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Cientos de funcionarios se manifiestan frente al Ministerio de Hacienda

Los empleados públicos cortan la madrileña calle de Alcalá en el quinto día de protestas Corean 'Manos arriba, esto es un atraco' o 'La próxima parada que sea Andrea Fabra'

Centenares de funcionarios se han manifestado esta tarde frente a la sede del Ministerio de Hacienda, en Madrid, en protesta por los recortes anunciados por el Gobierno a sus condiciones laborales y a sus sueldos. Sin descanso y por quinto día consecutivo, los empleados públicos de distintas áreas han vuelto a echarse a la calle al grito de Manos arriba, esto es un atraco o La próxima parada que sea Andrea Fabra. Los funcionarios, que hoy han conocido que si ganan menos de 962 euros conservarán la paga extra, no cejan en su protesta. La afluencia de manifestantes ha obligado a cortar la madrileña calle de Alcalá, en la que se encuentra la sede del Ministerio de Hacienda. La concentración, que ha sido convocada por UGT, CC OO y CSI-F, ha durado cerca de hora y media, y ha estado custodiada por al menos doce furgones de policía.

Los manifestantes han portado una pancarta con el lema Contra los recortes, contra la reforma laboral y por los derechos de los empleados y empleadas de la función pública y algunos llevaban unas camisetas que dicen No soy culpable, no soy político, no soy alto cargo. Como ya ha ocurrido en anteriores protestas, han pedido a los agentes de policía que vigilaban la concentración que se sumaran a ella, en su condición también de empleados públicos. Menos asesores, más trabajadores o Gobierno dimisión son otros de los lemas que han sido coreados. La protesta ha discurrido con ambiente indignado pero también festivo. No se han producido incidentes.

Esta mañana, a la ola de protestas se han sumado agentes de la Policía Nacional fuera de servicio. Un centenar de ellos, convocados por los sindicatos Confederación Española de Policía (CEP) y Unión General de Policías (SUP), se ha concentrado  a las puertas del complejo policial de Canillas, en Madrid, donde se celebraba un acto de presentación de nuevos agentes para la capital, presidido por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. Aunque los sindicatos esperaban que estuviera también el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, finalmente, no ha acudido. Estaba a esa hora en un acto de tráfico.

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Los agentes no iban de uniforme, lo que supondría una falta contra el reglamento, sino que llevaban camisetas de los sindicatos, gorras azules y ruidosas vuvuzelas. Frente a ellos, una docena de compañeros de la Policía Nacional y algunos agentes municipales les impedían el paso. Los manifestantes, cuya concentración había sido comunicada a Delegación del Gobierno y autorizada según ha precisado el SUP, han gritado "fuera, fuera" a la llegada de Cosidó y de otras autoridades como la alcaldesa de la capital, Ana Botella, y la consejera de Presidencia y Justicia de Madrid, Regina Plañiol, que han sido recibidas con pitadas y bocinazos.

También esta mañana en la capital, un grupo de funcionarios públicos que trabajan en Nuevos Ministerios han cortado por unos minutos el tráfico en el paseo de la Castellana. Durante la protesta, los funcionarios han portado pancartas con lemas como Quieren arruinar el país y camisetas con leyendas como Yo una vez tuve derechos, y tras su protesta de 15 minutos, que han hecho coincidir con su tiempo de descanso, han regresado a sus puestos de trabajo.

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La de hoy es la quinta jornada de protesta de los funcionarios, en pie de guerra desde que el Gobierno hizo público el nuevo paquete de recortes que incluye la eliminación de su paga extra de Navidad o la reducción a la mitad de sus días de libre disposición, conocidos como moscosos. La manifestación más multitudinaria fue la del pasado domingo, que incluía una convocatoria de acampada frente al Congreso que finalmente no se llevó a cabo por el blindaje policial. 

Precisamente, todos los grupos parlamentarios consideran excesivo el blindaje de seguridad que rodea al Congreso de los Diputados para impedir que posibles manifestantes alcancen los accesos a la Cámara Baja. El grupo de Izquierda Plural va a intentar aligerar de medios policiales los alrededores del Congreso mediante una carta al presidente de la Cámara, Jesús Posada, para que "la seguridad del Estado liberen de vallas al Congreso", según ha anunciado su portavoz José Luis Centella.

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