_
_
_
_
_

Griñán intenta recuperar 125.000 votos para evitar el triunfo de Arenas

El líder del PP no confirma su asistencia al tradicional debate en Canal Sur El PSOE reclama que Andalucía sea "la escollera de la marea azul"

Lourdes Lucio
Griñán, en un puesto de frutas en el barrio de Figueroa.
Griñán, en un puesto de frutas en el barrio de Figueroa.FRANCIS VARGAS

José Antonio Griñán ha puesto deberes a los cerca de 65.000 militantes socialistas de Andalucía. Cada uno tiene que movilizar 500 votos para hacer posible lo que parece imposible: dar la vuelta a las encuestas y evitar que la ola del PP llegue también a la única comunidad donde nunca ha habido alternancia política. El candidato socialista quiere que Andalucía sea la “escollera de la marea azul” o la “isla de la libertad”, según su definición, y para ello sigue al pie de la letra lo que aconsejan sus estudios electorales.

Según los cálculos del PSOE, si movilizara 200.000 votos podría hasta ganar las elecciones y si lograra atraer a 125.000 de los 700.000 que perdió en las generales del pasado 20 de noviembre, el PP de Javier Arenas se quedaría sin mayoría absoluta. El PSOE está agarrado al “y si pasa esto”, “y si pasa lo otro”. Es decir, confía en una respuesta afirmativa a la pregunta “¿y si suena la flauta?”.

Los análisis del PSOE son matemáticas, no política, aunque los cálculos ayudan a no hacer cosas inútiles, como multiplicar esfuerzos o destinar recursos humanos y económicos en zonas donde haga lo que haga no va a captar ni un voto. De ahí que el candidato socialista dedicara su primer día de campaña a recorrer dos barrios de Córdoba donde la abstención machaca al partido. Corrió sus riesgos, porque son zonas, sobre todo la del barrio de Las Moreras, donde la gente no está para que le estrechen la mano con sonrisa de quita y pon. Algún vecino le afeó a gritos “la corrupción” y algún otro, el paro. Aunque también se encontró con gente que le reclamó seguridad, dando una nueva definición al “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”. “Cuando me muera, que me muera con todo lo que tengo”, dijo una señora muy mayor.

Además de las matemáticas y de la política, están los estados de ánimo. Y es indudable que el de los dirigentes del PSOE no es el mismo que el del 20 de noviembre. Entonces tiraron la toalla, estaban seguros de que perdían las elecciones y la única duda era cuál sería la magnitud de su derrota, reconocieron dirigentes que hace tres meses recorrieron los mismos bloques de viviendas pidiendo el voto para Alfredo Pérez Rubalcaba. Tampoco la reacción de los ciudadanos es la misma con los socialistas en el contacto directo. Esto lo achacan ellos a los ajustes del Gobierno de Mariano Rajoy y, sobre todo, a la dura reforma laboral. La movilización sindical la consideran clave en este cambio de actitud.

El PSOE es un partido muy ciclotímico y su candidato, también. La última encuesta del CIS apunta que el PP roza la mayoría absoluta al concederle 54 o 55 escaños, la línea donde Arenas por fin alcanzaría la meta de ser presidente de la Junta. El efecto de este sondeo en los socialistas ha sido vitamínico, entre otros motivos porque hay mucha gente cuya supervivencia laboral depende de que el PSOE siga en la Junta.

Los socialistas dicen tener un sondeo propio donde la distancia con el PP es de seis puntos en lugar de los 7,2 del CIS; y el PP asegura tener otro que le da más ventaja. Todo va a depender del número de personas que vaya a votar el 25 de marzo, apunta la politóloga Carmen Ortega: “Todos los pronósticos varían en función de la participación”. Ortega sostiene que el sondeo del CIS puede movilizar tanto al votante del PP, que quiere echar a los socialistas, como al del PSOE o al de IU, que quiere impedir el triunfo de Arenas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Este, por ahora, no va a arriesgar y va mantener con rumbo fijo la campaña que ya empezó hace cuatro años, al día siguiente de perder sus terceras elecciones como candidato. A Arenas se le ha puesto cara de presidente y ya anuncia tantos grupos de trabajo y de expertos como prometía su gran rival, Manuel Chaves, cuando no tenía claro qué hacer con algún asunto. Tan hecha tiene la campaña, que es el único que no ha confirmado su asistencia al tradicional debate en Canal Sur con Griñán y Diego Valderas (IU) el próximo lunes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_