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El Rey sondea en privado a empresarios catalanes

Don Juan Carlos se ha reunido con el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara Quiere conocer de primera mano la situación tras la escalada del discurso soberanista

El Rey y José Manuel Lara en el 50 aniversario del Círculo de Economía.
El Rey y José Manuel Lara en el 50 aniversario del Círculo de Economía. MARCEL·LÍ SÀENZ

Con la máxima discreción que demandan operaciones de esta naturaleza, el Rey ha iniciado conversaciones privadas con empresarios catalanes para conocer de primera mano la situación desencadenada tras la multitudinaria manifestación del 11-S en Barcelona y la paulatina escalada del discurso soberanista, así en la esfera política como en la calle.

Uno de los primeros en intercambiar impresiones con el monarca ha sido el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara. La entrevista tuvo lugar la semana pasada, pocos días después de que el 28 de septiembre el empresario afirmara que si Cataluña fuera independiente trasladaría su editorial “a Zaragoza, Madrid o Cuenca” porque “no tiene sentido tener la sede en un país extranjero que habla otro idioma”. El impacto de esas declaraciones en ABC Punto Radio habrían acelerado el encuentro entre don Juan Carlos y el máximo representante de un grupo empresarial que históricamente mantiene muy buenas relaciones con la Monarquía.

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La charla del Rey con Lara formaría parte de una serie más amplia de contactos que el monarca mantiene con representantes de la sociedad civil catalana, entre los que estarían otras personalidades del mundo de la cultura y el sector editorial, del ámbito empresarial y también editores de medios de comunicación.

Esos contactos ratificarían la inquietud que el independentismo catalán ha generado en el jefe del Estado y que se tradujo el pasado 18 de septiembre en la primera carta abierta que publicó en la web de la Casa Real, donde aseguraba: “Lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia”.

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