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"Me sabe mal que España pierda a la generación más preparada de su historia"

"Tenemos el mayor porcentaje de jóvenes con formación universitaria de Europa y en España no se nos valora"

Leer todos los casos publicados en vuestra sección ha hecho crecer mi indignación con España, pero también ha hecho que tenga aún más ganas de hacer algo por mi país y por que las cosas cambien de una vez. Creo que aunque el poder quede entre sólo unos pocos, entre todos podemos encontrar soluciones y ayudar a que las nuevas decisiones económicas y sociales que se tomen hoy, sean las correctas y nos beneficien a todos en el largo plazo para que, como ha ocurrido siempre excepto hoy en día, nuestros hijos vivan mejor que nosotros y haya progreso.

Me gustaría compartir mi caso con vosotros. Soy un chico de 23 años procedente de Palma de Mallorca, economista licenciado desde el año pasado. Desde los 18 años, siempre he pasado todos los veranos trabajando en Londres mientras mis amigos se levantaban tarde y disfrutaban de la playa y de su tiempo libre durante las vacaciones (ninguno de ellos se molestó en buscar trabajo para adquirir experiencia profesional ni cuando las cosas iban boyantes en España).

Mientras tanto, yo me levantaba cada día a las 5 de la mañana y empezaba a desarrollar una carrera profesional que comenzaría por lo más bajo, de camarero en cafeterías, pasando veranos más tarde por un puesto en una oficina, más adelante en un gran banco de inversión en la City londinense y el año pasado, tras licenciarme, pasé a formar parte de una enorme empresa financiera a nivel global en la cual me han hecho un contrato fijo hace una semana y media (con un salario inicial cercano al equivalente a 40.000€ anuales, inimaginable en España con mis 23 años, además de una gran lista de beneficios como seguro médico privado, comida gratis en la oficina, plan de pensiones, formación continua, descuentos en gimnasios y viajes, seguro de vida y un largo etcétera).

Estoy cansado de que las empresas traten a los recursos humanos y especialmente a los jóvenes como maquinaria barata. Somos el país con mayor porcentaje de jóvenes con formación universitaria de Europa y en España no sólo no se nos valora, sino que se ríen de nosotros. Viajar tanto y vivir en el extranjero me permite comparar e identificar qué es lo que no funciona bien en España y todo empieza en la mentalidad.

Nuestro país carece de una sociedad donde se valore el esfuerzo y donde los méritos se reconozcan. Sobran universidades y universitarios, mientras que nuestra economía no se caracteriza por ofrecer trabajos cualificados, de ahí el éxodo migratorio totalmente razonable. Nuestros políticos prefieren destinar dinero a "salvar" entidades bancarias o a financiar a la iglesia con 10.000 millones de euros anuales (dato de 2011) en vez de usar ese dinero en inversión, desarrollo o innovación, que no sólo crearían empleo sino riqueza y crecimiento sostenible a largo plazo. Con inversión me refiero a inversión inteligente, no a crear infraestructuras para las cuales no existe demanda real, como se ha visto en varios aeropuertos o líneas de AVE.

Me sabe muy mal que España pierda a la generación más preparada que ha visto nunca en su historia pero si nos ponemos en la piel de cada uno de nosotros, sólo podemos elegir entre quedarnos en España estancados viviendo con nuestros padres o salir al extranjero a vivir nuestra vida, pudiendo desarrollar una carrera profesional, sintiéndonos realizados y consiguiendo nuestros objetivos en la vida. Es muy reconfortante tener "la vida solucionada" y sentirse útil en la sociedad, aunque lamento no poder devolver a España toda la inversión que ha hecho en mí desde pequeño. Deberíamos todos reflexionar en lo grave que es que tanto talento español se desperdicie y se regale gratuitamente a otros países más inteligentes que saben aprovecharlo. Somos jóvenes, deberíamos tener la fuerza y la ilusión necesarias para cambiar todo esto… ¡Despertad!

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