_
_
_
_
_

Rajoy y Basagoiti buscan un pacto con PNV y PSE para el final de ETA

El PP habla en público de no tocar los presos y en privado se plantea gestos

El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, durante su entrevista con el presidente Mariano Rajoy.
El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, durante su entrevista con el presidente Mariano Rajoy. LUIS SEVILLANO

Hace solo cuatro años, nadie podía pensar que un líder del PP vasco llegaría a decir en La Moncloa que hay muchas cosas que le unen al PNV y al PSE sobre los pasos a dar para el final del terrorismo. Esa posibilidad siquiera de hablar con el PNV sobre este asunto provocó la dimisión de María San Gil en 2008 y la desconfianza de buena parte de la derecha hacia Mariano Rajoy. Pero este martes Antonio Basagoiti, al frente del PP vasco desde entonces, señaló con claridad, después de reunirse con el presidente del Gobierno, que no solo hay muchos puntos de encuentro entre PNV, PSE y PP, sino que es necesario un pacto de mínimos para ofrecer esa sensación de unidad.

Basagoiti se dedicó a destacar todas las cosas que unen a los tres partidos, entre ellas la de considerar una “buena noticia” el último comunicado de ETA, o la de exigir a la banda que se disuelva y la de rechazar que tenga “premios” por hacerlo. El PP ya está trabajando para que esa nueva relación entre PNV, PSE y PP pueda quedar reflejada, al menos de forma simbólica, en el Congreso, cuando se discuta alguna iniciativa sobre el final de ETA.

Rajoy, según coinciden diversas fuentes gubernamentales y del PP, es cada vez más optimista, con las cautelas habituales que van con su carácter, sobre el final de ETA. Y ha querido que este asunto protagonice sus primeras reuniones en La Moncloa. Basagoiti fue el último de una serie vasca que incluyó a Íñigo Urkullu, líder del PNV, y a Patxi López, lehendakari y líder del PSE.

Más información
Fernández Díaz: “ETA está intentando reclutar nueva gente”
Detenidas en Francia dos hermanas pertenecientes a Segi

Los dos vieron al presidente “receptivo” con la posibilidad de cambiar la política penitenciaria y acercar presos. Es el punto de fricción más claro. El PP no quiere hablar de eso en público. Basagoiti insistió en la versión oficial del PP: antes de hacer nada, la banda debe disolverse: “Los acercamientos de presos no están entre las prioridades del PP”. Sin embargo, sí aceptó que puede haber “reinserciones individualizadas, las que están contempladas en la ley, como sucede con la mafia o con un violador”.

En privado, las cosas son distintas. Tanto fuentes del PP como del Gobierno coinciden en que, aunque Rajoy no tiene ninguna prisa, sí está cada vez más convencido de que el final de ETA es irreversible y parece dispuesto a hacer pequeños gestos con mucha discreción, como los terceros grados a presos enfermos o algunos acercamientos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Rajoy, apoyado por Basagoiti, que siempre ha apostado por una vía mucho más moderada de la que reclama una parte del partido y medios de comunicación conservadores, ha buscado como aliado principal al PNV, y sabe que cuenta con el respaldo del PSOE —hoy se verá con Alfredo Pérez Rubalcaba— para dar cualquier paso. Lo que no está claro es que los nacionalistas quieran ir tan lejos sin contar de manera simbólica con la izquierda abertzale, algo que el PP no puede aceptar.

Tanto Basagoiti como Rajoy coincidieron en la reunión, según diversas fuentes, en que hay que evitar movimientos extraños y extremar la cautela para evitar dar la sensación de que se está haciendo “regalos” al mundo abertzale, según la expresión que usó el líder del PP vasco en la rueda de prensa.

El presidente tiene una presión muy fuerte por parte de un sector del partido y de algunos medios, y tiene poco margen para dar pasos muy evidentes, según su entorno. Aún así, tanto en La Moncloa, en el Ministerio del Interior como en el PP, al margen de declaraciones pensadas para satisfacer a ese mundo que les presiona, están cada vez más convencidos de que ETA incluso hará nuevos gestos, aunque no la disolución que buscan. Y por tanto de que no hay marcha atrás.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_