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UGT y CC OO tensarán su pulso con el Gobierno si no da marcha atrás

Los sindicatos ya han diseñado su estrategia de protestas a corto plazo “España necesita un gran consenso y lo ofrecemos”, explica Toxo “No vamos a cejar hasta que el Ejecutivo negocie”, advierte Méndez

Manuel V. Gómez
Méndez y Toxo, en el centro, en la cabecera de la manifestación de Madrid
Méndez y Toxo, en el centro, en la cabecera de la manifestación de MadridDANI POZO (AFP)

Lo más difícil de una huelga general es gestionar el día siguiente. Pero en esta ocasión el día siguiente, según las declaraciones de sindicatos y Gobierno, va a parecerse mucho al día anterior. Los primeros exigieron este jueves, con el “éxito” del paro, diálogo y rectificación, “si no, habrá un conflicto social creciente”, advirtió el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo. La réplica la dio la ministra de Empleo, Fátima Báñez: “El texto principal [de la reforma] no se va a cambiar”. Conclusión: la confrontación sigue abierta tras la huelga. Y para continuarla, los sindicatos mostraron parte de su estrategia.

UGT y CC OO entienden que con la huelga, cuyo seguimiento cifraron en un 77%, y las manifestaciones multitudinarias de este 29-M, han logrado un aval a sus demandas. “Espero que esto sea suficiente y que el Gobierno entre en razón democrática”, clamó Toxo. “España necesita de un gran consenso. Y nosotros ofrecemos al Gobierno un camino distinto. Vamos a enviar por tercera vez al presidente del Gobierno una carta con nuestras propuestas”.

A los sindicatos no solo les ha enfadado la imposición de la reforma laboral sin negociar, el detonante de la convocatoria de huelga. También les irritan los recortes presupuestarios por lo que afectan al Estado de bienestar. No creen que sea viable recortar el déficit público del 8,5% en 2011 al 3% en 2013 sin agravar la crisis y recortar derechos sociales.

“Sabemos que España está al límite. Esto también lo provoca la política del Gobierno. Y si continúa así, es probable que España vaya a estar más al límite, algo que no se puede permitir en ningún caso”, analizó el líder de UGT, Cándido Méndez. Ergo: “No vamos a cejar en nuestro empeño para que el Gobierno rectifique y abra una negociación”.

Para torcer la mano de Rajoy, los sindicatos ya han planeado los próximos pasos que van a dar a corto plazo. El día siguiente. Van a pedir a la defensora del pueblo que recurra la reforma laboral ante el Tribunal Constitucional. Piensan acudir a la Organización Internacional del Trabajo y denunciar al Gobierno ante el Comité de Libertades Sindicales. Además, exigirán al presidente del Congreso de los Diputados que aligere la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular que presentaron para corregir la anterior reforma laboral, la del Gobierno de Zapatero en 2010, pendiente desde la legislatura anterior.

Y, sabedores de que el Gobierno no está por rectificar —aunque no acaban de creérselo o al menos es lo que intentan transmitir—, ya han marcado otra fecha en el horizonte: el Primero de Mayo. Si Rajoy no cambia de rumbo antes, advierten que convertirán la fecha más simbólica del movimiento obrero en una nueva protesta contra el Ejecutivo.

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Este es el plan para mantener la tensión las próximas semanas. ¿Y a largo plazo? Los secretarios generales de UGT y CC OO no quisieron ir más allá y mucho menos especular con la convocatoria de otra huelga general. No obstante, sí que advirtieron de que “alguna idea” tienen sobre qué pasos dar después del Primero de Mayo.

Esas ideas de las que hablan Toxo y Méndez se planean con un horizonte: los Presupuestos de 2013. No los que se presentan hoy, los de 2012, sino los del próximo año, cuando el déficit tiene que llegar al 3% del PIB. Eso supone que España tiene que recortar el gasto público en dos años al menos en unos 55.000 millones, en un escenario de recesión, lo que probablemente dejará pequeña esta cifra.

No obstante, en conversación con este diario, ambos se mostraron convencidos de que el Ejecutivo cambiará de rumbo antes de que se llegue a ese escenario. En sus cálculos está que, de mantenerse las políticas actuales, se agravará la situación de la economía española, crecerá el paro y Rajoy tendrá que claudicar y darles la razón. Y, además, lo hará con el aval de Bruselas ¿Y si no? “Alguna idea tenemos”.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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