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Rajoy dedica unas palabras de aproximación al rescate

El presidente muestra una mayor predisposición a cumplir con lo que exige el BCE para sumarse a la intervención

Alejandro Bolaños

“No hay novedad”. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inició así su respuesta a la cuestión más habitual en las últimas semanas: si el Gobierno va a pedir ayuda al fondo de rescate europeo para que compre deuda pública española y reduzca así la presión de los mercados. Pero los inversores sí apreciaron algo nuevo en la explicación de Rajoy: una mayor predisposición a cumplir con lo que exige el Banco Central Europeo (BCE) para sumarse a la intervención en auxilio de España. Y eso tuvo su reflejo inmediato en la prima de riesgo española, el principal termómetro de la crisis financiera en la zona euro.

Inmediatamente después de la intervención de Rajoy, a las 13.30, el diferencial de la rentabilidad del bono español a diez años con el título alemán al mismo plazo (la prima de riesgo), acentuó las leves mejoras que atesoraba desde el arranque de la sesión. En apenas minutos pasó de bajar cinco puntos básicos a reducirse en 18, hasta situarse en 525. La relajación se extendió incluso a los bonos italianos, con un descenso inmediato de 12 puntos en su diferencial con los títulos alemanes.

En su respuesta, Rajoy empezó por reiterar lo ya dicho el pasado 3 de agosto, un día después de que el BCE manifestara su intención de tomar medidas extraordinarias para auxiliar a los países con primas de riesgo disparadas, pero siempre que los Gobiernos pidiesen antes ayuda al resto del Eurogrupo, legitimado para fijar condiciones por esa ayuda. El presidente pretende esperar a que el Banco Central Europeo aclare qué está dispuesto a hacer. “Hasta que no sepamos qué decisión toma el BCE nosotros tampoco tomaremos ninguna”, insistió.

Visita de Merkel

Lo que destacaron los analistas fue el paralelismo que hizo Rajoy con el rescate para la banca española, que el Ejecutivo pidió en junio. “Si nos parece razonable, ahora haremos lo mismo”, afirmó. Los inversores interpretan que si hay petición de ayuda, habrá una actuación contundente del BCE, beneficiosa para toda la zona euro.

Más allá de los matices en las palabras, la petición de ayuda al fondo de rescate está ahora condicionada a comprobar si el BCE se presta a aclarar qué piensa hacer: sobre la mesa está la reapertura del programa de compra de bonos en el mercado secundario. Para saberlo, habrá que esperar al próximo Consejo de Gobierno del Banco Central, programado el 6 de septiembre. Para ese día, Rajoy anunció ayer una visita más que simbólica: el viaje a Madrid de la canciller alemana, Angela Merkel.

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