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Vocales del Poder Judicial buscan ya un sustituto para cuando caiga Dívar

El Consejo y el Supremo tendrán presidentes distintos hasta la elección

Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.EL PAÍS

La deslucida celebración del bicentenario del “Supremo Tribunal de Justicia”, como lo denominó inicialmente la Constitución de Cádiz de 1812, con el presidente del alto tribunal envuelto en el escándalo y al filo de la dimisión y el Príncipe de Asturias presidiendo la solemne ceremonia que debía encabezar el Rey, tendrá hoy como contrapunto los primeros escarceos para buscar sustituto a Carlos Dívar, a los que ya se vienen entregando desde hace días magistrados y consejeros judiciales.

Con Dívar todavía de cuerpo presente, las propuestas varían para situar al frente del Consejo General del Poder Judicial desde un presidente de Sala del Supremo a un magistrado de prestigio cercano a la jubilación o mantener la situación de bicefalia el tiempo que le queda a este Consejo, es decir, hasta octubre de 2013.

Según fuentes del Supremo, a partir del momento en que Dívar renuncie o le destituyan el próximo día 21, será sustituido al frente del Consejo por el vicepresidente, Fernando de Rosa Torner, propuesto por el PP y de perfil político muy conservador. De Rosa seguirá en el cargo hasta que los 20 vocales del organismo elijan un nuevo presidente, que lo será también del Tribunal Supremo.

Paralelamente, la presidencia en funciones del Tribunal Supremo recaerá en el presidente de la Sala más antiguo, que es el presidente de la Sala de lo Civil, Juan Antonio Xiol, un progresista de gran prestigio como jurista entre todos sus compañeros.

De entrada, mientras sería perfectamente factible que Xiol fuese elegido para presidir el Consejo del Poder Judicial y el Supremo, la situación inversa, que De Rosa fuese el elegido, parece mucho más problemática. Tras el fiasco de Dívar, único magistrado que ha presidido el Supremo sin tener la categoría de magistrado del Tribunal Supremo, en la carrera están convencidos de que el próximo presidente será un magistrado del alto tribunal, y De Rosa no lo es. Como juez no ha pasado de los puestos del fondo del escalafón, aunque ha ocupado diversos cargos políticos hasta alcanzar el de consejero de Justicia de la Comunidad Valenciana. Parece virtualmente imposible que, con su perfil y sus vinculaciones con el Ejecutivo del expresidente valenciano Francisco Camps, obtuviese entre los consejeros los 13 votos necesarios para ocupar el puesto.

En el alto tribunal están convencidos de que será uno de sus magistrados
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La cuestión es si se mantiene la bicefalia en Supremo y Consejo hasta octubre de 2013, solución que tiene sus adeptos, o se procede a elegir presidente y en ese caso, a quién. El primer factor a tener en cuenta es que el cargo tendrá una duración de poco más de un año, hasta octubre de 2013, lo que resulta poco apetecible para los magistrados, que, sin tener garantizada una reelección, se arriesgarían a estar un año presidiendo el Supremo para volver luego a su Sala como magistrados de a pie. Aunque la salida natural de los tres últimos presidentes del Supremo ha sido el Tribunal Constitucional —no parece que ese vaya a ser el caso de Dívar—, la renovación de cuatro magistrados prevista para 2013 cae en el mes de junio, y el presidente del Supremo tendría que estar hasta octubre, lo que deja en el aire esa salida. También podría ser renovado para el siguiente Consejo, pero el Gobierno ha anunciado una profunda reforma del mismo y será difícil que para entonces no quiera entronizar a su propio candidato.

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Al problema del escaso tiempo de mandato se une el de presidir el avispero del propio Consejo, tras el rechazo causado por la actuación del vocal Gómez Benítez denunciando a su presidente en la fiscalía, o la encarnizada persecución a Dívar por los consejeros capitaneados por la vocal Margarita Robles.

En cualquier caso, el Consejo se reunirá para elegir presidente posiblemente una semana después de que caiga Dívar. Si optan por los primeros escalones, es decir, por un presidente de Sala, las principales opciones pueden recaer sobre el presidente de la Sala de lo Contencioso, José Manuel Sieira, no afiliado a ninguna asociación, con prestigio y grandes dotes de organización, y al que apoyaría el sector de Margarita Robles para conseguir los 13 votos si le apoya la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM).

Algunos no descartan que se mantenga la bicefalia hasta 2013

Juan Antonio Xiol sería el presidente idóneo para un gran sector de magistrados como jurista de gran prestigio, moderadamente progresista y dialogante, aunque puede tener dificultades con los vocales de la APM. “Xiol quiere ir al Constitucional, aunque tampoco le importaría darse una vuelta por la presidencia del Supremo”, comentan fuentes distintas del alto tribunal.

Tampoco cabe descartar al presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, de la asociación centrista Francisco de Vitoria, aunque su actuación en el caso Garzón le costó ser apartado de la presidencia de dos las causas y no goza del prestigio de los otros dos.

Dado el escaso tiempo de mandato, el perfil idóneo parece ser el de los magistrados muy próximos a la jubilación, a los que les queda alrededor de año o año y medio en la carrera y que alcanzando la presidencia del Supremo podrían finalizar con broche de oro su trayectoria. Si la elección recae en estos segundos escalones, por parte de la APM se ha barajado el nombre de algún magistrado que ha alcanzado la edad de jubilación y permanece como emérito, como Jesús Corbal, de la Sala Civil, o Ricardo Henríquez, magistrado de la Sala de lo Contencioso. Sin embargo, ambos pueden suscitar rechazo de los vocales progresistas, refractarios a situar a un presidente de la APM junto a un vicepresidente también conservador como De Rosa. A su vez, los progresistas preferirían otros nombres, como el del ex fiscal del Estado Carlos Granados, de la Sala Penal; José Luis Calvo, de la Sala de lo Militar, y en el caso de optar por una mujer, Encarnación Roca, de la Sala de lo Civil.

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