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el último recurso
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Como la expedición del ‘Titanic’

El macroproceso a Bankia difícilmente estará a la altura de las expectativas

Consejeros de Bankia, encabezados por Rodrigo Rato.
Consejeros de Bankia, encabezados por Rodrigo Rato.CARLES FRANCESC

¿Saben qué tienen en común los Reyes Magos, las teorías geocéntrica o heliocéntrica del Universo, el plan Marshall o la expedición del Titanic? Pues que se trata de conceptos o situaciones que generaron ilusión y grandes expectativas en su inicio y que, sin embargo, con el paso del tiempo o en su resolución, por distintas razones, acabaron en gran decepción.

El macroproceso abierto a Bankia esta semana, como consecuencia de una querella de UPyD contra los directivos de la entidad y que ha supuesto la imputación de 33 integrantes de su anterior consejo de administración, incluidos el exvicepresidente del Gobierno y expresidente de la entidad Rodrigo Rato, el exministro Ángel Acebes y otra docena de consejeros vinculados al PP, reúne todas las características para acabar, como la travesía del Titanic, en gran desengaño.

Aparentemente, la apertura de un proceso penal marca el inicio del momento de hacer justicia, es decir, que tipos que se han hecho multimillonarios con el dinero de muchos, tras una gestión nefasta, tengan que pagar con la cárcel por haberse forrado y haber dejado en la estacada a miles de familias.

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Todo pinta muy tremendo, ya que existen indicios de apropiación indebida, falsedad contable, maquinaciones para alterar el precio de las cosas y administración fraudulenta, que llevarían aparejadas penas entre los dos y los 15 años de cárcel. Por ello, mucha gente ve con esperanza que ahora que la maquinaria de la justicia ha empezado a rodar, pueda llegar a recuperar gran parte del dinero perdido o, por lo menos, que los responsables se tengan que pudrir en prisión tras haberles embargado todo lo que se llevaron.

Y no va a ser así. No porque se haya abierto la vía penal, que precisamente daría sentido al castigo y reparación del daño. Ni por el juez al que ha correspondido, Fernando Andreu, un magistrado honrado y trabajador que no se casa con nadie y de lo mejor que se puede encontrar en la Audiencia Nacional y en la judicatura. La verdadera causa del previsible fracaso es que se trata de un macroproceso de naturaleza económica.

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Verán, antes de nada nos encontramos con 33 imputados, cada uno con su letrado, más la Fiscalía Anticorrupción, los querellantes y los múltiples perjudicados, generalmente representados en grupo por varias asociaciones de afectados. Es decir, que, previsiblemente, antes de un mes habrá más de 60 partes en la causa, con sus respectivos abogados que tienen que justificar el sueldo que cobran. La mayoría tratando de alargar el proceso, para lo que, tras las declaraciones iniciales de los acusados, formularán peticiones de pruebas y de comparecencia de testigos y peritos, así como los correspondientes recursos contra su denegación. Y eso al principio.

Nadie espere que el juicio esté resuelto antes de 10 años

Porque en una causa tan enorme como esta la parte decisiva, es decir, lo que define la condena o la absolución, son los informes periciales sobre las finanzas de la entidad. Y habrá un informe realizado por los peritos oficialmente designados por el juzgado y varios contrainformes más realizados por expertos, censores jurados de cuentas, fiscalistas, etcétera, que pagarán los imputados, que para eso tienen dinero. Además, a los acusados, contra lo que pueda parecer, les interesa que el juicio se demore todo lo posible, para que cuando se vaya a celebrar la sociedad española tenga otros problemas y preocupaciones y Bankia solo sea un mal recuerdo. Siempre es más difícil condenar a alguien a 15 años de prisión cuando ya han transcurrido otros 15 desde que se cometió el delito. Y eso en la Audiencia Nacional, donde hasta ahora los delitos económicos se veían con más benevolencia en comparación con las otras áreas de su competencia: terrorismo, narcotráfico o crimen organizado.

Por eso, que nadie espere que este macroproceso esté resuelto antes de 10 años. Por si no lo creen, les recordaré que el caso Batasuna, con 40 procesados a los que solo se acusa de pertenecer a ETA, lleva abierto desde 2002, sin que haya sido todavía señalada la vista. Y ¿qué decir del caso Gürtel?, donde en cuatro años únicamente se juzgó a Camps por lo de los trajes, se expulsó de la carrera al juez Garzón que lo investigó y Correa, tras tres años de prisión preventiva, está en la calle disfrutando de su apartamento de lujo en Sotogrande. El juicio, ni se vislumbra.

Y las expectativas creadas, como la expedición del Titanic. Decía Woody Allen: “Mi forma de bromear es decir la verdad”.

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