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Aguirre descalifica a Ana Mato

La presidenta del PP de Madrid arremete contra la ministra, ataca a Cospedal y se enfrenta a Ana Botella en una reunión interna del partido

Aguirre, en un momento de la rueda de prensa.
Aguirre, en un momento de la rueda de prensa.ULY MARTÍN

El comité de dirección del PP de Madrid vivió ayer un grave enfrentamiento interno entre sus principales líderes políticos. La discusión se elevó tanto de tono que al menos seis de los presentes la calificaron de “bronca” y “enfrentamiento” entre la expresidenta de la Comunidad y actual presidenta regional del partido, Esperanza Aguirre, y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Pese a su teórica retirada de la primera línea política, como dijo cuando se fue en septiembre de la Comunidad, Aguirre sigue actuando como lideresa del PP de Madrid con sus propias posiciones públicas y también en las reuniones internas. Ayer, tras la reunión del comité de dirección del partido en Madrid, defendió en público una “regeneración democrática” y propuso listas abiertas, en contra de las posiciones actuales de la dirección nacional. Dentro de la reunión de la dirección del PP, criticó abiertamente la débil gestión que Dolores de Cospedal, la secretaria general, ha hecho del caso Bárcenas, y aseguró también que ella habría destituido a la ministra de Sanidad, Ana Mato, a la que una unidad policial identifica con gastos y pagos de la trama Gürtel.

Al menos cuatro dirigentes del PP de Madrid aseguran que Aguirre, en la reunión interna, llegó a descalificar en términos muy duros a la secretaria general de su partido por no haber mostrado suficiente energía frente al caso Bárcenas. Aguirre es de los partidarios de haberse querellado ya contra el extesorero, algo que el PP aún no ha hecho. A la reunión interna asistieron unas veinte personas, que se conjuraron para no contar nada de lo sucedido.

El Comité de Dirección del PP de Madrid de ayer fue especialmente bronco. Los escándalos de corrupción que sacuden al partido, con Luis Bárcenas en boca de todos, desencadenaron un cónclave tenso, según al menos media docena de fuentes. Aguirre, que ya estuvo el sábado en la ejecutiva nacional convocada por Mariano Rajoy, mantuvo una argumentación muy distante de la gestión que la dirección nacional de su partido ha hecho del escándalo. Sus posiciones fueron más duras contra los implicados en el caso, especialmente contra Bárcenas.

No fue el único momento caliente de la reunión. La cita empezó a las nueve de la mañana y duró casi hasta las once. Una hora más de lo previsto inicialmente. Alguno de los dirigentes más próximos a Aguirre intentó luego descafeinar la bronca: “Ha sido solo un comité tenso e intenso”. Sin embargo, otros dirigentes presentes sí confirmaron la tensión y aseguraron que el actual presidente de la Comunidad, Ignacio González, llegó a intervenir para apaciguar los ánimos.

Esas fuentes explican que Aguirre también aseguró dentro del cónclave, sobre el caso de Mato, que ella ya habría hecho dimitir a la ministra de Sanidad. La policía acaba de ratificar en un informe que la trama corrupta liderada por Francisco Correa pagó entre 2000 y 2004 gastos de viajes y fiestas infantiles a la familia de Jesús Sepúlveda, exmarido de la ministra. La Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) sostiene que recibieron 50.049 euros y que realizaron viajes gratis a distintos destinos tanto dentro como fuera de España. Mato lo niega y achaca todas esas operaciones a su exmarido.

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Aguirre también señaló que habría actuado con contundencia contra Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón imputado en la trama Gürtel. Sepúlveda sigue cobrando un sueldo como asesor a distancia del PP, sin tener que acercarse a la sede de Génova 13. El vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, argumentó este lunes que una imputación “no es razón objetiva para echar a alguien de su trabajo” y que Sepúlveda “es funcionario de la casa y no puede ser despedido legalmente”. El exmarido de Mato está citado a declarar el 13 de febrero en la Audiencia Nacional.

Con Aguirre como presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Sepúlveda dimitió como alcalde de Pozuelo, según recuerda el entorno de la expresidenta. Aguirre se mostró mucho más prudente, sin embargo, sobre los casos de Mato y Sepúlveda en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección. Rodeada de cámaras, Aguirre no pidió la dimisión de Mato. Se lo dejó a la propia ministra de Sanidad: “La dimisión es una cuestión personal, es la ministra la que lo tiene que decidir”.

Preguntada por la situación de Sepúlveda, no se mostró en público partidaria de despedirle, pero tampoco le defendió. La respuesta de Aguirre fue más subliminal. La presidenta de Madrid durante nueve años se puso de ejemplo, dando a entender lo que ella habría hecho en el caso del exmarido de Mato y exalcalde de Pozuelo: “He apartado del partido a un consejero, tres diputados, varios alcaldes... Fueron expulsados mucho antes de que les imputaran y no tienen ningún vínculo con nosotros, no cobran un dinero como asesores ni nada... Nos hemos enfrentado a casos donde luego había corrupción”, afirmó, en referencia a los casos de Alberto López Viejo (exconsejero de Cultura y Deportes), Arturo González Panero (exalcalde de Boadilla), Alfonso Bosch (exdiputado regional) y Benjamín Martín Vasco (ex teniente de alcalde de Arganda del Rey).

El otro episodio de tensión fue el enfrentamiento de Aguirre con Ana Botella, a propósito de la gestión del caso Madrid Arena. La alcaldesa de Madrid lamentó la falta de apoyo del partido en la crisis que ha provocado la dimisión de varios concejales del PP de la capital, imputados por el juez que investiga la tragedia.

Según varios asistentes, la expresidenta de la Comunidad le replicó con dureza, poniendo en cuestión también la forma en que la alcaldesa ha gestionado las consecuencias de la tragedia. Y le reprochó que firmase en contra del desmantelamiento del hospital de La Princesa.

En la rueda de prensa posterior, Aguirre pidió una nueva Ley Electoral y purgar la política de los “profesionales” que quieren vivir exclusivamente de ella. “Estamos ante una oportunidad para la regeneración democrática, que se tenía que haber hecho antes, y pueden contar conmigo para hacerlo”, aseguró. Y puntualizó que eso no significa que vaya a volver a “la primera línea política”. Es decir, que aspire al puesto de Mariano Rajoy.

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