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Arenas se centrará ahora más en Génova

La batalla interna que se avecina es importante, porque ya casi nadie oculta en el PP la rivalidad entre Cospedal y el líder andalluz

Arenas, con Montoro y Báñez celebrando los resultados.
Arenas, con Montoro y Báñez celebrando los resultados.EFE

El fracaso en su objetivo más ansiado, que ha intentado ya cuatro veces, esto es gobernar Andalucía, desató todas las especulaciones en la noche del domingo sobre el futuro de Javier Arenas. Pero los que le conocen y han hablado con él están seguros de que Arenas no está pensando ni mucho menos en dejar la política. Sí parece evidente, aunque tiene tiempo hasta junio o julio para nombrar un sucesor, que no será el candidato en Andalucía una quinta vez. Pero eso se decidirá más adelante. De momento, Arenas no solo va a esperar a ver si PSOE e IU se ponen de acuerdo —el ejemplo extremeño invita a la cautela—, y va a protagonizar los debates de investidura en los que tratará de sacar partido de su victoria electoral. Además, aprovechará el revés que le condena casi seguramente a la oposición para tratar de recuperar su papel como hombre fuerte del partido. Y ahí, sin duda, chocará con Dolores de Cospedal, la secretaria general y gran rival interna.

Durante los últimos años, Cospedal era la secretaria general pero buena parte de las maniobras internas del PP se manejaban entre Javier Arenas y Ana Mato, ahora ministra. Arenas ha estado concentrado en la campaña andaluza y había dejado de lado el partido. Cospedal aprovechó para reforzar su poder interno y apartar a todos los fieles al andaluz de los puestos clave. Pero ahora Arenas parece querer recuperar su poder e influencia en Génova.

La batalla interna que se avecina es importante, porque ya casi nadie oculta en el PP la rivalidad entre Cospedal y Arenas. El andaluz tiene tan buena relación con Rajoy que puede ser casi lo que quiera. Dentro de un tiempo, incluso ministro de nuevo, coindicen varias fuentes.

El PP, de momento, sigue en silencio. Hasta el lunes no se reunirá el Comité Ejecutivo Nacional, en el que se analizarán los resultados. Tanto los dirigentes andaluces como buena parte del Gobierno asumen que el fracaso tiene que ver sobre todo con medidas como la subida de impuestos y la reforma laboral.

El voto prestado que en las generales apoyó al PP solo para echar al PSOE del Gobierno se ha ido, señalan. Algunos enemigos internos del andaluz plantean que si en unas condiciones tan inmejorables no ha conseguido ni siquiera repetir el voto de hace cuatro años, también hay un problema en el PP de Andalucía.

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