda, antiguo alcalde de Pozuelo. No quería “mencionar a nadie en concreto”, pero lo cierto es que así se metió de lleno en un terreno pantanoso al hacer esa alusión, ya que ambos mencionados han tenido vinculación laboral con el PP hasta fechas recientes. Sepúlveda fue despedido del partido hace solo diez días y Bárcenas vio satisfechas sus cuotas de la Seguridad Social como empleado del partido, oficialmente, hasta el pasado diciembre.

Estas contradicciones y la petición de explicaciones sobre el caso Bárcenas irán en paralelo a un acuerdo o más bien acuerdos parciales, ya que la mayoría de los grupos son proclives a estudiar la oferta del Gobierno tema a tema. Así va a tener que ser porque las propuestas anticorrupción de Mariano Rajoy no se pueden traducir en una sola norma. Tampoco lo pretende el Gobierno, ya que algunas modificaciones afectan al Código Penal y otras a futuras leyes, es decir, a una legislación que aún no existe, como la Ley de Transparencia. Otras normas deben aprobarse por acuerdo de la Mesa del Congreso, ya que afectan a parlamentarios.

A últimas horas de la noche, el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, había empezado sus conversaciones con los grupos sobre el contenido de la amplísima propuesta, que culminarán hoy antes de las 20.00 horas, cuando terminará el plazo de presentación de resoluciones. Todo está bastante pensado y estudiado en el Gobierno a través de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, aunque será Alfonso Alonso, el portavoz parlamentario, quien mantendrá las conversaciones con los demás grupos.

La interlocución está asegurada porque nadie quiere aparecer en una posición remisa a un acuerdo de esa naturaleza. Pero el resquemor y el malestar son muy evidentes. Unos lo manifiestan en privado y otros con toda claridad en la tribuna de oradores, como hicieron el primer día del debate Alfredo Pérez Rubalcaba, del PSOE; Josep Antoni Duran Lleida, de CiU; los portavoces de Izquierda Plural, Cayo Lara, Joan Coscubiela y Chesús Yuste; y Rosa Díez, de UPyD. Pero ayer hubo incluso más claridad y crudeza en la manifestación de cierto enojo. Toda la cámara se ve abocada a un pacto que propone el Gobierno “cuando aún no ha dado explicaciones”, como se quejó el portavoz del PNV, Aitor Esteban.

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El político peneuvista glosó, sin medias tintas, las peripecias del extesorero en relación al PP. “Un día el señor Bárcenas es historia en el PP y otro nos desayunamos con que dos años después tiene un despacho en la sede del partido y el siguiente nos enteramos de que además ha cobrado un sueldo y han sido ingresadas a su nombre las correspondientes cuotas a la Seguridad Social”. Y en medio de esta situación, Rajoy se lanza a “iniciativas legislativas, cuando no dice nada de lo que afecta a su partido”, se quejó Esteban.

Nada le respondió Rajoy, pero sí le agradó al presidente la parte del discurso de los portavoces, incluido Esteban, que reniega de la generalización de las acusaciones de corrupción. “Es verdad que han aflorado casos graves, inadmisibles, y eso afecta al Gobierno de España y a toda la clase política. Pero afirmo que la generalización injusta ayuda al desapego ciudadano”.

Todos los portavoces que intervinieron el segundo día del debate del estado de la nación le pidieron a Rajoy cuentas por el caso Bárcenas. Lo hizo Alfred Bosch, de ERC, que animó a todos los partidos a “eliminar cualquier atisbo de privilegio”. Muy rotunda fue la portavoz del BNG, Olaia Fernández Dávila, que se dirigió así al presidente: “La sospecha recae sobre usted y sobre su partido, por eso tiene que convocar elecciones”. Con moderación, pero sin ambages, también hizo la misma recriminación Uxúe Barkos, de Geroa Bai. Con más crudeza se expresaron Joan Baldoví de Compromís-Equo (que lo escenificó enseñando cuatro sobres), e Iker Urbina, de Amaiur.

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