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La dirección del PP llama a la unidad y pide a Mayor que zanje la polémica

Varios diputados transmiten su preocupación por el malestar del electorado Basagoiti y Alonso piden pasar página Mayor insiste sobre el 'caso Bolinaga': "Ha sido una decisión política"

Carlos E. Cué
Mayor Oreja (derecha) conversa con José Manuel Barreiro. A la izquierda, Cospedal, Rajoy y Arenas, en el Comité Ejecutivo del PP, el pasado lunes.
Mayor Oreja (derecha) conversa con José Manuel Barreiro. A la izquierda, Cospedal, Rajoy y Arenas, en el Comité Ejecutivo del PP, el pasado lunes.EFE

Si Mariano Rajoy y Jorge Fernández Díaz, una de las personas más próximas al presidente, pretendían zanjar de una vez la discusión sobre el caso Bolinaga [la excarcelación del etarra que secuestró a Ortega Lara] con el intenso cruce del lunes en el Comité Ejecutivo del PP, no lo lograron. Este asunto es siempre muy sensible en el partido, muy difícil de gestionar para Rajoy, que atraviesa de nuevo momentos de tensión interna que parecían olvidados.

La dirección del PP, y en especial su portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, exalcalde de Vitoria y hombre influyente sobre Rajoy en asuntos vascos, pidió sin citarlo a Jaime Mayor y a los demás críticos que zanjen ya la polémica, entre otras cosas porque puede beneficiar a Bildu o al PNV en las elecciones vascas convocadas para octubre. Después de recibir duras críticas del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, por su deslealtad al llevar este asunto a la prensa, Mayor siguió el lunes y ayer su recorrido por distintos medios conservadores para insistir en sus críticas a la política antiterrorista del Gobierno de Rajoy. El entorno de Mayor insiste en que ellos no abrieron la batalla, ya que fue Jorge Fernández Díaz quien decidió sacar el asunto.

Alonso fue muy claro: “El debate quedó zanjado en el Comité Ejecutivo. Nunca se han dado explicaciones de tanta duración en un Comité Ejecutivo. Pido a todos los miembros del PP, especialmente a los que estuvieron en el Comité Ejecutivo [en referencia a Mayor] que dejen de agitar esta discusión”.

A Alonso, como a Antonio Basagoiti, líder del PP vasco, les preocupa especialmente que se caliente esta polémica cuando ya se han convocado unas elecciones en el País Vasco. Los dirigentes del PP vasco parecen especialmente indignados con Mayor, al que en privado acusan de confundir a las bases, alentar las discrepancias de las víctimas del terrorismo con el PP y ayudar así indirectamente los intereses de Bildu y del PNV. Borja Sémper, presidente del PP de Guipúzcoa, resumió en twitter ese malestar: “Tanto repetir Jaime Mayor que ETA va a ganar las elecciones, que el PNV se va a salir con el voto del miedo. Gran contribución a España”. En el PP vasco, donde todos los dirigentes, como los del PSE, llevan más de 15 años con escoltas y han visto caer a muchos compañeros, cualquier acusación de “cobardía” o “traición” ante ETA como las que lanzó Rosa Díez en abril, generan una reacción de indignación inmediata.

Alonso y Basagoiti pidieron unidad al PP en un momento en el que se enfrenta a unas elecciones clave en el País Vasco y en Galicia, además de a una durísima crisis económica. “El PP no se puede permitir el lujo de estar peleándose, y más en público, con la que está cayendo de la gente de la calle, harta con la política, y la que está cayendo con una ofensiva independentista de formaciones como PNV, CiU o Bildu. Si nos importa el proyecto de España, esa España común, constitucional, tenemos que estar todos arrimando el hombro y remando en la misma dirección”, sentenció Basagoiti.

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Mayor, sin embargo, mantiene sus reproches. Ayer insistió en la Cope en que la excarcelación es una “decisión política” del Gobierno, esto es, como dijo Esperanza Aguirre, la ley permitía tomar la decisión contraria, y recordó incluso que el juez puede tumbar esa decisión gubernativa tras un recurso. Además fue más lejos y señaló, ya en público, que durante la reunión del Comité Ejecutivo reiteró que “estamos viviendo todavía lo que es la prolongación de un proceso de paz que tiene su culminación en unas elecciones autonómicas el 21 de octubre”. Una acusación grave para un Gobierno del PP por parte de un exministro del Interior como Mayor.

Algunos moderados, hartos de los desplantes de Mayor, recuerdan ahora que Rajoy tuvo la oportunidad de apartarle definitivamente cuando se convocaron las últimas elecciones europeas. Mayor quería ser candidato, los moderados confiaban en que Rajoy no le entregara ese puesto. Después de retrasar la decisión hasta el último minuto, como siempre, Rajoy decidió que Mayor fuera el candidato, y eso le da su poder y presencia en todos los órganos clave.

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Sin embargo, la cuestión de fondo no se limita a Mayor. Aunque en público solo Esperanza Aguirre ha salido en su apoyo —eso sí, sus críticas al Gobierno fueron mucho más suaves, al limitarse a señalar que ella habría hecho otra cosa—, en privado muchos admiten que una parte de las bases, también en el País Vasco, están desconcertadas con este y otros asuntos. La preocupación por la desconexión con su electorado crece sobre todo en los dirigentes regionales.

Esa inquietud interna, en un partido poco acostumbrado al debate, se expresó ayer de forma tranquila pero clara en una reunión de los portavoces del Congreso presidida por Alfonso Alonso. Varios de ellos trasladaron su preocupación porque las bases y los electores no comprenden muchas de las decisiones del Gobierno. La mayoría también reclamó más información para poder defender en sus provincias las decisiones del Ejecutivo. El asturiano Ovidio Sánchez o la portavoz de empleo, Carmen Álvarez Arenas, se quejaron de esa falta de información. Álvarez Arenas citó expresamente como una muestra el caso de la política antiterrorista.

Más explícita aún fue la también diputada madrileña Teresa de Lara, quien recordó la indignación de algunos votantes. A todos les contestó Alfonso Alonso, con mucha vehemencia. Les dijo, sobre el caso Bolinaga, que nadie le tiene que dar lecciones a él ni a nadie del PP sobre la lucha antiterrorista y les pidió que no permitan que nadie lo haga, que se enfrenten a quien plantee que la política del PP está ayudando a ETA o que hay una negociación en marcha.

El ambiente fue tranquilo, de debate, pero el mar de fondo, con el PP en caída libre en las encuestas, parece evidente.

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