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La embajada en Pekín veta el libro de investigación de dos periodistas españoles

La representación diplomática rechaza su presentación en el Instituto Cervantes para no “enfadar a los chinos”, según sus autores La obra narra con ojo crítico el proceso de expansión de las empresas chinas por el mundo

Durante dos años, entre 2009 y 2011, Heriberto Araújo y Juan Pablo Cardenal, dos periodistas españoles con larga experiencia en China y Asia, recorrieron medio mundo, investigaron y se dedicaron a escribir para documentar el proceso de expansión de las empresas chinas por el planeta. Viajaron a 25 países y realizaron alrededor de 500 entrevistas. Fruto de este trabajo fue La silenciosa conquista china, una obra de 320 páginas, documentada y detallada, que advierte con ojo crítico sobre los efectos del proceso de internacionalización de las empresas chinas, muchas de ellas en busca de los recursos energéticos y materias primas de los que carece la segunda economía del mundo.

El libro explica un fenómeno reciente y con grandes implicaciones económicas y sociales, positivas y negativas, para los países receptores de la inversión china. Forma parte de ese escaso puñado de obras realizadas por periodistas españoles sobre Asia, un continente donde la presencia de la prensa española carece de la tradición de la anglosajona o la francesa, cuyos reporteros han escrito grandes libros sobre la región.

La embajada española en Pekín considera que no hay espacio en sus locales ni en el Instituto Cervantes de la capital para dar a conocer el libro, como pretendían sus autores, a pesar de que el Instituto promueve a menudo la difusión de publicaciones de escritores tanto españoles como latinoamericanos dentro de sus labores de impulsión de la lengua y la cultura hispanoamericanas. “El embajador de España [Eugenio Bregolat Obiols] me convocó y me dijo que no podía respaldar el proyecto, que el libro no podía presentarse en el Cervantes porque iba a enfadar a los chinos y podía poner en peligro los intereses de España en el país. Me pareció una razón ideológica”, afirma Araújo, que vive en Pekín. “Luego le pregunté qué era lo que no le había gustado, si lo había leído, y me dijo que no, pero que la gente de su equipo lo había leído y que confiaba en ellos”. Meses antes, a principios de año, la embajada pidió a los periodistas una reunión para que le contaran las conclusiones de la investigación. “Me reuní con el embajador y la plana mayor de la embajada durante dos horas y les expliqué todo sobre el libro”, afirma Araújo.

La silenciosa conquista china va por su quinta edición en español, está a la venta en holandés y se traduce al francés, inglés, polaco y chino para el mercado de Taiwán

Desde la embajada aseguran que la razón de que no haya sido autorizada la presentación en el Instituto Cervantes es únicamente que “el libro no va a ser distribuido en China continental”. “Es uno de los criterios que se utiliza para que un libro sea presentado en el Cervantes. Es una razón que encaja con los estatutos del Cervantes”, afirma María Llinares, consejera de Información. Cuando se le pregunta si es cierto que Bregolat dijo que el Gobierno chino vería con malos ojos la presentación de la obra en el Instituto, afirma: “En la reunión off the record que tuvo con el periodista, el embajador pudo poner en contexto lo que considerara oportuno. La decisión de no presentarlo fue del Cervantes, el embajador lo que hizo fue transmitirla”.

La silenciosa conquista china va por su quinta edición en español (cuatro de ellas en España y una en Latinoamérica), está también a la venta en holandés y está siendo traducido al francés, inglés, polaco y chino para el mercado de Taiwán, según sus autores. Estos afirman que el libro ha despertado gran interés entre las embajadas latinoamericanas en Pekín, hasta el punto que está prevista su presentación el 7 de junio en la embajada de México en la capital china. “México acepta que presentemos el libro y quede como lo que es, un acto cultural. No estamos haciendo propaganda antichina. Nosotros somos españoles. Es impresentable que diplomáticos latinoamericanos nos apoyen y la embajada de España no”, afirma Araújo, quien asegura que cuando la legación mexicana aceptó llevar a cabo el acto de difusión no sabía que la española se había negado.

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La decisión de la embajada española encaja con la tibieza que ha mostrado tradicionalmente en asuntos sensibles en China el Gobierno español, cuyos representantes, tanto durante los gobiernos del PSOE como los del Partido Popular, defienden desde hace años el levantamiento del embargo de armas europeo que fue impuesto a Pekín tras la matanza ocurrida durante las manifestaciones en la plaza Tiananmen en 1989. La posición favorable al levantamiento del embargo ha sido manifestada repetidas veces en las reuniones bilaterales entre ambos países, mientras que a la hora de plantear la defensa de los derechos humanos en China, España suele afirmar que es algo que se trata en el marco de la Unión Europea.

Desde la embajada aseguran que la razón de que no haya sido autorizada la presentación es únicamente que “el libro no va a ser distribuido en China continental"

Los autores plantearon tanto a la embajada española como a Inma González Puy, directora del Instituto Cervantes en Pekín, su interés por presentar el libro en el Instituto. Según cuentan, González Puy les preguntó si iba a ser distribuido en China, pero no se manifestó sobre un posible visto bueno. Varios días después, según afirman, les comunicó que el embajador les llamaría para tratar el tema. Bregolat convocó a Araújo, a quien le comunicó la negativa.

González Puy niega que la decisión de vetar la presentación haya sido del organismo que dirige como asegura Llinares. “Son decisiones consensuadas tras las consultas pertinentes. Este es un tema que se ha llevado desde la embajada; en última instancia, por el embajador como jefe de misión. Nosotros estamos adscritos a la embajada, estamos aquí (en China) establecidos como parte de la embajada de España”, asegura.

La directora del Cervantes afirma que los estatutos del organismo no recogen que un libro deba ser distribuido en China para poder ser presentado en el Instituto. “Los estatutos no son tan detallados, pero la práctica habitual es que esté publicado en China o vaya a serlo. Hay proyectos que se han presentado aquí porque se tenía constancia de que se estaban haciendo gestiones y que parecía que la publicación era inminente. Si no, para qué se presentan en China. El público objetivo es el público chino”.

"México acepta que presentemos el libro y quede como lo que es, un acto cultural", asegura uno de los autores

Juan Pablo Cardenal, que vivió varios años en Pekín y Shanghai, y ahora reside en Hong Kong, asegura que pensaron difundir el libro en Pekín porque, según cree, “hay una audiencia potencial interesada en un tema así”. “Y, como español, el primer sitio donde crees que debes tocar es la embajada y preferiblemente el Instituto Cervantes porque entendemos que es una institución que tiene entre sus fines difundir obras de autores españoles u obras en español. Nunca pensé que nos dirían que no, porque el libro obviamente tiene sus críticas al Gobierno o al sistema chino, pero es un libro que aporta valor. Da igual que estés a favor o en contra de la tesis del libro o que te guste más o menos, pero el libro tiene detrás todo el trabajo que tiene”. La decisión de la embajada ha causado revuelo y enojo entre un sector de la comunidad española en China, que ve la actuación de la representación diplomática como un caso de “censura preventiva”.

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