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El PP permite construir en un humedal de Palma que el PSOE protegió en 2007

Anuncian una inversión de 230 millones en Ses Fontanelles, una albufera residual en zona turística El promotor niega que el diputado del PP Miguel Ramis tenga relación con el negocio

En otro decreto ley de medidas urgentes en el ámbito turístico-urbanístico, con la intención de reactivar las inversiones, el Gobierno balear del PP ha alzado este viernes la suspensión y paralización de la licencia de urbanización del proyecto de parque de ocio y comercial en la zona húmeda de Ses Fontanelles, un plan vetado por la izquierda cinco años atrás por la polémica abierta.

En 2007, el Gobierno del PSOE y los nacionalistas del PSM (Partit Socialista de Mallorca) y UM (Unió Mallorquina), suspendió con motivaciones proteccionistas la construcción del complejo en última esquina de una albufera de Palma. Días antes de las penúltimas elecciones locales, las anteriores autoridades del PP habían firmado las licencias de obras y comercial del complejo.

“No es una zona húmeda, es una zona abandonada” esgrime el promotor Guillermo Alomar, que anuncia una inversión de 230 millones de euros que debe aportar un fondo de inversión holandés que no desvela. “He pagado seis millones al Ayuntamiento de Palma y donado 130.000 metros cuadrados del espacio a la ciudad”, agrega tras señalar que espera crear 5.000 puestos de trabajo. “En septiembre pueden comenzar las obras”.

Alomar niega que su primer abogado, el diputado del PP y portavoz del partido en Baleares, Miguel Ramis, tenga relación o interés con su negocio. Ramis sí fue su primer abogado y presidente del club de básquet Palma Aqua Mágica, entidad que patrocinó la empresa promotora a la que está ligado el empresario Arturo Baldasano.

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El solar de Ses Fontanelles, a cientos de metros de la línea del mar, es de 1,2 kilómetros de largo y 300 metros de ancho. El ámbito del humedal fue mellado por la construcción de un Aquarium propiedad de una empresa israelí y décadas atrás por un fallido parque acuático y después por un circuito de karts. Años antes de que la izquierda y los nacionalistas abanderaran su preservación, la autoridad socialista de Palma avaló que eran terrenos urbanizables. Además, el Gobierno central socialista determinó una zona de dominio público terrestre que favorecía la construcción en parte de ses Fontanelles. La parcela virgen aún, en parte rellenada por escombros, está justo al lado de can Pastilla, en la cabecera de la pista segunda del aeropuerto de Palma, al final de un torrente.

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El portavoz del Gobierno balear, Rafael Bosch, afirmó que “se puede reemprender la urbanización del proyecto”, pero siempre “manteniendo y preservando los valores ambientales de la zona húmeda”, que cree que quedarán garantizados. El PP usa el argumento de la seguridad jurídica para levantar “con el objetivo de evitar que se pida una compensación patrimonial por la paralización”.

El promotor de la urbanización de Ses Fontanelles reclamó una indemnización de 215 millones y una compensación inicial de 50 millones. El Tribunal Superior de la Baleares y antes el Consejo Consultivo confirmaron la legalidad de suspensión del proyecto y rechazaron inicialmente las demandas “porque la paralización no comporta cargo para los afectados” y porque no “hay daño antijurídico”. Los jueces indicaron que los derechos de la propiedad están suspendidos, no anulados y que “tiene el deber jurídico de soportar las consecuencias de la suspensión” y que “no se han acreditado consecuencias negativas”.

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