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El PP cree que las protestas sociales y el soberanismo debilitan la marca España

"[Se da] una imagen de división interna en un momento de convulsión", lamenta el ministro El PSOE insta al titular de Exteriores a preocuparse "más" por la imagen que da el Gobierno

“El mal uso de la imagen” del Barça, las manifestaciones independentistas durante el clásico jugado ayer, “las amenazas soberanistas” en el País Vasco y en Cataluña, la protesta ciudadana, la oposición socialista y la actuación de los sindicatos, la convocatoria de una huelga general… Representantes del Gobierno y dirigentes del PP se han empleado hoy, en plena campaña para las elecciones autonómicas en Euskadi y Galicia, en enumerar los factores que, en su opinión, contribuyen al menoscabo de la marca España en el exterior y perjudican los mensajes que el Ejecutivo de Mariano Rajoy pretende trasladar a los mercados y a los socios europeos.

Días después de las declaraciones del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, y de la publicación en el prestigioso semanario The Economist de un artículo titulado "Misterioso Mariano", el PP busca y señala a los culpables antes de que la crisis de imagen sea irreversible. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha afirmado por ejemplo que lo ocurrido este domingo durante el partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid en el Camp Nou, donde se mostró una bandera catalana gigante y hubo gritos a favor de la independencia de Cataluña, perjudica a la marca España y da "mala imagen" en el extranjero, informa EP. Pese a que el número tres del PP, Carlos Floriano, ha querido matizar más tarde que “hubo quienes gritaron pero hubo muchos que no gritaron” y que “hubo mucha gente que se siente culé o barcelonista y no se siente identificada con el mensaje separatista”, el titular de Asuntos Exteriores ha insistido en que en el estadio se transmitió "una imagen de desunión en vez de una imagen de esfuerzo compartido”.

Floriano, que ha asegurado que el texto de The Economist demuestra “desconocimiento de la realidad”, ha vinculado el deterioro de la imagen hacia el exterior a las protestas sociales y a las manifestaciones sindicales. El dirigente popular no ha evitado arremeter contra el principal partido de la oposición y ha vuelto a escudarse en la herencia de la gestión de los Ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero. “El PSOE dice una cosa distinta en cada comunidad autónoma, y si hay algo en que coinciden en Cataluña y en Euskadi es la ambigüedad frente al nacionalismo”, ha afirmado antes de advertir a los sindicatos que "España no está para huelgas generales ni para pancartas". "En los 100 primeros días de gobierno ya han hecho una huelga general y ahora amenazan con otra", ha agregado.

El PSOE replicó al ministro de Exteriores que quien da mala imagen de España no es el independentismo catalán, sino el Gobierno de Mariano Rajoy. “Toda la prensa internacional está hablando y especulando sobre qué hace el señor Rajoy, y cómo el señor Rajoy está trasladando la imagen de nuestro país fuera de nuestro país”, ha dicho el número tres de los socialistas, Óscar López, tras la reunión semanal de la dirección. Según él, lo que se vivió en el Camp Nou el domingo fue “un gran espectáculo deportivo” durante el cual se escucharon, desde la grada, “opiniones”; todo en un ambiente de “pluralidad y normalidad”. Por eso, el secretario de Organización del PSOE instó a Margallo a preocuparse “un poco más” por la imagen que está dando el Gobierno allende las fronteras y menos por el desafío del Ejecutivo catalán. Además, López afirmó que Rajoy ha “maquillado” las cifras de los Presupuestos y que nadie se las cree fuera de España, informa Vera Gutiérrez Calvo. .

En la misma línea que la mayoría de los dirigentes populares, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha calificado de "chantaje inaceptable" que los sindicatos plenteen con convocar una huelga general el próximo 14 de noviembre si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no convoca un referéndum sobre su política. En una entrevista en la cadena Cope, González ha recordado que "la voluntad de los ciudadanos se ha manifestado hace poco en las urnas" y ha recalcado que esa es la única manera de expresarse "en un sistema democrático".

"A partir de ahí”, ha añadido, “si alguien no está de acuerdo tiene derecho a manifestar la discrepancia, incluso a manifestarse, pero lo que no tiene derecho es a intentar alterar el resultado de la voluntad popular porque no se esté de acuerdo con la ejecución de las medidas que el Gobierno está llevando adelante”.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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