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De Rosa convoca un pleno cada vez más dividido para relevar a Dívar

Los vocales Robles y Almenar maniobran para colocar un presidente conservador

El presidente en funciones del Consejo General del Poder Judicial, Fernando de Rosa.
El presidente en funciones del Consejo General del Poder Judicial, Fernando de Rosa. ULY MARTÍN

El presidente en funciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de Rosa, ha decidido convocar para el próximo martes un pleno extraordinario para abordar el relevo del dimitido Carlos Dívar al frente tanto del Consejo como del Tribunal Supremo. Tres vocales —Margarita Robles, Félix Azón e Inmaculada Montalbán— le enviaron este jueves una carta en la que le pedían “la urgente convocatoria de un pleno extraordinario” para elegir a un nuevo presidente.

Los tres peticionarios, del sector progresista del Consejo (es decir, elegidos a instancias del PSOE), estaban maniobrando el pasado miércoles con cinco vocales propuestos por el PP para colocar como máxima autoridad judicial del Estado, en sustitución de Dívar, a un magistrado del Tribunal Supremo muy conservador, José Ramón Ferrándiz, expresidente de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM).

La mayoría de los nombramientos de altos cargos judiciales de los últimos años son fruto de pactos entre el grupo que lidera Robles y los citados vocales conservadores, capitaneados por Manuel Almenar. Ahora, el denominador común de todos ellos es su pésima relación con el ministerio que dirige Alberto Ruiz-Gallardón. Los tres vocales que piden el pleno invocan en su misiva a De Rosa su “obligación legal” de convocarlo y señalan que este “no puede dilatarse más en el tiempo”.

El magistrado mejor situado es José Ramón Ferrándiz, del Supremo

De Rosa ha aceptado esa petición, a la que no estaba obligado, ya que es necesario para la convocatoria de un pleno extraordinario que cinco de los miembros del Consejo lo soliciten. En la decisión del presidente en funciones del Poder Judicial puede haber pesado su intención de no agravar más la situación del Consejo, que se encuentra una vez más fuertemente dividido.

La petición del pleno, tras la reciente renuncia de Dívar, se produce después de las fuertes tensiones vividas el pasado miércoles en el seno del Consejo, que han desatado una nueva crisis y ahondado aún más en la división que vive el órgano de gobierno de los jueces casi desde su constitución, hace algo más de tres años.

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El pasado miércoles, el tándem Robles-Almenar, que aglutina ocho o nueve votos, pidió verbalmente a De Rosa un pleno para elegir al sustituto de Dívar, aunque, de momento, según fuentes del Consejo, no ha logrado reunir los 12 votos mínimos para designarlo. Si bien hasta el martes seguirán los contactos para buscar los 12 votos necesarios para designar a un presidente. De momento, Robles y Almenar tienen depositados sus ojos en Ferrándiz como primera autoridad judicial del Estado. De que no tengan aún esos 12 votos echan la culpa al ministro Ruiz-Gallardón, aunque tampoco gusta en el PSOE.

El pacto buscado para nombrar a Ferrándiz lo abanderaron Robles y los dos vocales que suelen acompañarla en sus decisiones: Inmaculada Montalbán y Félix Azón. Junto al grupo de Robles están los vocales conservadores Pío Aguirre, Miguel Collado, Antonio Monserrat y Gemma Gallego, además de Almenar. Poner al conservador Ferrándiz rompería el espíritu con que se formó el actual Consejo, cuando el PSOE estaba en el poder. La teórica mayoría progresistas está rota desde hace años.

Robles y Almenar, que a lo largo de la presente legislatura han logrado colocar a muchos amigos en altos puestos de la judicatura española, han tratado de buscar la adhesión en favor de Ferrándiz de José Manuel Gómez Benítez, el vocal progresista que destapó el escándalo de los viajes del expresidente Dívar. No lo lograron. Gómez Benítez les dijo que apoyaría a un candidato, con independencia de ideologías, que aglutinase un amplio consenso. Pero que en ningún caso al conservador Ferrándiz. El PSOE no quiere a Ferrándiz como presidente del Supremo y del Consejo. Tampoco el ministro Gallardón, que prefiere el relevo tras el verano.

Frente a Ferrándiz, un grupo de vocales trató el miércoles de recabar votos a favor de nombrar a Carlos Granados, exfiscal general del Estado y miembro de la Asociación Francisco de Vitoria, como sustituto de Dívar. En principio, Granados cuenta con el apoyo de los vocales Manuel Torres Vela, Gabriela Bravo, Almudena Lastra y Miguel Carmona. Y pueden darle su apoyo los consejeros conservadores Claro José Fernández Carnicero y Concepción Espejel.

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