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LA CRÓNICA

Cuatro décimas rompen el acuerdo constitucional entre el PSOE y el PP

El Gobierno exhibe ante Europa y los mercados una férrea lucha contra el déficit

ANABEL DÍEZ | CORRESPONSAL POLÍTICA

Misión cumplida. El Gobierno aprobó la férrea ley de Estabilidad Presupuestaria con la obligación de déficit cero para todas las administraciones públicas… en 2020. El Gobierno de Mariano Rajoy puede exhibir ante la Unión Europea una norma propia de un “socio muy fiable”, aprobada con el acompañamiento parlamentario de los grupos nacionalistas: CiU con su voto afirmativo y el PNV con la abstención. Ha quedado fuera del pacto el PSOE, el otro partido que puede gobernar en España y promotor en agosto del pasado año de la reforma de la Constitución para incluir esta obligación y cuyo desarrollo remitía a una ley orgánica que anoche aprobó el Parlamento. Cuatro décimas han separado a los dos partidos que pueden gobernar en España de aquí a 2020 cuando sea obligatorio no tener déficit. No hay tiempo para miramientos: El Gobierno siente en el cogote el aliento de los mercados y el ojo vigilante de la Comisión Europea. Solo les mira a ellos.

Cuando el pleno del Congreso se interrumpió a media de tarde de ayer porque una delegación gubernamental y del PSOE se dieron otra oportunidad para negociar la ley, se pensó en la viabilidad del pacto. Ambos consideraron que Europa y los mercados recibirían con agrado una abrumadora votación parlamentaria a favor de la disciplina parlamentaria. Pero nadie movió su posición, acaso unos milímetros. Sí, el Gobierno mantuvo invariable el cero por ciento de déficit pero podría llegarse al 0,4% en situaciones excepcionales.

No fue aceptado. Durante casi media hora se dieron vueltas a los mismos temas ya fracasados semanas atrás para volver a la posición de salida. ”Ninguna Administración Pública podrá incurrir en un déficit estructural, definido como objetivo a medio plazo, según el Tratado de Estabilidad Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria”. Este es el núcleo del texto ofrecido por el Gobierno a los socialistas del que se desprende con claridad que no puede haber déficit. “Lamentablemente no ha sido posible el acuerdo”, decía el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro; pero enseguida asomó su satisfacción: “No hay un país en Europa que tenga una ley como esta”.

A esto es a lo que el PSOE llama ser “más papista que el Papa” porque desde su lado no se cree conveniente “atarse” con un déficit cero, y, por tanto, sin capacidad de endeudamiento, cuando las estrecheces de la economía pueden obligar a incurrir en un mínimo nivel de déficit. El portavoz socialista de Hacienda, Pedro Saura, se aferró al reproche de que el PP ha roto el acuerdo contraído con su partido en verano para llegar a ese 0’4. “La UE habla del 0,5% de déficit estructural, el pacto del pasado verano del 0,4 y el PP del cero; no puede haber acuerdo”, explicaba Saura. “Con todo, somos conscientes de la pérdida de credibilidad de España porque la estabilidad presupuestaria tiene que formar parte de los grandes consensos”.

Sí, en efecto, el gesto de los dirigentes socialistas no era precisamente de satisfacción. Lo cierto es que fue el Gobierno quien intentó en el último momento el acuerdo aunque sin apenas mover su posición. Y quedó claro que el desacuerdo con los socialistas forma parte de lo accesorio ya que lo sustancial era la votación: “Ha sido un resultado formidable, 192 votos, que nos sitúan como un socio muy fiable”, dijo Montoro en el deseo de que desde Bruselas se viera el marcador del Palacio de la Carrera de San Jerónimo o que, al menos, lo transmitiera de inmediato la delegación de la Unión Europea apostada desde ayer en su ministerio.

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Sobre la firma

ANABEL DÍEZ | CORRESPONSAL POLÍTICA
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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