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El Rey cree que su mensaje sobre Cataluña no daña su papel de árbitro

Don Juan Carlos llega mañana a Barcelona tras su reunión con Bill Clinton

Miguel González
Don Juan Carlos conversa, ayer, en Nueva York, con el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton.
Don Juan Carlos conversa, ayer, en Nueva York, con el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton.MIGUEL RAJMIL (EFE)

El Rey está convencido de que su irrupción en el debate público sobre el futuro de Cataluña, a través de la carta difundida en su web el pasado martes, no le ha restado capacidad de arbitraje y que su iniciativa ha sido bien acogida por la mayoría de los españoles, según fuentes de la Casa del Rey. Se trató, agregan las mismas fuentes, de una decisión muy meditada, consultada previamente con el presidente del Gobierno, y en buena medida condicionada por las circunstancias, tanto en la forma como en el momento.

Don Juan Carlos, alegan las fuentes citadas, estaba obligado a pronunciarse sobre un asunto crucial que le afecta de lleno, en la medida en que su figura simboliza la unidad del Estado, y no podía convocar al presidente de la Generalitat, Artur Mas —como ha hecho, por ejemplo, con los líderes sindicales— antes de que lo recibiera el propio Rajoy el pasado jueves. Esperar hasta su primer discurso público, que pronunciará precisamente en Barcelona el martes, habría significado mantener un prolongado silencio que no habría entendido la ciudadanía.

Rajoy y el Monarca coincidirán en Nueva York, pero no se verán allí

Don Juan Carlos coincidirá con Mas el martes por la tarde en la entrega del premio Conde de Barcelona al cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, en el palacio de Predralbes; y volverá a la capital catalana el jueves para inaugurar una terminal de contenedores en el puerto. Tendrá ocasión de medir sobre el terreno el efecto de su polémica carta. En la Casa del Rey se asume que pueda sufrir algún abucheo.

El Rey volará a Barcelona directamente desde Nueva York, donde asiste como invitado de honor al encuentro anual de la Clinton Global Iniciative, un foro que reúne a líderes políticos, mecenas y responsables de ONG de todo el mundo. El Rey se reunió ayer, por espacio de 45 minutos (diez de ellos a solas), con el expresidente Bill Clinton, reconvertido en activista filantrópico y uno de los mayores apoyos de Barack Obama para revalidar la Casa Blanca el 6 de noviembre.

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Según fuentes de la Casa del Rey, Clinton ha expresado su confianza en la fortaleza de España, Italia y Portugal para superar su actual crisis (de Grecia no ha dicho ni una palabra) y en que Alemania accederá finalmente a actuar en beneficio de la UE, mediante la compra de deuda por el BCE o la emisión de eurobonos. También ha mostrado su preocupación por la inestabilidad en el norte de África y el auge de los salafistas; y, como no podía ser de otro modo, ambos han analizado las próximas elecciones en Estados Unidos. Clinton, según las mismas fuentes, confía en la victoria de Obama, pero alerta de que aún queda mucha campaña.

Don Juan Carlos coincidirá en Nueva York con Rajoy, a quien se espera hoy por la tarde, pero no está previsto que se vean en ningún momento. El Rey ha renunciado incluso a acudir a la recepción que Obama ofrecerá a los mandatarios asistentes a la Asamblea General de la ONU para no restar protagonismo a su jefe del Gobierno. Será Rajoy quien se haga la foto con Obama en el hotel Waldorf Astoria, mientras don Juan Carlos mantendrá múltiples contactos. De la mayoría de ellos no informará la Casa del Rey al ser de carácter “privado”.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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