_
_
_
_
_

El PP contraataca y hace al PSOE responsable del exabrupto de Fabra

El PSOE pide que la diputada Fabra dimita por decir “que se jodan” Los populares justifican a su diputada porque los socialistas insultaban a Rajoy

Anabel Díez

“Que se jodan”. Sí, la diputada del PP por Castellón Andrea Fabra ha reconocido que pronunció esa expresión cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciaba el pasado miércoles los recortes en el subsidio de desempleo, no solo por ahorrar, sino porque su percepción desincentiva el afán de buscar trabajo. Esa expresión ha motivado que el PSOE pida al presidente del Congreso, Jesús Posada, y al portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, que retiren el acta de parlamentaria a esta diputada al considerar sus palabras de extrema gravedad. No parece que consigan ese objetivo dado que el Grupo Popular arropó ayer a su parlamentaria y pasó al contraataque. Además, ella ha asegurado que su expresión no se dirigía a los parados sino a la bancada socialista. La explicación se completa con una reflexión del portavoz popular, que justifica implícitamente a su compañera.

“Me llamó poderosamente la atención la actitud de algunos diputados socialistas, que interrumpieron al presidente del Gobierno con todo tipo de gestos y exabruptos y con expresiones que son impropias del Parlamento”, relata Alonso en una carta de contestación dirigida a otra recibida de su homologa del PSOE, Soraya Rodríguez. “No puedo negar que esa actitud levantó la indignación en algunos diputados de mi grupo”, escribe. Para Alonso, la portavoz socialista hace un “juicio de intenciones basado en una inexactitud”, por lo que le pide su colaboración para “no dañar injustamente” la imagen de Andrea Fabra “con una interpretación malintencionada de sus palabras”, ya que, asegura, la diputada del PP siente “el máximo respeto por los cinco millones de parados”.

Más información
Carta de Alfonso Alonso a Soraya Rodríguez
Carta de Soraya Rodríguez a Alfonso Alonso
Carta del PSOE al presidente del Congreso

En la carta de Soraya Rodríguez, y en la percepción general del Grupo Socialista, la diputada del PP se dirigía a los parados, aunque hubiera sido igual de reprobable si lo hubiera dicho sobre otro colectivo distinto. “Esas expresiones, de quedar impunes, serían un factor de descrédito que afectaría al conjunto de quienes hacemos del trabajo en el Parlamento un servicio permanente a la sociedad española”, escribe la portavoz socialista. “Como se dirige a quienes están en una situación dramática no es ni siquiera imaginable inhibirse ante manifestaciones tan intolerables”, concluye, para justificar su petición a Alonso de que pida el acta a la diputada, hija del histórico presidente del PP en Castellón Carlos Fabra.

Más información
Empleo reducirá la prestación de los que estén en paro más de medio año
El ajuste más duro de la democracia

Una posición algo diferenciada expresó el portavoz de IU, Cayo Lara: “Si la diputada del PP se refería a los parados no debe estar ni un minuto más en su escaño”. Pero matizó que si el exabrupto era contra los socialistas “no es motivo para dejar el escaño”. Esta situación le da cobertura a Lara, nuevo en el Congreso, para mostrar su profundo desacuerdo y su honda incomodidad por “el gallinero en el que se convierte el Parlamento, que impide hablar al orador”, y el presidente del Congreso tiene que llamar al orden continuamente. “La oposición hay que hacerla con dureza en el fondo y con cuidado en las formas, porque lo cortés no quita lo valiente”, añade.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Andrea Fabra, en una imagen de archivo
Andrea Fabra, en una imagen de archivoAngel Sánchez

Desde la bancada socialista se asegura que, en esta ocasión, sus diputados no fueron especialmente ruidosos y, sin embargo, señalan hacia Izquierda Plural. Sí reconocen en ese grupo que algunos de sus miembros mostraron ostensiblemente su indignación con algunos de los pasajes del discurso de Mariano Rajoy. Aunque no Cayo Lara. Normalmente, los jefes de fila de cada grupo apenas mueven un músculo cuando otro portavoz está en la tribuna de oradores.

Los insultos desde las diferentes bancadas al orador son moneda común en el Parlamento, aunque su cénit se alcanzó la pasada legislatura cuando estaba en el uso de la palabra el entonces jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Las palabras malsonantes contra el presidente socialista tomaron carta de naturaleza en las sesiones de control al presidente en el Congreso y en el Senado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_