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Rajoy acusa a Cascos de "trasladar sus problemas a los ciudadanos"

El presidente del Gobierno asegura en Oviedo que "no hace las reformas para fastidiar" La Ley de Transparencia, dirigida a los gestores públicos, será aprobada en "pocas fechas"

El presidente del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy, acusó en Oviedo al ex secretario general de este partido, Francisco Álvarez-Cascos, actual presidente de Asturias al frente de su nueva formación política Foro Asturias Ciudadanos (FAC), de “haber trasladado sus problemas a los ciudadanos en vez de resolver los problemas de la gente”. A un mes justo de las elecciones autonómicas anticipadas de Asturias, Rajoy, sin mencionar nunca de forma explícita a su excompañero de Gobierno, convirtió la presentación pública de Mercedes Fernández como candidata a la presidencia del Principado el próximo 25 de marzo, en una dura crítica a la deriva política del ex número dos del PP y a su gestión en Asturias en los últimos siete meses como presidente de la comunidad autónoma y líder de FAC.

“Asturias necesita un cambio político” sostuvo Rajoy, porque “el gobierno no puede ser un problema en si mismo” y porque “no estamos para sobresaltos, broncas, polémicas, líos y titulares”, afirmó en referencia al ejecutivo de Cascos, “sino para la sensatez, el sentido común, la moderación, la serenidad, el diálogo y la capacidad de construir”. A los asturianos les ofreció la candidatura del PP porque es “un partido, y no una colección de señores”, en alusión a la formación casquista, y porque el PP, dijo, puede “devolver la normalidad y la estabilidad a la vida pública asturiana” -condiciones necesarias ambas, aseguró, para salir de la crisis- y garantizar al tiempo “un Gobierno con ideas claras y que sepa a dónde va”.

Mariano Rajoy, el líder de la formación política con mayor poder institucional que haya tenido partido alguno en España desde el restablecimiento de la democracia, no quiere que Andalucía y Asturias sea una excepción en sus comicios del 25 de marzo. En el Principado, el PP, que sólo gobernó dos años (1995-1997) de los 28 de historia autonómica, vuelve a medir sus fuerzas con su ex secretario general y ex ministro Francisco Álvarez-Cascos.

Rajoy subraya que las reformas “no tendrán efecto en medio hora", pero sí permitirán "sentar unos cimientos sólidos”.

Su nombre y el de su partido (FAC) no fueron mentados ni una sola vez. Pero las alusiones críticas al antaño todopoderoso secretario general del PP por su disidencia (se fue del PP dando un portazo el 1 de enero de 2011 tras ser descartado como candidato de este partido a la presidencia de Asturias) y también por su gestión en su efímero gobierno autonómico asturiano (apenas ha aguantado siete meses en minoría) fueron constantes.

Ya desde el saludo a los militantes (“Gracias por estar aquí, donde siempre estuvisteis”), las alusiones críticas y ácidas a las escisión casquista –implícitas unas, y no tan sutiles, otras- fueron recurrentes durante la intervención de Rajoy en Oviedo. “Por vez primera en la historia”, dijo, “hay un Gobierno que no ha durado ni un año. “La estabilidad”, dijo, “es la primera condición para luchar contra la crisis”. Por ello, llamó a los votantes de centro derecha a confiar en el PP, después de que en las anteriores elecciones autonómicas de mayo, FAC, el segundo partido en votos y primero en escaños, sacara casi 10 puntos de ventaja al PP. Ahora, el PP, tras ser la fuerza más votada en Asturias en las elecciones generales del 20 de noviembre con Mercedes Fernández como candidata al Congreso, recurre de nuevo a esta excasquista (“valiente, muy generosa, persona de fiar y con experiencia sobrada”, según Rajoy) para intentar recuperar el liderazgo conservador en las autonómicas.

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“Asturias necesita un Gobierno que trabaje conjuntamente con el de España, y un Gobierno, respaldado por “un partido que tenga presencia en todo el país, un partido serio y respetado, con capacidad de interlocución en Europa y en el mundo para defender donde haga falta los intereses de Asturias”, afirmó Rajoy contraponiendo la opción del PP con la alternativa de FAC. “La política”, sostuvo, “se hace con grandes organizaciones”.

Reformas

En un acto reducido y reservado para afiliados y simpatizantes del PP, el presidente Rajoy reivindicó sus dos meses en el Gobierno de España frente a las primeras protestas ciudadanas y sindicales contra algunas de sus medidas, como la subida de impuestos y la reforma laboral, entre otras: “No hacemos reformas por fastidiar, sino para crear empleo”, que es condición además, dijo, “para poder hacer políticas sociales”.

Rajoy aseveró que su Gobierno está acometiendo esas decisiones “con justicia y equidad, y procurando hacer el menor daño posible”. “No tendrán efecto en media hora”, admitió, “pero nos permiten sentar unos cimientos sólidos”. Las reformas, se justificó, se están adoptando “porque tenemos que hacerlas y porque es nuestra obligación. Y vamos a seguir haciéndolas”, anunció.

La próxima decisión será la aprobación “en pocas fechas” -que no precisó- de la Ley de Transpariencia, que será una vuelta de tuerca en el control de las cuentas públicas de todas las Administraciones. Una vez que en la anterior legislatura se incorporó a la Constitución un límite al endeudamiento público, ahora se abrirá la puerta para la exigencia de responsabilidades a los gestores y cargos políticos que se excedan en el gasto. “Hay que gobernar y cuidar bien el dinero del contribuyente, que le cuesta mucho ganarlo y pagarlo”, justificó Rajoy, Éste es el tiempo de austeridad”, proclamó.

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