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la crónica

Para la izquierda parlamentaria todos los caminos conducen al recorte

De Guindos ve en peligro las prestaciones sociales

ANABEL DÍEZ | CORRESPONSAL POLÍTICA
Luis de Guindos durante la sesión de control al Gobierno.
Luis de Guindos durante la sesión de control al Gobierno.Uly Martín

Habrá muchos debates en el Parlamento sobre la situación económica y las medidas del Gobierno pero el del 12 de septiembre, entre la izquierda parlamentaria y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha inaugurado el período de sesiones con intensidad y altura dialéctica. Las posiciones han sido de enfrentamiento y perspectivas muy diferentes. Esta será la pauta del trimestre, con el forcejeo y la denuncia entre Gobierno y oposición por las medidas económicas que adopte el primero. De esta primera sesión va a quedar el aviso del ministro: "Si no se consigue en los próximos trimestres una modificación de la situación de los últimos cinco años será imposible que se sigan manteniendo las prestaciones sociales". La admonición de Luis de Guindos ha tenido la respuesta inmediata de los sindicatos y de los grupos de izquierda que, fuera y dentro del Parlamento, interpretaron que nuevos recortes están en marcha y, entre ellos, las pensiones, los sueldos de los funcionarios y las prestaciones por desempleo. La denuncia preventiva no decaerá hasta la presentación de los Presupuestos para 2012 el próximo 28 de septiembre.

Antes de conocer su contenido la oposición trata de sonsacar al Gobierno qué va a hacer. No era la intención del ministro, según fuentes de su entorno, hacer ningún anuncio sobre los peligros que se ciernen sobre las políticas sociales sino que su relato sobre la situación económica, le llevó a esa conclusión por pura lógica económica. Si no hay reformas, si no hay rescate a los bancos, la economía colapsará y no habrá recursos para nada y para nadie, tratan de explicar en el entorno del titular de Economía.

El debate lo provocó el diputado de Izquierda Plural (IU- ICV- CHA), Alberto Garzón, a través de una interpelación que tendrá su continuación la próxima semana con una moción en la que la Cámara votará propuestas concretas. El centro del reproche de Garzón se basó en la ayuda gubernamental a los bancos. Y el ministro le respondió: “Me dice que deje caer los bancos y que vaya a rescatar a los ciudadanos. Es una frase simple, sencilla y con cierto tinte demagógico. Pero cuando en la historia económica mundial se ha dejado caer el sistema financiero, como en la Gran Depresión, las caídas del PIB no fueron del 3 o 4%, sino del 20 o 25%, por la desconfianza brutal en el sistema”. El ministro hizo una incursión en la historia para introducir más advertencias. “Esa situación dio lugar a movimientos absolutamente extremistas que llevaron, a la Segunda Guerra Mundial. El tono de ministro pretendió ser didáctico con el afán de explicar a la Cámara qué puede ocurrir si se mantiene el colapso del crédito. “La mayor garantía del Estado del Bienestar, que yo defiendo, es el crecimiento económico y el empleo. Si eso no se consigue lo estaremos poniendo en riesgo". Por eso, no ve sentido en la crítica de Garzón respecto a que el Gobierno gasta el tiempo y el dinero “en salvar al sistema financiero”.

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Cambiar las bases de la economía española es lo que pretende el Gobierno pero “no va a funcionar porque parte de premisas erróneas que conduce a un modelo de sociedad con más desigualdades, con miseria y con estallidos sociales por las imposiciones que nos dejan sin futuro”. Esta es la otra cara de la moneda que presenta la izquierda parlamentaria y que ayer defendió Alberto Garzón. Dos veces sonó ayer en el hemiciclo la palabra referéndum. Garzón y antes el coordinador general de IU, Cayo Lara, pidieron al gobierno que convoque esa consulta para que los ciudadanos puedan "tomar decisiones sobre lo que afecta a sus vidas". Lara se lo pidió al mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no le respondió. La justificación del referéndum la basa IU en que el Gobierno lleva a cabo unas políticas distintas a las que ofreció en el programa electoral con el que ganó las elecciones el pasado 20 de noviembre.

No obvió el ministro el reconocimiento de que la situación exige "sacrificios" y que la corrección de los “profundos desequilibrios acumulados” llevará tiempo pero el ministro presentó esos sacrificios como inevitables. “Si no hay crecimiento económico habrá muchos problemas para la sostenibilidad de la economía española”. Y de vuelta a los bancos aseguró que las condiciones del préstamo europeo son "extremadamente favorables" para los intereses españoles”. No convenció en absoluto a la izquierda parlamentaria que volverá a la denuncia día tras día, en un Parlamento que según Garzón “ha perdido legitimidad”. Esta apreciación le valió a Garzón el reproche del ministro que defendió la plena legitimidad de las Cortes que se nutrieron de los resultados electorales del pasado 20 de noviembre. Pero la petición de IU de celebrar un referéndum descansa precisamente en su denuncia de falta de legitimidad del Parlamento al aprobar la mayoría del PP unas políticas que los ciudadanos desconocían cuando les votaron. De entrada, el PSOE no se apunta a esta tesis, salvo el líder del PSM, Tomás Gómez, a quien no le han seguido en su partido.

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Sobre la firma

ANABEL DÍEZ | CORRESPONSAL POLÍTICA
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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