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Ruth y José: casi once meses de búsqueda

El caso da un vuelco después de que dos informes ratifiquen la presencia de restos en la finca de los abuelos paternos

Manifestacion en Huelva en apoyo a la familia de Ruth y José, en octubre.
Manifestacion en Huelva en apoyo a la familia de Ruth y José, en octubre.Iván Boza

Casi once meses después de la desaparición de los hermanos Ruth y José Bretón Ortiz, de seis y dos años respectivamente, la policía sigue tras su pista. El caso ha dado un vuelco después de que dos informes ratifiquen la presencia de restos de menores en la finca de Las Quemadillas, propiedad de los abuelos paternos. Estas han sido las claves desde que, el 8 de octubre de 2011, los dos pequeños desaparecieron en el parque Cruz Conde de Córdoba:

8 de octubre de 2011. Ruth y José desaparecen en Córdoba. Ambos se encontraban con su padre, José Bretón, en un parque de la ciudad. El hombre aseguró que, en un momento dado, poco después de las cinco de la tarde, perdió de vista a los críos. Desde entonces no se ha vuelto a saber de ellos.

9 de octubre de 2011. La investigación policial se centró desde el principio en el entorno familiar. Horas después de la ausencia de los niños, la madre interpuso una denuncia por "vejaciones y presiones" contra su madrido, del que se estaba separando. Los agentes registraron durante todo el día, en busca de pistas sobre el paradero de los niños, la finca de Las Quemadillas, propiedad de los abuelos paternos, situada a las afueras de Córdoba. 

11 de octubre de 2011. La policía nacional amplió la búsqueda de los niños en el río Guadalquivir, en una zona cercana a la urbanización donde se encuentra la finca de Las Quemadillas. Expertos de la Comisaría General de Policía Científica determinaron que los huesos hallados entre las cenizas de una fogata encontrada en la finca de Las Quintanillas, propiedad de la familia paterna, no eran de origen humano. Ante la imposibilidad de hacer un dictamen simplemente visual, una antropóloga trasladó los restos hallados en la finca de Las Quintanillas a Madrid y, mediante técnicas de laboratorio, aclaró que correspondían a un animal no determinado. "Al cien por cien de fiabilidad", añadieron fuentes de la investigación.

18 de octubre de 2011. La policía detuvo a José Bretón como principal sospechoso de la desaparición de los niños. Antes de ser arrestado, el padre confesó a la policía que él era el responsable de lo ocurrido, aunque todavía no estaba preparado para hablar de ello. Al día siguiente, se retractó.

21 de octubre de 2011. El juez envió a prisión incondicional comunicada y sin fianza a José Bretón por los supuestos delitos de "detención ilegal cualificada por desaparición de menores" y simulación de delito.

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9 de noviembre de 2011. Ruth Ortiz, madre de los pequeños, se personó en la causa judicial como parte interesada y no como acusación particular.

10 de noviembre de 2011. Un primer informe policial acerca de los huesos hallados entre las cenizas de una fogata encontrada en la finca de Las Quemadillas, propiedad de la familia paterna, determinó de forma muy contundente que los restos no eran humanos, sino de pequeños roedores.

2 de diciembre de 2011. Tras más de 50 días sin noticias de Ruth y José, la policía rastreó pozos y alcantarillas en busca de pistas que ayudaran a encontrar a los dos hermanos. La búsqueda volvió a centrarse en el polígono industrial junto a la finca de la urbanización de Las Quemadillas. La inspección de aliviaderos, desagües, colectores y alcantarillas terminó sin resultados.

13 de diciembre de 2011. Interpol activó la búsqueda internacional de los menores. "El único objetivo es encontrar a nuestros hijos”, escribió en una carta José Bretón, que seguía encarcelado.

3 de enero de 2012. Esther Chaves, la portavoz de la familia materna de Ruth y José, afirmó que sospechaban que había más de un implicado en la desaparición de los pequeños. Por la pérdida de los niños solo permanecía encarcelado el padre, José Bretón. La madre, Ruth Ortiz, había visitado el día 28 de diciembre a Bretón en prisión. Chaves aseguró entonces que iban a "recorrer España y Portugal" para buscar a los niños.

8 de enero de 2012. Ruth Ortiz acudió por primera vez a una manifestación y declaró ante los periodistas: “Todo el que conozca a José Bretón sabe que él no perdió a los niños y, a los que no lo conocen, se lo digo yo. Tiene que decir la verdad. Es el responsable de la desaparición de mis hijos y tiene que hablar”.

18 de enero de 2012. El fiscal jefe de Córdoba, José Antonio Martín Caro, anunció que había nuevos indicios contra José Bretón, y que el fiscal pediría al juez que el sospechoso, imputado por secuestro y simulación de delito, permaneciera en prisión preventiva, en caso de que su abogado pidiera la libertad. La policía seguía buscando a los niños en las orillas del Guadalquivir, a la altura de la urbanización de Las Quemadillas, en un rastreo que fuentes de la investigación calificaron como "rutinario".

25 de enero de 2012. Dos informes encargados por el juez instructor determinaron que José Bretón no tiene ningún tipo de trastorno mental, su coeficiente de inteligencia es superior a la media y es marcadamente manipulador. Los documentos analizaban los aspectos psicológicos, por un lado, y psiquiátricos, por otro, de Bretón. "Su mente es plenamente clara", subrayó su abogado, José María Sánchez de Puerta.

30 de enero de 2012. José Bretón se autolesionó en la cárcel. El padre de los niños se causó heridas "muy leves" en un antebrazo y un hombro, presuntamente, con una cuchilla de afeitar. Un día después, su abogado sostuvo que lo hizo "por llamar la atención".

8 de febrero de 2012. 3.000 personas se manifestaron en Huelva para reclamar el regreso de los hermanos. Se cumplían cuatro meses de su desaparición. La marcha estuvo encabezada por Ruth Ortiz que, junto a familiares y amigos, sostenía una pancarta en la que se leía "¡Queremos volver a casa!" junto a la foto de los niños.

10 de febrero de 2012. El juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Laín, levantó el secreto de sumario sobre la mayor parte del grueso de las investigaciones contenidas en el mismo. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informaron de que una "pequeña parte", correspondientes con unos informes que la policía tenía que concluir y remitir al juez, continuaba bajo secreto sumarial.

13 de marzo de 2012. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Córdoba trasladaron hasta dependencias policiales el coche de José Bretón para llevar a cabo un análisis exhaustivo del vehículo. Los agentes se personaron en la finca de Las Quemadillas, propiedad del abuelo paterno de los menores, que ha centrado la investigación desde el primer día. Unidades de la Policía Ceintífica dejaron el coche en comisaría para su análisis. Fuentes cercanas a la investigación explicaron que la unidad científica trataba de encontrar algún rastro de los menores en el vehículo que utilizó el padre para, supuestamente, trasladar a sus hijos desde la finca hasta el parque Cruz Conde, donde Bretón sostenía que habían desaparecido.

14 de marzo de 2012. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba rechazó dejar en libertad a José Bretón. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informaron de que la Audiencia de Córdoba decidió no solo desestimar el recurso de libertad, sino también la solicitud del abogado defensor de impugnar la prórroga sobre el secreto de la última parte del sumario decretado por el juez de instrucción número 4 de Córdoba.

15 de marzo de 2012. La policía reconstruyó el recorrido de Ruth y José cuando desaparecieron, incluyendo la llegada de su padre, José Bretón, hasta el parque Cruz Conde, donde supuestamente se extraviaron los niños.

18 de marzo de 2012. El 8 de octubre de 2011, día de la desaparición de los pequeños, José Bretón cruzó varias llamadas y mensajes con familiares suyos. Las trazas que dejó su teléfono móvil le convertían entonces en el principal sospechoso de lo ocurrido, así como el hecho de que, como se atestiguó judicialmente, existió "un móvil aparentemente anunciado por parte del encartado [Bretón], y (...) una actitud de venganza o represalia (...) anunciada a su esposa de la que se encontraba en trámites de separación, dando a entender a ésta que no volvería a ver de nuevo a sus hijos con vida".

2 de mayo de 2012. El juez de instrucción José Luis Rodríguez Lainz interrogó por tercera vez a José Bretón por la desaparición de sus hijos. La declaración de Bretón terminó sobre las 22.00, después de casi dos horas y media. Previamente habían declarado los abuelos y los dos tíos paternos de los niños.

4 de mayo de 2012. Ruth Ortiz, declaró ante el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz. Su testimonio se centró en los últimos seis meses de relación con José Bretón, que calificó de asfixiante. Su abogada, María del Reposo Carrero, concluyó que al oír todas las declaraciones se ratificaba la sospecha de que Bretón hizo desaparecer a sus hijos para vengarse de su exmujer por haberse separado de él.

7 de mayo de 2012. El juez instructor, José Luis Rodríguez Lainz, procesó a José Bretón por la desaparición de Ruth y José por la presunta comisión de dos delitos de detención ilegal, en la modalidad cualificada de menores y con la agravante de parentesco, además de otro por simulación de delito. El magistrado mantenía de esta forma invariables los delitos por los que imputó a Bretón el 21 de octubre y que le supusieron el envío a prisión preventiva por riesgo de fuga. Rodríguez Lainz apuntó en el auto que en la desaparición de los niños podría haber implicada una tercera persona. El magistrado basaba esta posibilidad en las imágenes captadas por una cámara de seguridad emplazada junto a la finca de Las Quemadillas.

5 de junio de 2012. José Luis Rodríguez Lainz, el juez de instrucción, levantó el secreto de sumario sobre las nuevas diligencias que iba a iniciar. La decisión la tomó después de haberse filtrado que volvería a rastrearse la finca de Las Quemadillas, una urbanización en la que se pierden todas las pistas de los menores.

12 de junio de 2012. Las excavadoras abrieron el suelo de la finca de Las Quemadillas. Bretón, único procesado en la causa, volvió a estar presente en el rastreo, al que llegó desde la cárcel. El día anterior, había coincidido con la madre de los niños, Ruth Ortiz, a quien no veía desde hacía meses.

19 de junio de 2012. El juez imputó a José Bretón un delito de de malos tratos por pegar a José, su hijo de dos años, meses antes de la desaparición de los menores. Estas nuevas diligencias constituían una pieza separada del caso principal por el que se imputaba a Bretón un delito de detención ilegal, que lo mantenía en prisión.

Del 24 al 29 de junio de 2012. Las pesquisas policiales volvían a centrarse en los lugares que han ocupado su atención desde el principio: la finca de Las Quemadillas y el río Guadalquivir. Era la decimoquinta vez que se registraba la propiedad de la familia paterna de los niños.

Del 2 al 6 de julio. Técnicos y arqueólogos abrieron fosas en Las Quemadillas, sin hallar ningún rastro de los pequeños, e inspeccionaron la propiedad en presencia de José Bretón. Los investigadores descartaron que los niños estuvieran en la finca familiar de Córdoba.

18 de julio de 2012. El juez denegó por tercera vez la libertad a José Bretón. El abogado defensor había solicitado la salida del padre de los niños de prisión después de que terminase sin éxito una nueva búsqueda de los pequeños en Las Quemadillas, pero el juez instructor consideró no haber lugar a la modificación de la situación del imputado.

30 julio de 2012. La policía volvía a rastrear Las Quemadillas, esta vez centrándose en una docena de puntos que los técnicos consideraban sospechosos. El magistrado buscaba un zulo donde el padre pudiese haber escondido a sus hijos. Rodríguez Lainz consideraba entonces que el progenitor había actuado por venganza contra su mujer, Ruth Ortiz, al pedirle esta el divorcio. En la última serie de rastreos, los especialistas, armados de sensores térmicos y georradares (capaces de escrutar el subsuelo y los muros sin necesidad de abrirlos) habían detectado 27 zonas que determinaron dudosas.

17 de agosto de 2012. La familia materna de Ruth y José, que había solicitado un informe acerca de los restos óseos hallados en la finca de Las Quemadillas, recibe las conclusiones de Francisco Etxeberria, que sostiene que los huesos sí son humanos.

22 de agosto de 2012. Un tercer informe encargado por la propia policía ante las dudas suscitadas por las contradicciones entre los dos informes, el oficial elaborado en noviembre y el encargado por la familia, confirma la tesis de Etxeberria y determina que los huesos sí son humanos. El estudio es encargado al prestigioso investigador José María Bermúdez de Castro, del grupo de científicos de Atapuerca, y concluye que "los restos se corresponden al menos a un ser humano inmaduro de seis años de edad".

27 de agosto de 2012. Dos informes, uno encargado por la familia de la madre de los pequeños, Ruth Ortiz, y otro oficial, han identificado restos de los niños entre unas cenizas halladas en Las Quemadillas, una parcela propiedad de los abuelos paternos. Estos restos ya estuvieron en manos de la policía 48 horas después de la desaparición de los pequeños.

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