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La reforma laboral empieza bien para el Gobierno: más apoyos de los que necesita

Comienza ahora la tramitación del proyecto de ley La convalidación de la normativa cuenta con 197 votos a favor y 142 en contra El debate se produce con compromisos firmes del Grupo Popular con CiU

Anabel Díez

La felicidad completa no existe porque si así fuera la reforma laboral que ha puesto en marcha el Gobierno tendría, además, el apoyo de los sindicatos. Esto es lo que hubiera deseado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que nada más aprobarse el decreto ley que contiene la reforma se felicitó pero echó de menos “el apoyo de las centrales sindicales”. No puede estar insatisfecho, sin embargo, porque a pesar de no necesitar los votos, con sus 185 le sobran, se han sumado CiU, UPN y Foro Asturias; total, 197 y 142 en contra. La división casi obedece al esquema clásico de izquierda–derecha, aunque la complejidad del entramado político español se pone de manifiesto en la correlación de fuerzas. Del lado contrario a la reforma se sitúan el PSOE, Izquierda Plural, ERC y Amaiur (de izquierda), pero también UPyD, Coalición Canaria y el PNV.

Esta es la reforma “que todo el mundo sabe que hay que hacer”, ha proclamado el presidente del Gobierno para llevar la contraria a los portavoces de la oposición que se han opuesto con argumentos políticos y de Derecho Laboral. Durante el trámite en la Cámara Baja, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha sentenciado: “El despido no será libre sino con causa”. Báñez acaparó con la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, la mitad del debate. Ambas se enzarzaron en una contundente disputa en la que entró la ley del aborto, en versión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón (Soraya Rodríguez), y el escándalo de los ERES de Andalucía (Fátima Báñez).

Aunque la dirigente de UPyD, Rosa Díez, se quejó del contenido del debate, al quedarse con la refriega entre las representantes del Gobierno y del PSOE, lo cierto es que la mayoría de los portavoces coincidieron en que fue un debate de altura “y con mucho contenido”. Todos los portavoces dieron muestra de que han estudiado con atención el decreto ley, convertido ya en proyecto de ley, por lo que empieza la tramitación parlamentaria. Desde luego la ministra, también la portavoz socialista. Y no menos Carles Campuzano de CiU, con argumentos a favor de la reforma.

En contra, Emilio Olabarría, del PNV, profesor del Derecho del Trabajo, trató de demostrar que con esta reforma no se creará empleo ni a medio, ni a corto ni a largo plazo, sino que supone llanamente la dotación de unas “exorbitadas capacidades de disponibilidad de las condiciones laborales” para los empresarios. La condición de exdirigente sindical, además de abogado, de Joan Coscubiela, de ICV, integrado en Izquierda Plural, se apreció sobremanera en su pormenorizada intervención, muy dirigida tanto al PP como a CiU, competidor en Cataluña.“Señora ministra, tiene usted derecho a defender la reforma laboral pero busque otros argumentos, porque los que ahora exhibe, son mentira”, espetó Coscubiela.

Toda la Cámara sabe ya que CiU tendrá un gran protagonismo en el camino que ahora se abre en la conversión del decreto ley en un proyecto de ley con la inclusión de enmiendas. Es más, el debate ha empezado ya con un primer acuerdo entre PP y CiU que será trasladado a enmiendas. Las comunidades autónomas recuperan sus competencias sobre las políticas activas de empleo. La disposición final del decreto queda radicalmente cambiada con el reconocimiento de las autonomías de sus competencias en esta materia. Esa era una condición inexcusable de CiU para apoyar el decreto ley. Este grupo tendrá muchas posibilidades de provocar algunas modificaciones más, algo que no está en condiciones de suceder con el PSOE ni con el resto de los partidos de la izquierda.

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“Es una reforma laboral ideológica, un ajuste de cuentas de la derecha más radical de este país contra los derechos sociales de los trabajadores; facilita el despido y destruye empleo; no es útil ni eficaz”. Estas expresiones de la socialista Soraya Rodríguez fueron acompañadas por muestras sonoras de desaprobación de la bancada popular. La ministra le respondió con la reforma laboral de los socialistas, con los cinco millones de parados y con la consideración de “vergüenza” del comportamiento del PSOE. “Dejen ustedes la pancarta y hagan aportaciones”, le recomendó.

El PSOE no solo presentará enmiendas parciales sino que elabora una enmienda a la totalidad que también presentará Izquierda Plural. Con seguridad este proyecto de ley tendrá un record de enmiendas de todos los grupos. A esto se aprestan los pocos a favor y los muchos en contra. Los últimos, entre los que están también, ERC, Geroa Bai y Compromis–Equo, enmendarán de arriba abajo. Un apartado relevante lo dedicará el PSOE a los aspectos de igualdad y conciliación de la vida laboral y familiar. Jóvenes y mujeres son de los grupos más perjudicados, según la visión del PSOE. “Los jóvenes podrán encadenar contratos de formación durante 17 años”. Y en puridad. Así es como lo señalaron otros portavoces contrarios a la reforma. Estos coincidieron en otros dos reproches de carácter constitucional. Por un lado, el nuevo contrato de un año de prueba “es una nueva tipología laboral que permite a los empresarios contratar un año sin protección, con coste cero y despido sin causa”, denunció la portavoz socialista. Con esta norma se abre la puerta al despido de empleados públicos en ayuntamientos y comunidades autónomas “para ajustar presupuestos”, como reiteraron los portavoces que se oponen a la reforma.

En el día en el que se cumplen el 32º aniversario del Estatuto de los Trabajadores y en la Jornada de la Mujer Trabajadora, como recordaron distintos portavoces, la socialista Soraya Rodríguez reprochó al Gobierno que la reforma “limita el derecho de lactancia y deja en manos del empresario la formulación del derecho a la conciliación de la vida familiar de los trabajadores”. De los del lado contrario a la reforma, esta última objeción es la que sobresale como filosofía general y la que todos destacaron: todo queda al albur del empresario. Del lado del sí, del Gobierno, con la nueva legislación laboral se sientan las bases para que las crisis no se resuelvan exclusivamente con el cierre y el despido. Se crearán puestos de trabajo. ¿Cuándo? Depende; no se dan plazos.

El Rey ha estado muy atento al desarrollo de esta reforma laboral y ha recibido a los agentes sociales a lo largo de esta semana. El Monarca se reunió el martes con el presidente de la CEOE, Juan Rosell; el miércoles con el presidente de Cepyme, Jesús Terciado, y el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y hoy con el líder de UGT, Cándido Méndez.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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